Anoche me acosté tarde y no fue
culpa del insomnio esta vez,era la creciente expectativa que me provoca conocer a este chico.
Tome las llaves del auto y maneje
olvidándome de los semáforos. Tenía prisa. Podía ver su casa desde lo lejos
mientras disminuía la velocidad. El viaje era corto tan corto como su estatura,
el sol que nos recibía era rojo, mientras más me acercaba más intrigado me sentía.
Este chico es un modelo. Me ha contratado para tomar fotos. He visto sus fotos en facebook, son muy buenas. Así que mis fotos tenían que salir perfectas.
Baje del auto para saludarlo y entrar a su casa, donde serian las fotos. Lo que hace que un imán atrape un clavo sucedió en ese instante entre nosotros. Pero somos profesionales.
Este chico es un modelo. Me ha contratado para tomar fotos. He visto sus fotos en facebook, son muy buenas. Así que mis fotos tenían que salir perfectas.
Baje del auto para saludarlo y entrar a su casa, donde serian las fotos. Lo que hace que un imán atrape un clavo sucedió en ese instante entre nosotros. Pero somos profesionales.
Entramos a su casa, una muy grande. Subió por las escaleras y me pidió que lo siguiera. Sus ojos eran grandes, y cuando yo hacia un comentario gracioso, tenia una risa tierna e infantil como la del principito.
Joven, guapo y amateur, así lo describí a primera vista. Pero con gran potencial para el modelaje. Yo le llevaba un par de años. Cuando vio mi trabajo fotografico quiso ser mi modelo. Yo acepte de inmediato.
Joven, guapo y amateur, así lo describí a primera vista. Pero con gran potencial para el modelaje. Yo le llevaba un par de años. Cuando vio mi trabajo fotografico quiso ser mi modelo. Yo acepte de inmediato.
Un trabajo netamente artístico. El tenia el concepto, rostro bajo el agua. Al verlo con
tanta ropa encima no imagine lo que podía existir debajo de toda ese algodón. Cuando
removió lo que le cubría, mis ojos empezaron a ver estrellas fugaces, su piel brillaba de juventud y ternura. No tenia grandes músculos, no abdomen marcado, pero su cuerpo tenia las proporciones perfectas, y parecía delicado, suave y en un color bronceado muy bello.
Mientras tanto el tiempo seguía robándole
minutos al atardecer. Abrimos la llave del agua y empezó a caer sobre sus rostro y yo empece a tomar las fotos. Capturando no solo su cara bonita, me preocupaba mas retratar las emociones que podían quedar inmortalizadas. Las fotos tienen que contar una historia. Mientras, el agua chorreaba por su torso y espalda. ël solo tenia puesto un traje de baño muy cortito.
Sus piernas eran perfectas al natural, no necesitaba ningún tipo de arreglo o membresía en algún gimnasio. Mi cámara temblaban por mis manos que la sostenían. Tengo que ser profesional, me repetía a mi mismo. No puede des concentrarme, pero era muy difícil. Mi lugar era estar detrás del lente enfocando sus poses y, al mismo tiempo, tratar de desenfocar o al menos disimular mis bajos instintos que debían permanecer dentro de mis pantalones. Pero somos humanos, era inevitable que se formara una protuberancia ahí abajo.
Sus piernas eran perfectas al natural, no necesitaba ningún tipo de arreglo o membresía en algún gimnasio. Mi cámara temblaban por mis manos que la sostenían. Tengo que ser profesional, me repetía a mi mismo. No puede des concentrarme, pero era muy difícil. Mi lugar era estar detrás del lente enfocando sus poses y, al mismo tiempo, tratar de desenfocar o al menos disimular mis bajos instintos que debían permanecer dentro de mis pantalones. Pero somos humanos, era inevitable que se formara una protuberancia ahí abajo.
El chico no se daba cuenta. Yo con todo esfuerzo volví a concentrarme en las fotos. Flash tras flash empecé a
obtener los resultados que buscaba. Mi cerebro cambio de palanca y activo
la de crear. Me emocionaba hacer arte y mi cámara seguramente estaría
igual de emocionada.
Tierno, inocente y pícaro, era la segunda impresión. Podría estar semi desnudo frente a mi, pero conversar con el mientras trabajábamos, me provoca mucha ternura. Algo no sentía muy a menudo, con nadie. Tan sensible mas que una flor de hojas que ante cualquier soplido soez de mi boca podía hacerle volar en pedazos.
Tierno, inocente y pícaro, era la segunda impresión. Podría estar semi desnudo frente a mi, pero conversar con el mientras trabajábamos, me provoca mucha ternura. Algo no sentía muy a menudo, con nadie. Tan sensible mas que una flor de hojas que ante cualquier soplido soez de mi boca podía hacerle volar en pedazos.
Yo estaba deleitado. Nada me había
hecho sentir tanto en las nubes hace mucho tiempo. No había
intenciones ni indirectas, me sentí como en una película, del fotógrafo y su musa (o mozo), en los años 60's con aires bucólicos.
No necesitaba sacarse la ropa, para
sentirme más atraído. Curioso que un pedazo de tela cubriera las puertas de un castillo
donde todos tus deseos podían hacerse realidad. El agua seguía recorriendo su cuerpo, ya empezaba a oscurecer y sus dientes empezaron
a cantar del frió. Su cabello mojado tapaba un poco sus ojos pequeño. Salio de la tina casi temblando y de puntitas de coloco a mi costado para ver las fotos, y con su voz de principito preguntó "¿Que tal lo hago?”
Decidimos tomar un descanso, mientras se secaba frente al espejo, yo sentado solo
miraba, fue ahí donde note que el ser humano puede ser cautivador sin siquiera
saberlo.
La noche ya había caída sobre
nosotros. Terminamos un poco más tarde de lo pensando yo estaba exhausto y con hambre,
cuando bajamos a la cocina me invito un postre que comi con gusto mientras me
conversaba. Yo no soy bueno en esto de leer señales (ya no) pero sentí que sus ojos tenían
algo que decirme pero su boca no lo dejaba. Poco a poco lo tuve a mi lado, con la excusa de ver las fotos tomadas.
Él estaba tan emocionado, que me abrazaba del gusto que haya salido todo bien. En la antigüedad Narciso fue aquel quien se enamoró de sí mismo viéndose reflejado en un lago, hoy esta persona se excitaba viéndose a sí misma en las fotografías. Su rostro satisfecho por el trabajo no le hizo dudar más y me dijo: “Hagamos más fotos, solo 5 minutos”
Y me llevo hasta su habitacion. Volvió a quitarse todo pero esta vez lo único que vestía fue un sombrero que lo coloco no precisamente en su cabeza. La ventana era grande y entraba la luz de la luna, más llena que de costumbre. "Quiero fotos artísticas" dijo él. Pero yo ya me daba cuenta de sus intenciones, y si me equivocaba al respecto, al menos me di cuenta de las mías. Lo tenia desnudo frente a mí y era hermosa su desnudez.
Inteligente, seductor y decidido. Esta fue la ultima de mis conclusiones hacia él. No teníamos planeado nada, solo las fotos. Sus poses eran sacadas de literatura griega. Y me enfoque en hacer obras de arte en cada toma, hasta que perdí la concentración cuando dejo caer el sombrero y lo puso sobre mi lente “como luzco?”, dijo.
Él estaba tan emocionado, que me abrazaba del gusto que haya salido todo bien. En la antigüedad Narciso fue aquel quien se enamoró de sí mismo viéndose reflejado en un lago, hoy esta persona se excitaba viéndose a sí misma en las fotografías. Su rostro satisfecho por el trabajo no le hizo dudar más y me dijo: “Hagamos más fotos, solo 5 minutos”
Y me llevo hasta su habitacion. Volvió a quitarse todo pero esta vez lo único que vestía fue un sombrero que lo coloco no precisamente en su cabeza. La ventana era grande y entraba la luz de la luna, más llena que de costumbre. "Quiero fotos artísticas" dijo él. Pero yo ya me daba cuenta de sus intenciones, y si me equivocaba al respecto, al menos me di cuenta de las mías. Lo tenia desnudo frente a mí y era hermosa su desnudez.
Inteligente, seductor y decidido. Esta fue la ultima de mis conclusiones hacia él. No teníamos planeado nada, solo las fotos. Sus poses eran sacadas de literatura griega. Y me enfoque en hacer obras de arte en cada toma, hasta que perdí la concentración cuando dejo caer el sombrero y lo puso sobre mi lente “como luzco?”, dijo.
De repente uno a uno los botones desaparecían de mi camisa, mis manos se apoderaron de sus nalgas, su desnudez se tatuaba en mis ojos para siempre. Nuestras bocas decidieron conocerse mejor. Él se encargo de mi ropa, para que ambos estuviéramos en las mismas condiciones.
Su piel y la mía se llevaron bien
y se recorrían mutuamente. Mi lengua y su glande hablaron un buen rato mientras
que su boca mordía mis cabellos. ¿Dónde está
la inocencia? ¿Dónde está ese ser frágil? A donde se fue esa criatura indefensa
del bosque que me recibió cuando llegue a su puerta… no la reconocí para
nada. Lo que tenía frente a mí era un ser mitológico hambriento de carne. Y empezamos una sesión interminable
de explosiones espaciales que crean universos anatómicos perfectamente mortales. Sus besos alteraban mis contrastes, subía mis iluminaciones, con opacidad cero y sombras altas. Estamos haciendo fotografías en slow motion sin necesidad de una cámara, solo una cama.
¿Musa y fotógrafo? Qué clase de cliché
es este, no importa. Hasta la
luna estaba celosa pero seguía iluminando mis besos sobre su espalda. Y mis piernas eran dominadas por sus
brazos. Y la vía láctea se acumuló en el lugar donde estaban mis erecciones.
Sus lunares eran míos, los he declarado mis territorios cuando dejó
caer sobre mi toda su inocencia fingida. Me sentí completo. La luna bajo y se acostó con nosotros en forma menguante. Acurrucados y satisfechos, un gran trabajo en equipo y no me refiero solo a las fotografías.
Cuando creía que todo era un sueño su mano cogió la mía, y no la soltó por el resto de la noche, desde ese instante decidieron darse la oportunidad de permanecer juntos en los nuevos tiempos que vendrán. Era el inicio de algo inesperado. Ese momento fue la mejor foto que hice esa noche.
Cuando creía que todo era un sueño su mano cogió la mía, y no la soltó por el resto de la noche, desde ese instante decidieron darse la oportunidad de permanecer juntos en los nuevos tiempos que vendrán. Era el inicio de algo inesperado. Ese momento fue la mejor foto que hice esa noche.
#Gercarlodijo
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