"Es lo malo cuando te
acostumbraste a lo malo, que cuando llega algo mejor, lo dejas ir porque lo fácil
no está en tu naturaleza humana". Y eso es lo malo, que queremos siempre lo que
no nos quiere. Hacemos uso del lado emocional de nuestra mente y nos olvidamos
de que si no sabemos querernos no podemos esperar que el resto lo haga.
Hace un año en el 2012, conocí a la primera persona con la que quise poner en práctica todo lo que tantos años de ilusiones habían cosechado. Quise hacer las cosas bien desde el día 1, pero es precisamente ese día, en el cual nos conocimos que empezó mal. Y lo deje pasar por alto porque sigo creyendo que mi vida es una excepción y que siempre terminare con el final que tengo en mi mente. Y me olvido que las circunstancias de la vida no entienden el lenguaje de nuestra mente.
Hace un año en el 2012, conocí a la primera persona con la que quise poner en práctica todo lo que tantos años de ilusiones habían cosechado. Quise hacer las cosas bien desde el día 1, pero es precisamente ese día, en el cual nos conocimos que empezó mal. Y lo deje pasar por alto porque sigo creyendo que mi vida es una excepción y que siempre terminare con el final que tengo en mi mente. Y me olvido que las circunstancias de la vida no entienden el lenguaje de nuestra mente.
Buscar afecto con el primero que
te sonría, fue mi primer diagnóstico. El mundo cree que si muestras cariño muy
rápido, estás loco. Es un mal necesario buscar cariño. Por eso cuando
encontramos alguien que es amable, los locos como yo caemos rendidos a sus
pies, y creemos que algo puede pasar.
Es lo que me paso con A. Todo
comenzó con un pequeño dialogo vía chat, y la siguiente escala fue una cita al
cine.
Recuerdo cuando te vi por primera
vez…(cursi detected) Ahí estabas esperándome mirando tu celular y yo llegue
detrás de ti. Tu mirada era de nervios y la mía también. Me sonreíste con esa
sonrisa de príncipe que quede confundido. ¿Esto está pasando realmente? Pensé…
Yo te guste y tú a mí, y no
dudaste en demostrármelo. Toda nuestra “situación” piso el acelerador y empezó
a andar a 200 kilómetros por ahora a una “situación” equivocada. Yo te creí
cuando dijiste que yo podría ser ese que buscabas en Lima. Cometí un error al
dejarme hipnotizar y mi lado racional fue saboteado por mi cuento de hadas que
se transformaría en una página de periódico nacional.
Y no tarde mucho en darme en
cuenta que eras un pacman sediento de admiración, querías comerte a todos y que todos se murieran por ti. Que feo sonara lo que voy a decir, pero fui
un check más en tu lista.
Yo no lo sabía pero salir con dos
al mismo tiempo es algo fuera de este planeta, quizás es normal en Neptuno
donde todo es bajo cero. Tu cara de buena gente, hizo todo el trabajo sucio:
hacerme creer lo que tu querías.
Yo nunca me enamore de ti pero
esa ilusión que sembraste fue grande y casi real, como buen mago me hiciste
caer en tu truco, donde la magia no es real. Tu Coleccionabas suspiros limeños,
pues viniste de tan lejos a alimentar tu ego pobre y carente de autoestima.
Eres un ser humano estúpido por
todas las razones que ya dije. Yo me hubiera levantado todos los días antes que
el gallo para cantarte. Enganchado como
carne de res me tuviste. Me limite solo a tu anatomía y le puse play a tus
mentiras mezcladas. No importa si decías que el universo lo hiciste con tus
propias manos amasando estrellas y detonando big bangs. Yo te creía.
Tiempo después te llegué a detestar porque como es posible que me haya
dejado embaucar de esa manera. No me quedo más remedio que ignorarte. Pues descubrí
el meollo de tu mentir, tu solo querías desatar mis botones y morder hasta mi
sombra, hacerme tuyo y luego regresar a tu patria con la victoria. Fui tu deseo
pendiente.
Mi corazón se volvió en tus
tiempos en una delgada capa de hielo en pleno calentamiento global, si lo pisabas
se rompería. No se cómo sobornaste al
hada de los sueños, que compraste varios terrenos en mi cerebro para apoderarte hasta de mi subconsciente.
Cuando llego el momento de tu
partida, aun sentí esa cosa rara que se siente en el pecho… me recuerdo como un
perfecto imbécil contado las horas. La jaula era de tu propiedad, yo estaba encerrado
en ella, mientras que tu escondías la llave, lo cual no era necesario pues aunque
dejaras la puerta abierta yo quería quedarme ahí, quería gustarte, quería creer
tus mentiras porque creía que contigo llegaba a su fin una vida de ilusiones y
empezar finalmente una realidad.
Entonces cometí un error, yo acepte darnos otra oportunidad a distancia…
Dijiste que volverías (no mentiste) y decidí que una conexión emocional entre
nosotros sería algo así como una transfusión transatlántica de sangre para que
mi corazón siguiera funcionando, pues si te ibas sin ser parte de mí, de alguna
forma yo hubiera quedado muerto en vida.
Pero tu olvido empezó a colorear
todo de unos colores sepia, de un color remoto, pasado y vintage que nadie
recuerda. Entonces mis amigos empezaron
a hacer efecto, “simplemente quería jugar contigo” “no le gustaste nunca” “lo
que te dice a ti, también se lo dice a varios tarados como tu que le creen
todo”…yo solo estaba en negación… era mi enfermedad…
Como puede ser que no me di
cuenta, si todos los síntomas estaban presentes.
Síntoma 1: Primero me hiciste
creer que yo era el responsable de tu desvelo, que yo tenía en mis pulmones
todo ese aire que necesitas para vivir.
Síntoma 2: Me dibujaste un
paraíso donde éramos dos sin ninguna costilla. Donde las manzanas no estaban
prohibidas pero si eran tentadoras. Me dijiste que solo yo estaba ahí.
Síntoma 3: Te morías de ganas de
verme cuando conversábamos, pero cuando te decía para vernos, tus silencios
eran más largos que una sesión de mimos en concentración.
Síntoma 4: Empiezas a dejar de
contestar mis mensajes. Y yo sentí que habías desconectado mi cuerpo de tu respirador
artificial, que poco a poco me descomponía.
Síntoma 5: Mis amigos descifraron
todo con mis historias de ti, y yo no creía. Yo me hacia el fuerte y que lo tenía
todo controlado. Pero estaba dentro de tu jaula…
Síntoma 6: Te vieron en otros
brazos diferentes a los míos. Jugando a la doble personalidad, todas esas
palabras bonitas yo las compartía sin
saber con ese otro imbécil. Que sin duda cayo en tus mesopotámicas redes.
Síntoma 7: No llore, solo me
enoje, sin derecho a reclamarte me quede porque nada somos, nada fuimos, nada
seremos. Te deje de hablar.
Síntoma 8: Insististe hasta
lograr convencerme que todo era un rumor. Lograste que te lanzara un nuevo salva
vidas para subirte a bordo, sin saber que subía a un pirata de aguas turbias
que solo quería llenar su ego y recolectar mis tesoros para presumir.
Síntoma 9: Al dejarme olvidado,
le ordene a mi mente exorcizarte de mis neuronas, tu nombre y rostro. Suspendí mi servicio automático de
pensamientos tuyos.
Síntoma 10: empecé a odiarte, al
descubrir tu primera mentira. Dos no pueden jugar el mismo juego, ¿quieres jugar conmigo? Mejor consigue
juguetes.
Ahora que te dejaste ver sin
mascara, me doy cuenta que fui más idiota que tu. Preferí seguir escuchando tus
mentiras porque me gustaba que mientas. Pero se acabó, hasta los peores
imperios que lucen indestructibles, se vienen abajo, así le paso a tu mentira
romana.
Fuiste la desilusión más grande
mi tour, porque al menos sé que las 11 paradas (personas) anteriores jamás supieron
nada de lo que yo sentía. Pero tu sabiéndolo, jugaste conmigo y peor que eso me
trataste como un monito o un simio que hace lo que querías , obedeciendo tus ordenes,
como si fueras el domador de un circo. Tú me dijiste “te quiero” y yo te creí. De ahora en adelante, no puedo volver a creer
en esas frases por tu culpa. Tengo fobia y me he vuelto hipocondríaco con el
romance.
Gracias a ti, deje de ser tan
idiota. Has reducido considerablemente mi lado emocional. Gracias a ti ya sé
que enamorarse es más que una cara bonita que viene con frases bonitas.
Finalmente obtuve de la CIA (Consejo
Interior Apropiado) mi Licencia para olvidar. No porque no pueda dejar de
pensar en ti, sino para recordarle a mis ojos que alguna vez se volvieron rojos
por tu culpa, y olvidar que fui un idiota por haber creído una falacia que pude
haber ignorado…
Pero debo admitir que yo también
he contribuido a que mi cerebro sea una maquina dispensadora de drama…pues
quería obligar algo que jamás iba existir… nadie obliga querer a nadie, no es
sano vivir haciendo ese trabajo. Eso es algo que una vez que nace, se
manifiesta y debe ser (porque no sé cómo es) algo muy bonito.
Porque cuando alguien quiere
realmente estar contigo, estará contigo. Drama free, sin excusas, sin
intimidaciones, sin orgullos sangrientos. Todo fluirá con la velocidad adecuada.
Y NO intenten adelantarse a lo que marca el universo, porque si pisas el
acelerador y pretendes convertir ilusión en amor, prepárate para viajar a la velocidad de la luz
al lado más desolado. Mientras más pises el acelerador más se aleja el tren,
aquel que lleva tus ilusiones.
Fin..
Fin..
#G
Anoche, Gercar lo dijo