lunes, 26 de julio de 2010

RESPIRANDO LA NOCHE

Mis pies cada mañana son dos cubitos de hielo, el invierno se disfraza de un absurdo helado que recorre todos los nervios que dotan de calor mi cuerpo, se empujan mis dientes unos con otros como si se encontraran dentro de un bus donde no hay espacio.


Si no me encuentro sumergido frente a un ordenador quizás ando haciendo zapping en alguna pantalla de las habitaciones. Cuando madrugo lo hago por presión maternal, como si ella me abortara de la cama para no terminar durmiendo 14 horas al día, y no miento puedo llegar hasta las 15 sin abrir los parpados con mis narices obstruidas, la garganta hecha trizas y los cabellos haciendo un festín en ausencia del peine.
 

Primero lo primero quito las vendas de mi momia cama, curo el comezón diario de mi espalda con las garras que debo reducir, me dirijo al estéreo conecto el ipod y dejo la música que juegue con mis sentidos, mis ventanas me muestran el mundo trasnochado y el frio sigue entrando sin invitación por debajo de las puertas. Es hora de un buen señor café. 

Tras deshacerme de toda la transpiración de una buena dormida con una buena bañada, cojo lo básico, un par de jeans holgados con una camiseta cuello V , botines, gafas oscuras o espejadas , chaqueta llena de estampados geométricos de cuatro ángulos y listo se escucha el sellar de la puerta detrás de mis pasos que buscan con urgencia pisar calle.
 

Como un organismo mecánico, recorro los lugares por inercia, nadie me atropella, nadie me persigue, estoy acompañado por nadie. Siguiendo mi ritmo camino y camino por el camino sin que me duelan las piedras al tropezar. Respiro el absoluto, me detengo solo por una buena imagen o un arte visual que mis ojos capturan como musa para un próximo arrebato de estos.


Palpita mi musculo cardiaco en mi carrera por alcanzar el sol antes de que se ahogue donde termina la vista. Cuando existe en mi agenda un superávit de tiempo, lo empleo para saludar a la luna y deleitarla con un fondue avec moi. En mi descenso a la gravedad la noche empiezo a respirar, cubro los hoyos de mi volcán y empiezo a pintar la oscuridad para no asustarme, con pinceles y acuarelas que nacen en la paleta cromática. Cubro mi visión y respiro la bulla, respiro la noche y las criaturas danzan en cámara lenta mientras se filma el videoclip de mi velada que pasara a empolvarse en mis recuerdos como un suvenir solo para mostrar a la visita.


 Que puedo decir, soy un hombre con sueños en un teléfono en espera, que consume el futuro como el más letal de los estupefacientes. Perpetuamente estoy condenado a descifrar señales mucho tiempo después de su efecto. Haciendo del hedonismo mi religión, y practicando el "carpe diem" esporádicamente. Mirar y respirar, pedir más seria un acto de avaricia pero no puedo con mi genio, seguiré inquieto rechazando cualquier signo de conformismo. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo

Fotografía: Gercar PhotograG https://www.facebook.com/gercarphotograg?ref=hl

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