miércoles, 21 de junio de 2017

EL ULTIMO POST #7Años #Gercarlodijo


Estimados amigos y lectores de este blog, ha llegado el momento de despedirnos. No me voy, sigo. Pero Gercar lo dijo, como nombre ha cumplido su ciclo de vida.

Después de 7 años es hora de renovarse, reinventarse y hacer cosas nuevas con el mismo cariño de siempre.

Seguiré contando historias en mi nuevo blog llamado My Looking Glass Stories Un espacio donde encontraras las mismas aventuras de siempre, historias que parecen de película pero en realidad también pasa en la vida real. Soy testigo y prueba viviente.

Los posts escritos en estos 7 años en Gercar lo dijo también estarán disponibles en #TLGB. He migrado con todos mis hijos, no podía dejarlos abandonados y condenados al archivo.

Me llena de emoción esta nueva etapa con esta nueva marca (nombre) para mi blog. Tengo muchos planes y deseo/espero me sigan acompañando.

La  esencia es la misma y habrán nuevas experiencias, viajes e incluso la Fotografía ( mi otra pasión).

NO me voy, sigo. Sigánnos en My Looking Glass Stories el nuevo Gercar lo dijo.

Por Carlos Gerzon 


viernes, 26 de mayo de 2017

SIEMPRE NOS QUEDARA PARÍS - #PrimeraParte: TIC TAC



TIC TAC

“Todo sucede por algo”, lo hemos escuchado cientos de veces.  Hasta el punto de no prestarle atención a ese spoiler que la vida nos pone. Muchos menos te importan cosas como esa cuando tienes frente a ti el viaje a Paris que tanto esperabas.

Mi estadía en la ciudad luz, estaba concebida para 5 días. Encargue a un amigo que me comprara un pasaje de tren de Milán a París. Yo soy muy flojo para ponerme a buscar pasajes.

                Mi pereza dio frutos, cuando mi amigo compro mi boleto con la fecha equivocada. Yo debí llegar a Paris un lunes en la mañana, es mas ya tenía hecha un reserva en el hotel de la Rue des Morillons 64. Él compro el pasaje para el lunes en la noche…

Las personas que miran muchas películas independientes europeas, siempre dicen lo mismo, Paris es un lugar para enamorarse. Yo estaba furioso y echando humos por las narices. Mis planes soñados de parís en 5 días se habían reducido a 4.

La magia y expectativa de conocer mi ciudad favorita, se veía amenazada por un una bomba de tiempo. Literal. Sentí que escuchaba “tic tac” mientras el tren avanzaba. Sabía que dejaría de ver muchas cosas por dar prioridad a otras. Sí, es verdad que el tiempo vale más que el dinero Sr. Interbank.  

Llegue a parís a las 7 de la mañana con un sol que no perdona el haberte olvidado ponerte bloqueador, mi cuerpo maltratado por el viaje, una maleta con dos ruedas rotas y un hotel que no encontraba.  Así me recibió “la ciudad del amor” y yo lo recibí mal humorado y muy agotado. Ansioso y arrepentido. Sentí que el tiempo no sería suficiente, tic tac…

Recuerdo dos días antes de salir de Milán, mi amigo y yo conversábamos de la vida. De la realidad que nos espera en Lima cuando este trip europeo terminé. Yo estaba en mi última parada de Italia (uno de mis países favoritos) y mi amigo le quedaban unos cuantos países más que visitar.

Durante todo el tiempo en Milán, estuve emocionado con conocer parís. Ansioso por fotografiar todo lo que vi en las revistas de moda que tanto adoro leer. También lo que vi en las películas, y fotos de viajeros afanosos en instagram.

-          “No te puedes quejar, has conocido más chicos que yo conociendo chicas”- decía él, respecto a las personas que habíamos conocido en Italia.
-          “Me gustaría conocer alguien no solo de una noche. Seria genial alguien que comparta días enteros contigo y pasarla bien. Como trato de pareja pero sin necesidad de serlo. Simplemente vivir un viaje.” Le respondí.

Llegue al hotel y la recepcionista se percató de mi furia. Estuve tan molesto que si presionaban el botón equivocado mi cabeza explotaría. Subí a mi habitación la cual debía compartir con tres personas más. Dos camarotes y un baño. La ventana me daba un casi primer plano de la Torre Eiffel. “Estoy dentro de una película” pensé, “Estoy dentro de mi sueño así que soñare”.

Estaba 98% agotado, solo me quedan 2% de batería humana para el día. Pero debía sacar fuerzas de donde sea. Estoy en Paris, y solo me quedan casi 4 días. No hay tiempo para siestas ni descansos. Cogí mi cámara, el selfie stick, y el primero outfit que me ofreció mi maleta sin ruedas (prácticamente tuve que arrastrarla) y bajé al primer piso. Tic tac ...

Pedí un mapa, unas cuantas referencias y listo. Yo mismo me adentre en la ciudad. Sin guías ni grupos. Solo, tome un bus que me llevo hasta el centro de la ciudad. Recuerdo caminar mucho. Desde cualquier angulo o esquina se podía ver la cabeza y el larguísimo y elegante cuello de la torre Eiffel. Mi emoción de podía hasta oler. A pesar de que podía verla, llegar hasta ella es un largo camino.

Como un niño cuando le dan una golosina o su primer regalo, así de brillantes se pusieron mis ojos cuando me pare frente a ella, la torre. Encontré un espacio en blanco y me senté a contemplar, respirar y disfrutar ese estado de ánimo. Me dedique a soñar.

Una pareja de coreanos recién casados, vestidos de blanco, fue unas de las atracciones más reales que tuve la suerte de visualizar ¡Esto es Paris! La gente viene aquí a cumplir sueños y realizar fantasías. Mi cámara estaba llenándose de momentos hermosos, postales y retratos.


Luego camine por la ribera del rio Sena. ¡Cuántas veces vi este lugar frente a una pantalla! ¡Ahora estoy aquí! Camine mientras escuchaba el agua pasar y subí cuando estuve cerca de la catedral de Notre Dame. En mi película, sería como un musical, donde las gárgolas se levantan a darme la bienvenida. Ingrese y me lleve con la sorpresa de que El señor de los Milagros, santo limeño tiene su propio altar. Perú de mis amores.
Seguí caminando hasta llegar al jardín des Tuileries. Un lugar lleno de estatuas y un parque de diversiones. Los carruseles giraban y yo me sentía dentro de uno, no importa a donde apunte mi nariz, cada rincón era algo digno de mirar y fantasear. Me sentí dentro de mi cuento y las páginas volteaban sin parar. Fue mágico. Sin embargo la verdadera magia aun no sucedía.

Cansado de caminar, regrese al hotel casi a las 6 de la tarde y compre algo de comer para la habitación, ya no había nadie. Las dos personas que encontré en la mañana se habían marchado. Tuve la habitación solo para mí.  Decidí tomar una ducha mientras mi cabeza seguía escuchando ese “tic toc”. Me molestaba aun la idea de haber perdido un día en esta ciudad.  Estaba preocupado en darme prisa y aprovechar los casi 3 días que me quedaban. Los planes giraban en mi cabeza: tomar un desayuno mañana en café La Flore y pasear por los campos Elíseos… es precisamente a lo que me refería; cuando buscas algo no lo vas a encontrar porque te da la gana. El destino ya te tiene algo preparado.

Salí del baño y encontré una maleta que no era mía justo al costado de mi cama, sobre la otra cama. Mi celular comenzó a rebalsarse de mensajes sin leer. Un amigo de Lima que vive en Francia desde hace meses acaba de aterrizar en París. Quedamos en vernos esa noche para salir y los demás días haríamos turismo juntos. Le recomendé que se hospedara en mi hotel y pidiera la misma habitación que yo. Estaba a 20 minutos de distancia.

Nuevamente entre al baño para cepillarme los dientes y acomodarme el cabello. Y cando salí, ahí estaba él. No, era mi amigo. Era un huésped nuevo, quizás el dueño de la maleta que encontré. Pensé que era extranjero o de algún país donde no se habla el español. Pero había algo en su lenguaje corporal que emanaba un acento latino. Nos miramos, y no sabíamos si saludarnos o no. Finalmente dije “hey” y obtuve un “hey” a cambio.

Minutos después mi amigo Jonás llegó al hotel, antes de bajar a recibirlo. Yo le había enviado un mensaje de voz por whatsapp. Cuando sonó mi voz en español delante del nuevo huésped que compartía la habitación conmigo, automáticamente me percaté que entendió lo que yo decía. Entonces me presente y, precisamente en ese momento Jonas entró a la habitación. Nos presentamos con él y estuvimos conversando sobre los planes que teníamos en Paris.  

-          “Bueno, es hora de alistarnos, vámonos de fiesta” les dije a ambos. Jonás estaba más que listo. El chico sonrió y acepto acompañarnos.

Mi amigo Jonás me miro y se rio, puede leer mi mirada. Sabe que todo podría suceder esa noche. Yo solo tenía dos cosas en mente: Bailar hasta terminar en brazos de alguien que me diera de probar el original beso francés…


Continuara. 

#Gercarlodijo 

lunes, 22 de mayo de 2017

SI YA SE ACABÓ EL VERANO, ÉL TAMBIÉN


El verano se ha acabado, ya puedes sacar las chalinas y chompas de tu armario, y también llegó la hora de sacar de tu cabeza a ese amor imaginario. Todas tus cursilerías escritas en la arena se han ido con la primera ola de su despedida. De una sola pasada, porque ya eres pasado.
  
Aunque él insistía hacerte solo sombra ahí estabas tú detrás buscando su sol, así que si sentiste que te ahogabas, es probable que sea por las horas expuestas bajo su climax clima. Él no te ha robado el aire, lo único que te ha robado son las neuronas.

Te ha dejado caliente todas las superficies. Con sus besos bonitos ha derretido tu cerebro como un helado de vainilla. Su llegada fue como el calentamiento global, sexual, hormonal y de otros tipos.

Ese romance de verano fue como un bronceado que con la llegada del otoño va desapareciendo poco a poco hasta que quedas con el color de siempre (el de la soledad por ejemplo).

Es hora de aclimatarte, y recordar que es divertido jugar bajo la lluvia esperando al invierno. Aunque se sienta más solitario que un hombre de nieve abandonado en el patio trasero con tan solo una zanahoria en la cara. Aunque ante tus ojos todo parezca un filtro opaco que se usan en las fotos, por lo gris y nublado, es mejor todo eso que estar a su lado.

Lo entiendo, hace frio. A veces puede que sea divertido y conveniente recordar esos besos porque suben tu temperatura y funciona mejor que la estufa o la chimenea.

Sin embargo, las lecciones deben aprenderse a la primera.  Necesitas un baño de agua fría porque sigues hirviendo en tu propia negación.  No va a regresar. Puede que el sol salga en invierno, pero el ya no sale, se esconde. Lo único que te ha dejado su verano es un inmenso mar de pensamientos y mucha sal.

Ya cambió la estación, guarda todos esos flotadores para tus lluvias e inundaciones depresivas de invierno, necesitaras un salvavidas cuando ataque el recuerdo. Siempre nos ataca cuando tenemos tiempo libre para sentirnos solo.

Guarda tu sombrilla, no es bueno estar bajo las sombras. Sácate la arena de los oídos y escucha nuevas voces. Y repara esos labios partidos de sal con nuevos besos.

Ese verano ya no va a volver, el próximo será diferente, y tendrás una nueva piel para broncear con el sol que te dé la gana y no aquel que te dejó insolado y rojo de la vergüenza.  


Recuerda que el sol también se hunde en el mar porque el planeta da vueltas. 

#Gercarlodijo

miércoles, 17 de mayo de 2017

MI PRIMER HABITANTE

Si me dices “me gustas” habrás empujado una puerta que estaba cerrada hace meses. Encontraras todo desordenado, empolvado (aunque no ha habido polvo) y oscuro. Detrás de esa puerta se encuentra todas mis emociones e ilusiones que deje encerradas para que ya no sean expuestas ni manoseadas. 

Tú eres un nuevo habitante en mi cabeza, no tienes la culpa de nada. Me has conocido en un momento en que mis defensas son altas. La culpa es del inquilino anterior que estuvo meses viviendo cómodamente en mi mente. Dejaba encendidas todas mis ilusiones como focos navideños y dejaba abierta la llave del agua - a la altura de los ojos- inundando mis expectativas. Y después se fue sin avisar, endeudado y sin garantía.

Desde ese entonces tengo nuevas políticas ya no doy ni el primer ni el segundo paso. No dejo entrar a nadie a menos que detecte sus intenciones. Hacer esperar es difícil pero vale la pena. Tuve que deshacerme de mi ansiedad y adquirí paciencia al por mayor.

Si vas a pasar una temporada larga aquí, eres bienvenido. Te aconsejo dos cosas, paciencia y pregunta. Pregunta siempre porque mis gestos y mi mirada, tienen la mala costumbre de expresar algo totalmente diferente a lo que quiero. Aun no sé cómo arreglar ese detalle.

Eres mi primer habitante después de mucho tiempo. Cumples con los requisitos y exquisitos. Sabes dónde presionar cuando voy a perder el control. Tus labios han detectado por instinto mis puntos débiles, creo que ya conoces la mayoría de ellos.

Soy estricto con las reglas pero tu carisma sabe negociar las excepciones. Creo que todos somos novatos cuando conocemos a una nueva persona. Muchas veces todo lo que aprendiste vuelve a replantarse. No podemos generalizar.

Si me dices “me gustas”. Tengo muchos momentos que nadie ha visto y serán tuyos.

#Gercarlodijo