Sería el mejor de los logros que el recuerdo de una persona dure lo mismo que
el efecto de los poppers solo unos cuantos segundos, pensar en ti y luego olvidarme quien eres.
Olvidar es un verbo que se parece
mucho a la dieta, mucho dicen que pueden hacerlo pero llevarlo a cabo es más
complicado que escribir en el celular después de una manicure.
Tenemos memoria selectiva cuando
se trata de esa persona que nos gusta, a veces recordamos solo las cosas
buenas aunque estas sean inversamente proporcional a las cosas malas, las cuales
olvidamos que nos hicieron. #ICantRemeber2ForgetYou
Cuando vi “Buscando a Dory”,
sentí celos de un pez. Me gustaría que algún científico loco se fume un blunt y se ponga a cranear como obtener los genes de un pez globo y prepare alguna
pastilla para crear ese efecto olvidadizo. Seguro que sería un hit. Éxito sin
precedentes. (Créditos por favor J).
A todos nos ha pasado que
queremos olvidarnos de ciertas cosas que dijimos, hicimos, y personas que
conocimos. Olvidarnos de su cara y sus palabras. Las cosas que dijo y ha hecho.
Seria genial tener memoria de
corto plazo, y olvidarme de responder todos esos mensajes que recibo.
Olvidar, cuando regresa cierta
persona y me ve con cara de sauna. Solo viene, suda, gime, se relaja, pasa
buen rato y finalmente termina con duchazo de agua fría que se traduce en una
despedida.
Si existiera algo como Dory
dentro de mi cabeza, olvidaría lo que se siente cuando sus manos rodean mi
cintura. Esos besos que derriten desde la mantequilla hasta un glaciar causando
un calentamiento hormonal global.
La mejor receta para olvidar es
la voluntad.
Hay más peces en el mar el truco
es nadar y nadar sin ver su cara en los demás.
#Gercarlodijo