Cuando entenderemos que a ese alguien que nos gusta, no le gustamos ni
un poco. Quizás un poco, quizás nada. Tal vez mucho pero nunca nadie dice nada.
Pero díganme, no es mejor pensar que NO, a pasarnos largas horas al día
pensando/haciendo planes imaginarios con ese alguien que ni siquiera está
enterado/a de nuestra existencia.
Es preciso hablar. Pues si no lo hacemos, no podemos esperar que las
cosas lleguen vía correo postal a nuestra puerta. Yo se que tienes miedo, que tienes
miedo de hablar porque tienes miedo al rechazo. He estado ahí, en esos mismos
zapatos, en esa misma situación, y ahora sé que estuve perdiendo el tiempo
real, pero sacando provecho a mi
imaginación que no cesaba de crear citas, situaciones, encuentros casuales
inventados que nunca pasarían…
Cuando nos vamos de viaje o a hacer turismo, queremos visitar todas esas
maravillas de las que nos hablaron. En el mundo hay 7, pero en mi tour a la
tierra de las ilusiones hay más. Yo iba en busca de alguien que llenara el lugar que
yo mismo hice espacio sin siquiera saber
qué es lo quiero. Fueron una, dos tres, cuatro, cinco y hasta seis las veces
que me tropecé con la misma piedra, la ilusión falsa, aquella que te
enamora sin darte motivos, pero sin embargo tu ( y yo) te esmeras en arruinar
tu tranquilidad e ilusionarte hasta las babas de un imposible o de alguien que
ni siquiera sabe que existes.
Esta vez (Mi tour de las ilusiones perdidas y sin fundamento me llevo a
mi séptima parada en el 2007), yo creía que algo era diferente, porque cuando Gisell, me dijo que no tenía problemas
con que yo le gustara, pensé que todo estaba bien. Pero eso no estaba nada
bien. La puse en una situación incómoda a partir de los poemas…
Yo conocí a Gisel en la universidad y fue ilusión a primera vista. ¿Es posible que una mirada sea suficiente para
enamorarnos? Porque mis días se dedicaban a hacerle sombra. Finalmente gracias
a una amiga en común pudimos hablar vía chat. Yo le enamoraba pero ella no me pescaba,
mi cesto estaba vacío de algún afecto de ella hacia a mí. La pesca no fue
propicia.
Fue entonces que a punto de
rendirme en una noche que conversábamos vía chat, ella detuvo el tiempo con
solo un “enter”, cuando por error de usuario, ella me envió por el chat el extracto
de un poema. Yo me quede en silencio con una lágrima que va corriendo por mi
mejilla. Me gusto mucho, pero ese mensaje no era para mí, ella se disculpo
diciendo que se equivoco de usuario. Le pregunte si ella lo había escrito, ella
después de un rato respondió que sí. Desde entonces me convertí en su lector
devoto y crítico literario, que no sabía nada de letras. Le hacía comentarios
críticos y ella me enviaba más y más poemas.
La primera vez que le dije que me gustaba, ella se quedo en silencio,
esos que matan (fueron 4 segundos), para mi fueron cuatro décadas. “No me
molesta que yo te guste, pero no te puedo gustar”. Yo no entendía porque era tan directa cuando
se supones que las chicas son de darle muchas vueltas a las cosas… pero mi
necedad y el ser tan insistente tuvo sus consecuencias cuando por 20va vez le
pregunta “¿Por que no te puedo gustar?”, y ella respondió… “Porque soy lesbiana…”
El silencio esta vez fue mío, y por largo rato… finalmente no le respondí
y cerré sesión. Me seguía gustando, pero como un día de sol el cual aprovechas
para subir al auto y manejar hasta la costa y cuando llegas a la playa el sol
ya se fue, pues es la misma decepción, rabia, frustración que me lleno todo
aquel verano del 2007 que me dedique a olvidarme de ella. Pero fue difícil,
porque por fin una de mis ilusiones hablaba felizmente conmigo, compartíamos
fotos, historias, anécdotas, nos quedábamos hasta muy tarde hablando de
cualquier estupidez. Era muy mono todo, pero no era real.
Entonces sucedió lo predecible… como una buena novela o película, todo
tuve un giro inesperado. Me canse, me harte, el termómetro en mi cabeza exploto
de toda esa frustración efervescente que hervía desde mi pecho hasta mis botar
humos por mis orejas. No mas niño bueno, adiós poemitas, miraditas e
imaginación. Las lágrimas se
convirtieron en hielo al igual que mi pecho. Desde ese invierno del 2007 cuando
por fin logre superar a Gisell, me dije a mí mismo “Esta es la última vez que
te va gustar alguien, la próxima serán esas personas las que te busquen a ti, y
tu decidirán, ya no esperaras que decidan por ti, porque vivir en el anonimato
, vivir en el silencio, vivir sin saber a ciencia cierta que pasa por la cabeza
de ese alguien que te gusta, es como tener un revolver apuntando mi sien a un
ritmo de 24/7”.
Los versos escritos con tinta de luna se fueron a la papelera de
reciclaje, mi nuevo mantra era “Más que palabras, quiero actos”. De Candido
y lindo pase al hombre de hielo de los X men o lo que fuera para congelar toda ilusión. A partir de ahora si no
había un solo indicio yo no daría tampoco alguno, no mas stalker, no mas
preguntar, indagar, hacerme amigo de sus amigos, no mas buscar su número o
mail, no mas provocar encuentros casuales. NO MORE…
Somos nuestros propios verdugos, nos condenamos a pensar más allá de la
cuenta, más allá de algo que no ha pasado, y nos enamoramos por eso, porque
vemos ilusión donde no hay más que un muro de concreto donde nos estrellamos
con la realidad.
Y todo por no saber la diferencia entre ilusión y enamoramiento. En
pleno 2013 recien creo que nunca estuve enamorado de alguien hasta ahora… al
siguiente año (en el 2008) ya no había ni sombra de mi lado gigi (de la película
“Simplemente no le gustas”) , me volví mas superficial, soberbio, maldito,
pendejo, y ahora me arrepiento, pero todo sucede por algo, todos debemos pasar
por este proceso de desintoxicación de falsas esperanzas.
Aquella remota noche de fin de año recibiendo el 2008, pedí eso, no
volver a ser un niñito estúpido, sino ser un hombre más frio y calcular mis
sentimientos, no derrocharlos, no malgastarlos sino depositarlos en una
cuenta de ahorros para cuando llegue THE
ONE I LOVE, y creo que se cumplió hasta cierto punto... El champan disparo mi corazón y lo perforo
justo en la parte donde emana el manantial de ilusiones tontitas, las doce uvas
se convertirían en mis doce tours de ilusión (Recién estamos en la Séptima),
pero las cosas nunca salen como uno quieren, y una ilusión no espera,
simplemente llega y en el 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012, llegaron más…
Por ahora en esta próxima noche de fin de año no se qué pediré para
recibir el 2013, pero les deseo a todos un feliz año nuevo y que todos esos deseos
razonables se cumplan. Y así, para cuando llegue la verdadera Ilusión, que
en realidad es enamoramiento y termina convertido en Amor, estaremos
preparados.
#G
Anoche, Gercar lo dijo
