He escuchado a muchas personas
decir que han visto la luz al final del túnel. Pero hoy, yo vi un remolino. De hecho
lo he estado esperando hace ya un buen tiempo pero por aquí no pasaba.
Eso sucede por no pasar el plumero mas seguido pues quedan negaciones, resentimientos, venganzas y llantos; que ocupaban mucho espacio y son inservibles. Ya era hora de pasar el trapo.
Porque estaba ciego y encerrado en
mi razón. Victimizado hasta los tobillos, esperando una justicia o todo caso un buen superman que me "salve". Amargo como un limón, lleno de ira echando
humo como una tetera hervida y nadie la apaga. Estuve sediento de venganza y
con ideas dignas de Tarantino pero felizmente hoy vi un remolino.
Si, lo vi, por fin lo vi. Y fue
cuando en el momento que esperaba. Estaba dando vueltas y vueltas levantando
escombros y se acercaba a mí como a un cliente mal servido y olvidado al cual
le va a dar un servicio VIP al fin.
Me quede quieto mientras levantaba
uno a uno todas esas cosas que no me servían. Esos recuerdos innecesarios,
conversaciones analizadas una y otra vez. Teorías de los posibles “porque me habían
dejado” y justificaciones invalidas por mis errores.
El remolino fue implacable y
majestuoso, subí la mirada ahí arriba y mire con desapego giraban todas mis
dudas, inseguridades e indecisiones. Se llevó todo, arraso con lo peor de mí. Mis miedos y mis psicoseadas. Es mi segunda oportunidad disfrazada de vientos en circulos, es la luz al final del tunel, la esperanza para el cambio #SuenaComoDirectorDeColegio
Ojala se hubiera llevado también mi
sobrepeso y una que otra arruga, algo de acné y unas cuantas canas. Pero no me puedo
quejar. El remolino me arrebato esas falsas esperanzas que se acumulaban y es
que conoce de buena fuente soy el peor reciclando personas que no están interesadas
y te hacen daño.
También se llevó esa necesidad
maldita y dependiente de contestar esos whatsapp junto a una crónica ansiedad… ¡Que
efectivo es! Parece que un ángel me ha tocado, porque me siento como nuevo,
liviano como una pluma, descargada de tanta negatividad.
El remolino llegó como un
ropavejero a llevarse todo eso que ya no me sirve. Se iba contento dando
vueltas e inmune a todas las porquerías que volaban a su alrededor.
Puede ser que tenga que volver
porque nadie es perfecto. Y de seguro por ahí quedo algo en mi cabeza escondido
que se salvó de la desparasitación.
Gercar lo dijo
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