domingo, 22 de mayo de 2011

UNICA EN SU ESPECIE


En lo oscuro, en lo cálido, reposaba mis cimientos aun crudos. El agua tocaría mi boca despues de la palmada profesional. Y mi llanto seria motivo de alegría para otros. Suena a infelicidad. Pero es todo lo contrario.

Un poco de canción de cuna cuando era un gusanito tratando de abrirme pasó entre la seda de tus entrañas. Ahí cuando te daba pataditas, trataba de decirte que me gustó el paso de tus dedos cariñosos sobre tu vientre.

Heredar de grande lo que de niño aun comprendo. Cuando jalaba tus faldas y mis bigotes aun dormían en el fondo de mis poros.  Y ahora me siento áspero como una lija.

Mis mocos salían a jugar en mis puños. Y tú solo me dabas una pastilla infalible la de tu bondad. Cortabas todas las deudas con los monstruos bajo mi cama y dormías con mi pequeño cuerpo bajo tu brazo salvador.

Cuando llenabas de dulces palabras mis hambrientos oídos que no dejaban escuchar nada más que mi llanto, por el golpe en mi rodilla. Y tú solo con un beso poderoso extirpaste el dolor que no se compara el que sentiste el día en que nací.

Cuando tu llorabas, y era por mi culpa. Lo siento. Pero hay  realidades que yo no conocía dentro de tu burbuja, y ahora que la revente por rebelde, por rebelde también tendré que atenerme a las consecuencias, pues si me vuelvo a caer  no puedo hacerte curar mis heridas esta vez.

Heredar un don como el tuyo es como  querer tocar el segundo sol, no existe. Me queda anhelar acercarme a algo parecido a tus palabras sabias que solo acertaban tras cada sandez mía.  Si cambie un poco las reglas era para mi propio juego egoísta. Ahora quiero dejar de jugar.

Tus angustias las tengo contadas de memoria, tus lagrimas las guarde en un desierto para que hagan verde la arena.  Sabes decir lo que no me gusta oír. Sabes oír lo que no te gusta oir y cambias mi camino por el más largo pero con moraleja.

Empecé a volar sin que me dieras permiso. Sin tu licencia.  Pues las clases de vuelo las aprendí lejos de tu voz.  Me estrelle un par de veces, y aun así estas dispuesta a reparar mis alas necias y rotas.

Espero verte siempre y que no me dejes de ver. Prefiero escuchar tu adiós antes que escuchar tu silencio. Mi cariño es tácito porque soy duro como una  roca, pero blando cuando se trata de pedir perdón.

Mis secretos siguen ahí en la cajita sin seguro. Cuando decidas abrirla, espero tu sentencia  como preso sin cadenas, y si he de pagar condena  estoy seguro que no será tu decisión sino la mía. Pues no espero mucho de compresión sino más bien de libertad condicional.

Sigues regando una rama torcida y por eso me gusta tu jardín. Porque aunque nunca recojas los frutos siempre estarás orgullosa de  él, porque lo cuidas como el Edén.

El sol no dejara de brillarte jamás. Cuando decidas convertirte en tormenta, se que mojas mis costas para hacerme reaccionar. Y cuando uso paraguas es porque no puedo más.

Cortas en dos mi visión para dejarme ver el abismo y el sendero. Lo que yo vea después de tu pausa será cosa mía.

Nunca dejaste de ser la persona que siempre vi. Sin embargo yo interpretado papeles dignos de la Academia. Y ninguno me queda bien.

Si me dejaras soñar más de la cuenta, tal vez yo nunca despierte.  Pero quiero diario verte lejos o cerca. Déjame volar por encima de la atmosfera y ver otros mundos. Porque si me anclas a la tierra jamás podre ser una constelación.

No engañes a mis diablillos, ellos hacen travesuras porque quieren tu atención. Mis ángeles me hacen compañía pero a veces los dejo acompañarse entre ellos. Me gusta ser independiente. Por favor deja de regalarme cielos.

Quizás mereces una semilla más fuerte que cuidar. Tal vez yo no  he querido brotar. Yo te quiero, pero quiere mi manera de pensar.  Deja de romper mis ilusiones porque yo no pienso reconstruirlas si quedan hechas trizas.

Deja de ver el bebe de la foto. Y empieza a ver el hombre que tienes al frente.  Si te gusta verme como un dibujo bien hecho, terminaras distorsionando la imagen. Un atentado al arte.

Yo elegí un viaje con un boleto de ida. Pero seguiré tu amor está estampado en mi maleta. Mis ángeles te necesitan más que yo, ellos quieren aprender de tus clases de vuelo.   Yo dejaría de respirar por darte todo el aire del continente. Dejaría de reír. Quiero que seas tú quien me despida, no al revés. Larga vida a tu rol. Porque criaturas como tu están en extinción. Y tú eres única en tu especie.Si alguien tiene que cerrar los ojos para siempre antes que tú,  seré yo.

#G
Anoche, Gercar lo dijo

Fotografía: Gercar PhotograG https://www.facebook.com/gercarphotograg?ref=hl


miércoles, 18 de mayo de 2011

UNA MENTE LOBA


“Para las tuberías del alma no existen plomeros que puedan reparar las fugas de los pisos altos”.

Ahí estábamos mi ventana y yo en una competencia de miradas. Y me vi en la penosa necesidad de despedir al sol que se enterraba en el horizonte mientras la noche le caía encima.  Discutí con mi cabeza y le dije “Es hora”. Recorrí mi celular y busque a mis amigos, los amontoné para una salida más del sexto día semanal que nunca deja de ser mi excusa para volar por la ciudad y caminar sin caminar.  “No es momento de estar bajoneado, es momento de salir a hacer bulla y dejar huella”.

Conocí a esta tipa, hace dos semanas exactamente. Yo andaba en mi necio existir de los sábados por la noche. Es una enfermedad que no se cura. En fin. Andaba yo deambulando dentro de esta selva de tercos sudados de los verbos saltar, gritar y cantar. Me acomode en una silla del rincón, como vi que era incomoda, subí al balcón. Desde ahí contemplé a la raza haciendo fiesta con la música, como un dios que todo lo ve, todo lo sabe y no se la escapa nada.  Ahí ella dirigió sus mojadas letras, realmente sumergidas en el líquido etílico, mal necesario por excelencia. Y luego de unos cuantos argumentos llegamos a la conclusión de que es mejor seguir mojando las palabras hasta que encontremos un tema más ameno. Es así que al llegar el número 3 am en el reloj. Dejamos de escuchar la música y nos escuchamos con atención. Pues de la lengua nuestra, brotó un issue que cautivo mi atención al extremo. Y todo comenzó con una inocente y clásica pregunta que ella soltó: “¿Cómo te ligas a una persona?”

Mi respuesta se quedo en mi tráquea, ahí atorada. Pues yo no sabía si decir la primera pachotada que cruzo el frontis de mi apenas subconsciente sobrio. O quizás era más elegantemente cool, decir “ ja-ja-ja ¿Por qué me preguntas eso?”, es una respuesta que te saca de la situación más incómoda. Pero mi enmudecimiento dijo mas que cualquier letra de mi complicado abecedario mental. Ella sonrió y me dijo, “ Broder, estas en lugar indicado”.

-          “Que, tan capa eres”- le dije seguido de un zip de la botella.
-          “ Se sabe lo básico”- respondió sin titubeos.

Lo demás, es historia. Pero tengo humor de contársela.  Nos sentamos al lado de una pareja en plena temporada de apareamiento. Y nos reímos de nosotros al ser vecinos inoportunos, pero en fin eso se llama, “al alcohol no le molesta”. Encendimos el tabaco bien armado en el  papel blanco. Y sacudió su cabeza luego del letal shot de jagger.

“Tácticas no sé, pero yo prefiero llamarlas maniobras”(ella hablaba) “Es necesario encender tu radar, y capturar un objetivo por solo una noche.  Formas de acercarse a tu objetivo sin que tu instinto de lobo sea detectado, sobran”  

No le entendí. Luego siguió. “la persona objetivo debe ser estudiada en un tiempo record de un par de minutos, y a distancia, si tienes suerte de que el objetivo está en el grupo, podrás tomarte más tiempo e incluso interactuar”.

Me reí, estaba  a punto de interrumpirla, pero me detuvo el humo saliendo por mis labios. Ella continuo: “Uno pide un pucho, Dos no pidas pucho. Se pide con el afán de que el blanco lo encienda. Jamás pidas a tu objetivo un pucho, pídeselo alguien más”. Yo obviamente me ahogue en carcajadas y sin darle tiempo le dije: “ y si no tiene encendedor”. “Simplemente no has estudiado nada, obviamente es ahí cuando usas el Dos, no-pidas-pucho

Mis amigos seguían en su ritual bailable abajo con toda la manada de necios hambrientos de sábados aterciopelados. Yo pretendía sigilosamente escabullirme entre las escaleras y alcanzarlos. Pero ella realmente me detuvo con una sola frase. “Tu inseguridad va arruinar toda posibilidad de que termines este sábado en otra cama que no sea la tuya”.

Pensé que se dirigía a mí, con aires de conocerme a primera vista. Pero fue algo que se decía ella misma mientras mataba el cigarro en el cenicero. “Si dudas en plena misión, ya fuiste. Tienes que convencerte”. Le pregunte en una: “¿Cómo haces para llevarte a alguien?”

“Dos cosas” me dijo: “Una vez que hayas hablado con esa persona, esperas fielmente a que diga una pachotada, te pones exquisito. Y te aíslas de tu objetivo”. Mi cara fue de “?”.  Ok  siempre supe que conocer gente random puede ser una experiencia bastante divertida y sacada del país de las maravillas, donde te topas con la locura personificada. Pero ella estaba tan poco en ese lugar. Su cabeza fácil era un trompo de madera que giraba a treinta mil revoluciones por segundo. Pero a modo de charla cojuda que no me afecta en lo absoluto, continué escuchándola. “Si se impacienta por darte la razón o pedirte una disculpa, BINGO lo tienes en tus manos, o al menos tienes su atención en el bolsillo”.

Hubo una pausa. “Barcelona, te estas equivocando, no puedes seguir…”- cantaba la nena  mientras yo ataba mis agujetas desobedientes que nunca dudan en hacerme caer cuando más me adentro en el licor. “Ya te canse? Viene la mejor parte” (continuo la loba). Me senté a 90 grados y me di la oportunidad de saber escuchar a una persona que al parecer quería ser escuchada. “Cuando alguien de tu interés se encuentra a pocos centímetros de ti. Tienes que usar tus dotes teatrales, tienes que aparecer en su radar. Surprise, no solo tu estas de cacería, la gente también busca blancos a dónde dirigir sus dardos”.

“Tienes que asegurarte de estar seguro de lo que dices. Tienes que decir cosas que no quieres decir. Tienes que hablarle a gente con la que no quieres hablar. Tienes que dar a entender que no te interesa nadie, y que nadie se entere en que estas”. Se detuvo a saludar a un amigo supongo y siguió. “Es mi ex” , “Cuando una persona a si se encuentre a catorce pasos de ti, huele tu instinto lobo. Te lo hará saber, y se acercara o buscara el movimiento adecuado para que tu des el paso novato”.

Estaba a punto de decir mil datos más para mi libreta de cazador. Pero se acerco este dios griego, que me hecho a perder el parloteo.  Ella se inclino poniendo algo en su boca y él encendió el cigarrillo de sus labios escarlata. Luego de dos palabras, se la llevo a la barra y nunca más la volví a ver. Pero dejo en mi oído una frase digna de una estatua ala memoria de una heroína que no tiene más merito que el ser una Pro .  “Funciona, o no. Recuerda lo que dije antes”

En qué momento me utilizo para hacer mover sus fichas, no lo sé.  ¿Era yo  la excusa perfecta para emplear el tiempo en que su víctima demoro en acercarse? Lejos de dejarme un signo de interrogación en la cara, me dejo una sonrisa picara que encierra todo un nuevo conocimiento. En su tablero yo era la pieza clave para el jaque.

Parcialmente me veo en la necesidad de dirigir mis esfuerzos de retención en tratar de recolectar eficazmente posible, todas las confabulaciones necesarias en el campo minado de l’amour. En la guerra mueres, pero en el otro terreno, muere tu pecho en una batalla sin armas ni granadas, sin embargo terminas mas lastimado que cien bombas nucleares frente a tu puerta. Esa noche yo andaba cabizbajo, taciturno y auto-aislado. Pero su conversación me cambio el juego y anote un gol a la distracción.

No necesito irme con rodeos. Mi superávit de tiempo podría donárselo a lanzarme en paracaídas desde mi mente voladora.  Pero aquella noche esa cantidad descomunal de lapso inútil la dedique al ocio de una mente vacía como la de ella. Al principio pretendí escuchar sus voces pedantes de la  experiencia,  pero en realidad terminé escuchando un cerebro con vacantes para neuronas. Quien necesita  embocadas y artimañas a delivery. Si todo lo que necesito para conocer a alguien es abrir mi mente hasta el tope y ser lo que tengo que ser”Yo”. Aquí no hay anécdota que valga. Nada como el dulce existir  de tu propio momento, sin importar estropearlo. Vivir para contar es una filosofía que  me funciona sobremanera.  Y si lo dudas, ve habla con ella. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo

Fotografía: Gercar PhotograG https://www.facebook.com/gercarphotograg?ref=hl


viernes, 13 de mayo de 2011

CHICAS RUBIAS

Sera cierto lo que anoche me dijo una amiga cuando estábamos entretenidos en una nube de humo mentolado  dentro de aquel antro lleno de  vestidos y pantimedias, acompañadas de camisas altas. Frente a nuestros ojos festivos, desfiló una musa con cabellos de ángel: “Las rubias ponen”.  La escuché, moví mi cabeza de arriba abajo para dar a entender un “estoy de acuerdo”. Pero no bastó. Era necesario decir más. Es preciso decir más. Las rubias despiertan esa magia del paraíso terrenal. Ellas llenan de color el vasto mundo del castaño y azabache.  Sin ir más lejos, son un cliché benigno.

En el inicio de todos los tiempos, no hubo tiempo de teñir a los ángeles de colores tierra, y por ende estos bajaron tal cual, rubios. Es lo que me imagine la primera vez que me enamore de este color. En las raíces capilares de lo no común al menos acá en Lima lo que me gusta hacer cuando quedo en estado vegetal es verlas, solo por pasatiempo, y ellas disfrutan de ser vistas.Te entretienen como a un gato enredado en una madeja de hilo. A mí me encanta verlas sobre high heels, y mini-mini faldas. O quizás, tal vez en vestidos strapless, asimétricos donde el hombrito más sexy queda al descubierto y regala un inigualable panorama. Basta con un gesto o una mueca de la dama de cabellos claros para lograr que un mosquito entre y salga, a la velocidad de un caracol, de la boca de aquel pobre hombre que ha quedado en condición de inmovilizado.  

Pongamos en una balanza simpática, el deseo de los hombres.  No hay absolutamente nadie que dude de las virtudes de una rubia. Ojo que digo rubia no gringa. Son polos totalmente distantes. Tampoco quiero que mis largas palabras sean erróneamente entendidas. No quiero que suenen como el accesorio de la última temporada. Las rubias no son eso.  Al contrario ellas dictan la tendencia sobre quien lleva mejor a quien. Es toda una tarea ser “pelos de elote”. Pero no todas son lo que una verdadera mujer platinada debe ser.  Disimuladamente creo en una serie de eventos que deben acompañar al perfil de una rubia:

Una buena rubia debe ser carismática; como la gran Camero Diaz, que con un guiño ya tiene a todos los cine-maniacos llenando de babas lujuriosas la pantalla.

Una rubia, debe ser única, icónica  e inconscientemente coqueta, como la sensacionalmente postuma Marilyn Monroe. La amamos por esa inocente sensualidad que la convirtió en el sex simbol del cine dorado. Si ella me lo ordena yo también me hago amigo de los diamantes. Y solo con verla volamos como su ya epic vestido blanco sobre un ducto de aire en The seven year itch. Es historia.

Una buena rubia debe ser una it girl. Blake Lively, o mejor conocida por el común denominador como Serena Van Der Woodsen la gossip girl. Guapa, alta, piernas largas, que mas debo decir, simplemente tráiganme un extinguidor. She knows we love her, xoxo.

Una rubia debe ser polémica. Paris Hilton es el vivo ejemplo,  la aman, la odian. Lo que es seguro es que donde ella pisa, tal huella quedara grabada en el concreto y jamás pasara desapercibida por los flashes de paparazis hambrientos de destrucción amarillista.

Una buena rubia debe ser poderosa y creativa.  Madonna es no solo cantante es diosa. Reina del pop y reina de muchos sub mundos dentro de este mundo que gira y gira sin poderlo tener.Cantante, bailarina, actriz y iconica; y sigue creciendo sus sustantivos.

Una buena rubia debe ser amada. Debe ser una mujer que conmocione cuando ya no esté presente entre nosotros. Diana de Gales lo logró ¿Por qué sin conocerla la queremos? Eso es lo que una persona alguna vez llamo, los grandes misterios de la vida. Carisma.

Hay muchísimas cosas que no se han dicho y seguiré sin decir. Pero cabe mencionar que lamentablemente todas las rubias están metidas en el gran saco de lo mediocre. La gran pregunta es ¿Son realmente huecas? Yo he tenido un par de amigas de cabellos oxigenados por la naturaleza pura, así que puedo atreverme a decir que… ES TOTALMENTE CIERTO.  No todas, claro. Pero  existen muchas que si no le pones el dedo en la boca, pueda causar una revolución en la cultura.  Recuerdo una vez, que yo estaba manejando muy quitado de la pena, por las calles más transitadas de Lima, y me toco el insoportable rojo del semáforo. Delante había un carro, y a mi costado otro con una rubia en el volante. "Rubia al volante…. constante". En fin estaba ella con una amiga, rubia también. Y la copiloto le dijo a la otra: ¡verde, verde! ¿Por qué no te mueves?! A lo que la rubia le dijo: “Ay, estoy esperando mi color favorito”.

Yo solo digo, no hay peor cosa que rubias que no son. Las raíces negras son un archí enemigo, que delata su cojudez elevada a la millonésima potencia. Esas son las huecas, las que no pueden armar un rompecabezas en un día, porque en la caja dice  “entre 2 a 3 años”.

Yo no me rio de ellas, repito y reitero, las amo. Ellas llenan el mundo de simpatía, ella logran con una sonrisa iluminar una ciudad. Ellas regalan al viento la picardía de jugar con sus líneas amarillas sin friz que emulan rayitos de sol. Ellas regalan a las pupilas toques de colores,  azules y verdes que pintan una mirada frívola, descabellada pero poderosa.  Ellas pueden hacerte desistir. Ellas pueden coger esos hilos que cuelgan desde lo alto en las nubes que mueven tu vida, y manipular tus latidos solo para que bombeen por ellas.

Y que importa. Si todas lo merecen. Gracias a ellas las junglas de concreto se llena de glamour, estilo y actitud. Las capitales de la moda lloran por ellas. Musas de  brochas finas y lentes que captan la belleza de lo real. Las ves, las quieres, las deseas. Y ahí están, abundan  en una burbuja, pero hay. Existe esperanza. No quiero sonar repetitivo y segmentador. Pero a ojos cerrados lo divulgo,  blondes do it better y como bien dijo un sabio hace años: “Los caballeros las prefieren rubias”. Quien se atreve a discutirlo. 


#G
Anoche, Gercar lo dijo

Fotografía: Gercar PhotograG https://www.facebook.com/gercarphotograg?ref=hl


miércoles, 4 de mayo de 2011

MEMORIAS DE UNA PRECIOSA


Ahí parada como un soldado herido estaba ella, agitando la mano a un gran pájaro de acero. Y sus lágrimas hacían del rímel una corriente turbia que  desembocaba en sus labios que ya no tenían más palabras que los silencios del adiós. Y él seguía caminando sin mirar atrás porque si lo hacia ella se convertiría en piedra y nunca la hubiéramos recuperado.

12 meses antes…

Una costa, mucho whiskey  y  la bendita hoja hecha bolas. Todo el panorama solo indicaba una salvajada. Un ataque masivo sin compasión al hígado y las neuronas que contadas hacían solo mil. Ya le quedaban pocas horas de vida a la noche. Cuando unas palabras conversando se quedan mudas, es porque algo las detuvo, el beso del comienzo. Que duro unos instantes mientras el sol asesinaba a la madrugada.

De esa noche hasta el mes. Pasaron muchas horas con elevadas dosis de travesuras. Dos niños jugando a enamorarse. Dos adultos jugando a ser niños que juegan a enamorarse.  Dos corazones que en algún momento fueron uno solo, pero por razones místicas del otro espacio sideral, tuvieron que romper la delgada línea roja entre ellos.

Y ¿Quién soy yo?  Que hago en una historia que parece sacada de la mente desecha de un guionista de la era dorada del cine mudo. Cuando los daltónicos vivían su momento de blanco y negro. Y la actuación era arte. ¿Quien soy yo?  Solo el narrador con cameos esporádicos.

Ella era hermosa,  bella y preciosa todo a la vez. Pero lo que tenia de belleza lo tenia de terca, malcriada y caprichosa. Él no era muy amigo de la ducha que digamos. Sus cabellos hacían fiesta sin el jabón. De colores simples y ropas con más de cincuenta puestas. Él era el que todo lo podía, pero en realidad nada pudo. Era un rostro que todos veíamos con una larga raya dibujando una sonrisa que calma. Pero por dentro ardía Troya.

Hace dos octubres, yo bebía de la soledad de un sábado inmóvil, en la incomodidad de mi cama que se desesperaba por echarme a la calle. Ahí fue donde una llamada cambio mi rumbo. Era Ella la preciosa, diciéndome que soy el peor amigo monstruo de la ciudad, que no había justificación alguna de mi ausencia en sus días. Y bueno, me hizo sentir como un gol en el último minuto, esperado para una noche de desenfreno. Camine a pasos sencillos y desganados, y llegue a donde ellos.

Ahí estaban, vistos en una taberna que parecía una olla llena de grillos. Gritos, rock y mucha función que ver. Ahí conocí a Él. Como todo nuevo en el grupo se bautiza la confianza con el apodo mas a la mano que calce con su perfil. En fin. Pasamos de cómo conocí a Ella a como se conocieron Ellos. Fue la primera vez que escuchaba la versión del cuento de hadas más  lunática. Ahí estábamos él, ella, yo y el resto. Haciendo rituales con la cebada malcriada y la hoja verde que evoluciona a  nueva forma.  Ahí saltando hasta los techos, y gritando al oído más cercano para destruirlo en pedazos de delirio.  Ahí murieron nuestras almas que pasaron a mejor vida al día siguiente. Cuando se va la sombra blanca de tus fosas nasales y despiertas oliendo a nuevo.

Pasaron tres meses, y el año estaba contando sus días.  Mi idea de pasar la víspera del nuevo año era la más predecible de todas. Pero una vez más la llamada de Ella, mi preciosa amiga, cambio todo lo que el universo había trazado para mí. Acepte el destierro a tierras norteñas, donde el sol te da la mano cuando amanece y el mar se convierte en tu confidente cuando de amar se trata.  Primera parada Trujillo, el predestino.  Ahí estábamos El, Ella y yo. Los demás andaban repartiendo pena etílica por otros lados.  

Una especie poco vista de la santísima trinidad del infierno más grotesco. Llenando la playa de nuestras voces y huellas perdidas. La noche de año nuevo se acomodaba sobre nosotros. La preciosa, estaba viviendo el idilio del momento. Estaba feliz y yo feliz por ella.  Como buen amigo que soy, apoye sus cimientos destruidos por el cambio de año. Luego de dos días de recuperación, arribamos a Mancora. La preciosa seguía en lo suyo, respirando y destilando hormonas llenas de dicha. Él solo podía llevarla a rumbos inhóspitos y lugares que solo pocos hombres han pisado.  Siguieron su rumbo por un norte que ni conoces.

Noche mataba noche, y día a día, todo el verano se consumió dejando una sequia de aventuras. Lima era el regreso, y termino con su proyecto de luna de miel. Pero la prosa continúa hasta convertirse en verso. Siguieron su camino tal como estaba escrito. No importaba los clavos en la madera siempre acudían a la misma puerta para llenarse de lagrimas o de besos. Cantaron hasta que sus lenguas desistieron, creyeron en todo pero al mismo tiempo no se creían entre ellos. Aquí empezó la bajada a un agujero sin otra salida más que la fragmentación.

Yo lo veía todo desde mi palco. Ellos desencadenaban tormentas eléctricas, él y ella eran alados, y por lo tanto migraron cada uno por su cuenta. Donde quedaron todos esos otros días de complicidad ¿Por qué se escondieron las caricias tan gozosas de verse al aire?  El final es algo que toda fabula posee. Y es inevitable imaginar desenlaces alternativos. Pero para este solo había uno y solamente uno.

Y ahí estaban, cada uno en su refugio. Cada uno en su estado de molestia, insatisfacción y decepción. Cada uno intentaba drenar las gotas de tristeza que se ocasionaron el uno al otro. Dos caminos que se volvieron paralelos y nunca más chocaron, hasta el día de la despedida. Ahí estaban diciéndose lo que no se dijeron. La preciosa se veía aun más preciosa con las lágrimas dominando su carácter. El vuelo estaba a punto de despegar, él embarco inevitablemente.  Hubiera podido regresar pero si lo hacía, el nuevo final habría sido mucho más complicado, donde ambas partes tendrían más que dar y en definitivo… ¿Él la extrañaría? , ¿Ella lo esperaría?, ¿Ella juraría que no se casaría antes de su regreso?

Llegaron al año con los obstáculos que atolondraba sus decisiones. Pero al fin y al cabo eso debía ser de esa forma. La preciosa seguiría su rumbo, nadie duda que mañana o pasado o ahora, anden muchos queriendo pretenderle. Pero ella no tenía más cabeza para otra cosa que no sea su prioridad. Sentirse bien con ella y guardar todo esto en un cofre bajo arena en una capsula de tiempo.  Esto y más cruzaba por sus ojos al momento que veía a él haciéndose más chiquito mientras caminaba por el túnel.  Ella escribía todo en su mente para luego recordarlo cada vez que veía sus pertenencias con la ausencia de él. Ella derramó hasta la última tinta en su diario. Y prometió que nadie lo contaría mejor que ella. Pero se equivoco. Yo lo conté antes que cualquiera. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo

Fotografía: Gercar PhotograG https://www.facebook.com/gercarphotograg?ref=hl