sábado, 31 de diciembre de 2011

BEDTIME STORY


Hace exactamente tres días que no recuerdo lo que sueño. Lo cual me causa una ligera preocupación en las mañanas cuando intento reconstruir con los retazos de la imaginación lo placentero que fue. Pero las imágenes se alejan en una amnesia que nace en el sonido incesante del despertador. Cada vez que sueño algo lo consulto en mi libros de los sueños, un pequeño artilugio que duerme mi curiosidad de profundizar en el significado de los mismos. La mayor parte del tiempo no sirve, es mejor terminar el día y recién consultarlo, y llegar a la conclusión si son o no charlatanerías.

Haces tres días, insisto, solo conseguía capturar un pedazo de sueño, e intentaba reconstruirlo... iniciaba  algo asi: Estaba en el pasillo de un hotel envuelto en un  trench negro largo y con una maleta. Mi cabellera era rubia, y mis ojos negros azabache, tenia cierto dolor de cabeza y caminaba tropezando con las paredes y puertas como si estuviera bajo el efecto de una droga o luchando contra un potente narcótico. No titubeo en pensar que son escenas extraídas de justify my love de 1990.  Una puerta se abrió, yo me detuve unos pasos más adelante, y la maleta se desentendió de mis dedos, cayó, para luego caer yo. Ahí de cuclillas, la ausencia de aire y el abrazante calor, me encendieron las teorías de la relatividad y otras ciencias mundanas que hacían hincapié a una sobredosis de deseos calentones... no había aire acondicionado, procesar  sustantivos o verbos me resultaba casi imposibles. Desvariaba. Mis altos instintos habían descendido...

Detrás la persona (coprotagonista)  se acercaba en  cámara lenta, en medio de distorsiones que mis ojos adaptaban. Finalmente la imagen se hizo nítida, una suerte de high definition, empecé a tocarme la entre pierna y mi esperaba despierto el “ese que te platique”.

Su lápiz labial se mesclaba con mis labios rosas. El chicle pasaba de una lengua a la otra. Los narices se  entrometían entre ellas. Mi sudor abandonaba mi piel maniática descompuesta, que se abría y cerraba cual luz del techo antes de prenderse totalmente. No veía nada pero sentía todo. Me costaba resistirme, pero disfrutaba no hacerlo. Mi cuello se convirtió en una especie de manzana acaramelada, con la misión de ser lamida hasta el último espacio seco.

Repentinamente estábamos en una de las habitaciones. Y charlamos.  Su encaje tal, que no menospreciaba el cuero, teñidos que amenazaban el natural. La arquitectura de su cuerpo unían sus vértices a los míos dejando línea puras y geométricas. Inaugure su presencia interior con mi saludo de mano. No quería hablar, quería no-hablar.  Y vi que me intento no tenia impedimento po po pop o po po p o  po , nada entiendo, pero hay un sentimiento… esos no eran globos, eran  dos atmosfera resguardando un agujero negro que me absorbía el aire oral.

El pasado sucio de alguien, puede ser el futuro brillante de otro, mio quizás. No tiene nombre, su universo se me cerró, me limito a mostrarme todas sus estrellas de lejitos, pero me quemaban de cerca. Tres veces medalla de oro en bedtime story. Que tal mentora! maldita la maestra, maldito el aprendiz.  Sus historias me cargaban de adrenalina jocosa que segregaba mientras su voz detonaba entre las cuatro paredes. Que voz. Orgasmo al oído.  

Lo más inverosímil del caso es que yo me creía que estoy bien. Cuando es todo lo contrario. Seguía con la visión borrosa, como si estuviera en una nube de humo verde-rojo, amarillo. Parecía que dentro de mi vaso hubieran pasado en fila india, ron, vodka, champagne o lo que fuera sin duda incluía  red red wine…Trotaban mis neuronas para acomodar una idea, pero no podía decir nada. El calor seguía desamarrando los nudos de una pasión. Los besos estaban regados en el piso, seduciendo a las partículas de polvo que levantamos con nuestras piruetas dignas del circo de Moscú... o el que fuese, el que quieran.

Pero si mi paciencia estaba en minúsculas, debía ver más. Pellízcame pellízcame, le decía a la criatura de otro mundo que sabía lo que quería en el mío, lo sabía todo.

Dicen que debemos sucumbir. Las hierbas se hicieron para la tierra sin embargo terminan en las inglesas tazas de té de las seis. Entonces debo sucumbir.  No lo quiero. Pero es matar o ser matado. Como un péndulo, su collar en forma de cruz se columpiaba como niño en parque de diversiones y hacia de mi cabeza un trapecio de un lado a otro, donde me hipnotizaba bajo los efectos del deseo.

Mi mente camina sin mi permiso y se hace especulaciones, vive de ellas. Mientras estoy viajando en los brazos de la inconsciencia, acurrucándome sobre su cuna perdiendo logica y control. Esta todo callado hasta que el susurro se convirtió en silvido, exagera y mi Yo interior se desconecta con el cable del surrealismo; "epilogamente" mi cama termina alineándose al despertador, la sabana húmeda y mi inocencia que se vuelve coyote cuando está dormida. El día se levantó con la mañana izquierda. Ni modo "a soñar despierto se ha dicho", después de todo los dulces sueños están hechos de eso...

#G
Anoche, Gercar lo dijo


¿QUIEREN ARTE Y SUEÑO?
MADONNA "BEDTIME STORY" 1994

martes, 27 de diciembre de 2011

Y SIN QUERER ENCONTRÉ A ROSE!


Con mucha pereza y zángano aun, el sol se asomaba por el vidrio de la oficina. Yo ya no la buscaba y precisamente por eso es que volvió a mí como un boomerang de larga duración tan extensa que quizás dio la vuelto al mundo en 80 días, exactamente 80 días después de que me dejo la despedida mas desabrida  y tibia.
Había aprendido a hacer funcionar mis pulmones sin respirador artificial sin tener que recordármela, me había rehabilitado, porque si la vida te da limones uno hace limonada, pero yo hice caso omiso a los mandamientos de la ruleta rusa y seguí girando en mi eje hasta vomitar. La expulsé de mi sistema porque me estaba dejando inmune. La extirpe como un apéndice del cual puede prescindir.

Estaba sentado, quieto e inofensivo, pero las puerta se abrieron como un abanico y entonces su ráfaga me aventó hacia arriba los pelos de punta y por la luz del día hice chiquitos los ojos y me los sobe hasta ver claramente lo que sucedía. Ella entro y su silueta la dibujaba la contraluz del lobby, toda su anatomía pensé que estaba olvidada solo me quedaban retazos de una muñeca destejida en mi memoria, pero al verla nuevamente arme todo el rompecabezas en mis células craneanas, y la vi bien, era ella o quizás no; todo esto pasaba en mili mini segundos, entonces la blusa de tela delgada me ofreció la respuesta, se podía traslucir… busque  y lo encontré!! el tatuaje del pecho, no había duda, ella regreso, ella era Rose.

No cruzo palabra conmigo, no tuvo ni una migaja de mirada para mis ojos anonadados, ella siguió de frente y no supe que hacer, ni uno solo de mis nervios reaccionó, mi cuerpo no me obedecía, obstinado como ella cuando desfilo delante de mi si ningún reojo hacia atrás para saber si era yo.
 
Mi mente se durmió por fuera, estuve en coma físico por uno minutos, era ella. Era Rose, era el tatuaje en el pecho, era el mismo derriere la misma mirada, la misma alma rock domesticada en un traje sastre de entrevista ejecutiva.  Todo volvió a mí como un cohete que fue al espacio a ser reciclado repleto de sus recuerdos, pero que rozo mi gravedad y estrello delante de mí.

 La tarde del 23 de septiembre se convirtió en la mañana del 21 de diciembre, aquella fatídica primavera ahora había evolucionado a un  verano que me lleno de sal y arena los sentidos, aturdiéndolos  bajo sus olas, y en vez de limpiar, la marea me trajo todo el recuerdo que en vano trate de ahogar. Sus pitillos se habían convertido en anchas bastas, la camisa a cuadros en una blusa de vuelos que parecía un ángel de oficina. Todos pero absolutamente todos los tatuajes estaban de camuflados, de incognitos, sumergidos bajo la piel de la ropa. Parecía una dama, y no diga que nunca lo haya parecido, pero honestamente esa no es su “onda”. Ella es como una diosa del rock, y sus cabellos desordenados eran la sombra de los rulos cuidadosamente peinados de aquel día que la volví a ver, cuando ya daba por vencida toda esperanza verde que se asomaba a mi cabeza como una nube negra que me perseguía dándome lluvias acidas de recuerdos grises.
 
Se me caían los lapiceros, el teclado me detenía el calambre absurdo en las yemas de los dedos. Sudaba frio y mi cuello a punto de colapsar de tortícolis producto del acto de tener mi cabeza a unos 90 grados de mi eje mirando las escaleras para detectar en qué momento descendería cual reina de su castillo. Mis ojos se abrían y cerraban del sueño como una persiana descompuesta, el café se hacía añicos en mi lengua que todo lo pasaba amargo. Mi mente y manos no se comprendían, más torpes que nunca resbalaban los papeles como mantequilla. Y sin previo, venía a mí como una jauría una serie de ideas que comenzaron a ladrarme la cabeza, “¿Que se supone q debía hacer?” Era Rose, no había duda, la prueba del delito (el tatuaje en el pecho) era todo lo que necesitaba para resolver el misterio. ¿Qué le diré? ¿Qué me dirá? ¿Me atreveré a decirle algo? ¿Le diré lo que nunca le dije la ultima y primera vez que la vi? Pero ¿Y si no me reconoció? y ¿si lo hizo? y ¿Si lo hizo y simplemente me ve como un "check" más en su lista negra? ¿Qué hago? ¿La sigo? ¿Le hablo? que le digo? “escogeme, elijeme, amame?” Me sentía como en un “previously on ger’s anatomy o gercar’s modern life”…

Los escalones empezaron a hablar, las agujas de sus altísimos zapatos entonaron la música de suspenso y erotismo que infectó toda mi espina dorsal en ese instante. Era ahora o nunca, o la sigo o se me desvanecerá entre la luz del día de la puerta abierta.Cruzo delante de mis ojos como una mariposa que no se posa en ninguna flor y se detuvo por la puerta tal y como entro, altanera presumida y orgullosa, el rouge de sus labios parecía que le iba a quemar la boca en cualquier segundo y yo estaba dispuesto a apagar ese fuego lento. Las perlas en su cuello parecían frescas como recién salidas del fondo del mar y me seducían las gafas oscuras que aun no las bajaba de su frente, seguía de pie justo ahí en medio de todo mi mundo, recogió todos sus rulos de un solo puño y los elevo hasta los techos, los amarró. Todo parecía un espejismo del verano, como una fotografía perfectamente capturada en slow motion. Como si viniera de otro planeta, como Milla Jovovich, en el quinto elemento, así de vital para mi, su exótica me detuvo en la silla.  Dudaba de mí, no sabía cómo detener semejante cometa que parecía incendiarme las manos. 
 
Entonces ella salió sin ningún miramiento, enfrentó la luz solar intensa, que recordaba a un Egipto dominado por sus pirámides que en ella se hacían curvas en stilettos. Bajó sus gafas y avanzó dejando el perfume de siempre detrás, el mismo de aquel viernes de hace 80 días, y como si el aroma tomara forma de migajas de pan, seguí su rastro hasta la avenida. La detuve con una voz de mando que parecía sacada de un pelotón de algodón, tan delgada aguda y sin ningún ruido molesto. Ella volteo justo antes de que le tocara la espalda con mis dedos cobardes. 
 
"Hola, eres... te acuerdas de... nos conocemos…o quizás me estoy confundiendo"- tuve que detener mi cara que se caía de la vergüenza.
“No, no te estas confundiendo, claro que nos conocemos" dijo Rose fría y distante, ahora ella tomando el bando de los fríos y desinteresados el mismo que tome yo la última vez aquella vez.
 
Estábamos frente a frente, como cuando nos despedimos esa vez, pero reencontrándonos. "No te volví a ver" le dije mientras me sonaba los dedos de los nervios.  "Regrese con mi novio, nos vamos a casar”... fue entonces cuando el cielo colapsó. Retome mi actitud de “bajo cero”  a quien no le importa nada y seguí. “Como has estado" , "bien gracias y tu"-ella respondía- , frases de siempre preguntas de toda la vida respuestas cortas y desinteresadas. "Cuando salimos?" le dije sin duda alguna a la prometida del infeliz ser humano que la ensortijo. "Ahora puedes?" respondió ella sin titubeos- "Absolutamente" le dije.  "En media hora te llamo" me dijo. Nuevamente no le pedí su número, toda fe había sido derretida a punto de cera.
Regrese a mi silla, contemplé toda la sala buscando algo en que fijar la mirada y pensar sabiamente. "No es ella, me la han reemplazado". "Donde está su erotismo" " donde esta Rose?", ”hablaba como ella, se movía como ella, me miraba como ella, pero no era ella” (cliché).
No había mas que decir, me senté con mi cerebro al lado en una conversación de hombre a hombre, ambos lados de mí trataban de conciliar las cosas. Y llegamos a un veredicto "ya fue". No vale la pena correr tras algo que no se detiene a esperarte, es Mr. destiny diciendo que no le busque cinco pies al gato y entender que solo tiene cuatro. Además la mágica lujuria exquisita que parecía un elixir que jamás saciaría mi sed, había desaparecido se había secado. No era la misma Rose. Entonces me repuse, simultáneamente mi organismo empezó a segregar células vivas.
 
Llegaron las seis en punto, camine toda la avenida en busca de brisa fresca que rebotara en mi cara y me hiciera el favor de cambiar el aire maligno que ya estaba dentro de mis vías respiratorias. Llegue hasta el parque Kennedy. Marque un par de números solo para buscar compañía, camine un poco más hasta que subí a un bus. Con la ventana abierta veía a las calles que se quedaban atrás. Su ropa la veía en otros cuerpos, su nombre lo escuche en otras bocas su collar de perlas lo vi en otros cuellos, todas las señales eran entrometidas. Hasta que desde el fondo de mi bolsillo su llamada confirmaba las señales que no dejaban de perseguirme, lo menos que me imagine en ese momento es que los sueños pueden hacerse realidad…
“ Disculpa por llamarte recién ahora, se me hizo tarde,  Starbucks en 5 minutos?”, dijo su voz a través del aparato, entre claxons y bullicio de autos en neutro.

“Si, en cinco, nos vemos”. Dije, colgué y baje del bus. Corrí hacia donde ella esperaría. Pasaron 10 minutos y aun no llegaba. Seguí corriendo para  tratar de llegar a tiempo, pasaron 15 y llegué  y la vi que se marchaba.  -“Espera!”- le grite. Ella se detuvo.

Caminamos hablando de su vida y la mía en esos 80 días sin vernos. Miraba su escote y tenía ganas de arrancarle las prendas de un solo mordisco. Todo era rápido ahora que había despejado todas mis noblezas.  Yo no aguantaba más, se me salían las hormonas por los poros, y se la solté:

 “Quiero besarte, no me importa si te vas espantada o si tienes novio, quiero besarte  ya no quiero sentir este nudo en la garganta sino más bien un nudo entre nuestras lenguas, y si no me llevas a un lugar donde pueda hacerlo, te besare en la calle en plena vía publica en medio de un semáforo en rojo, lo juro, lo hare “.

Se sonrió, miro a todos los costados y me jalo de la mano, me metió a un restaurante donde podía oler solo a pastas, la gente estaba concentrada en sus boloñesas y parmesanos. Nos encerramos en el baño, ambos frente a frente como la última vez que la vi, subió su mano desató su cabello, mis manos prensaron su cintura como cinturón de seguridad y nos besamos con toda las altas dosis de antojos del uno hacia el otro, nuevamente un instinto caníbal de la era del hielo recorrió cada vena a modo de sangre hirviendo que erecto nuestros átomos más recónditos, a punto de comernos el uno al otro solo con besos. Finalmente era ella, la reconocí, por fin, y entendí todo; ella es Rose, y yo fui uno más en su lista, sus dulzuras de la mañana no eran más que perfectas pantomimas inescrupulosas e histriónicas que cerraron el telón para esta nueva escena. Y sin disfraces, sin pudor ni decencia transformamos aquellos remotos metros cuadrados del baño en un vulgar burdel de a dos.  Como dos químicos radioactivos, nos mezclamos en aquel tubo de ensayo, y sin explotar contaminamos todo el lugar del sexo mas desgarrador, adictivo y simpatizante. Rose era una experta, y yo el novato en sus manos, lo entendí todo. Esto era solo lo que necesitaba una porción de voltaje a gran escala, solo eso. No estaba enamorada de ella, estaba fascinado porque todo lo que veía era rojo.

La encontré imprevistamente, es lo que queda decir. Como cuando buscas el zapato o el calcetín que nunca encuentras o la aquella llave que nunca sabes donde la dejaste y te cansas de buscar. Yo me cansé. Pero cuando dejas de buscar entonces la fortuna te pone lo que quieres frente a tus narices sin previo aviso.  Como desenlace, nos desenlazamos los brazos que parecían camisas de fuerzas resistiéndose a soltar a su víctima. Rose me permitió contemplar el tatuaje de su pecho, brazo, tobillo, pierna espalda, todos!! Y antes de que la puerta pidiera auxilio salimos con una sonrisa malvada y picara, como niños que se comieron las golosinas a escondidas, y vaya que las comimos. Cruzamos la calle, me amenazo con llamarme y yo con invitarla al cine; y seguíamos planeándolo mientras nos alejábamos, porque la vida sigue y tenemos planes tenemos clases, tenemos entrevistas tenemos cenas y reuniones.

“Me llamas”  “Te llamo” “ Mañana?” “quizás si quizás no”.  “Vete Rose antes que corra tras de ti”. “Adiós”, me dijo finalmente. Es lo que paso esa tarde. Y lo enterré vivo ahí. Lo dejo ahí, renuncio a cualquier próximo intento de encuentro, tiene un hermoso anillo y yo un brillante camino por delante. No habrá rosas pero si espinas a las que me acostumbrare con curitas y vendajes. Si las olas de la vida me la devuelven en un naufragio hasta mi puerto, pues tendrá que pasar así. Pero no más búsquedas. En la vida los buenos momentos no duran lo suficiente, pero dejan un sabor agridulce en los sabios, me quedo con el más agradable. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo



viernes, 16 de diciembre de 2011

IT'S MY BIRTHDAY, BITCH


Existe un día del año, en el  que crees que todo será perfecto. En el cual si pides el deseo en la vela antes que esta se derrita y cerrando los ojos podrás obtener lo que quieras. Es tu dia, eres el dueño amo y señor de todo a tu alrededor. Todo lo mereces todo lo quieres y de vez en cuando todo lo obtienes.

Como dijo una vez Meredith Grey (estoy enamorado de ella): "Existen estrellas fugaces, fuentes con monedas oxidadas en el fondo incluso cruzar un tunel conteniendo la respiracion , las doce del 31 o las velas de un pastel de cumpleaños; formas cojudas de pedir deseos que estadisticamente jamas llegan".

En ciertos casos, crees que ese dia ( el de tu santo) puede pasarte lo mejor de tu vida. Como si estuviera escrito en algún garabato de profeta barbudo. Sientes que la persona que esperabas y dejaste de esperar por fin va a dejarte mas que un regalo por la chimenea. Finalmente cara a cara estarán y no será suficiente la medianoche para romper semejante conjuro.

La felicidad esta en letras chiquitas, nunca se ve. Cuando llega parece que le apestamos, porque en instantes o pocos días se va sin más ni mas, dejando un entusiasmo malacostumbrado, un desaire, un rencor. 

Excesos, disfuerzos todo viene sin envoltura. Es como un rey esperando lustren su calzado, un dictador ordenando a sus subordinados, un príncipe en busca de princesas que besar y zapatos de cristal que calzar. Se desata el moño y empiezan a dominar cada minúsculo segundo de ese día. No hay escape todo pertenece al agasajado. 

Cuando se acerca tu cumple se crea automáticamente una cuenta regresiva. Los números están por todos lados, tus uñas se quedan clavadas en las hojas del calendario, tachas las vísperas, destierras los ayer para dar paso a un hoy que tiene un ciclo de vida de tan solo 24 horas. Tan poco tan significativo tan inexacto.
Para los tontos el cumpleaños representa un día de hace varios años que supuestamente es el mismo.  Donde el pastel es como el genio de la lámpara maravillosa que después del canto te mira bañado en chantillí y manjar blanco como susurrando “tus deseos son ordenes”. Gordo mentiroso.

"Que tus sueños se vuelvan realidad", depende de tu actitud y talento para la manipulación de sucesos y mentes lentas a tu alrededor. Todo esta en tu dedo y engreimiento. Nada puede ser cuadrado si quieres todo redondo. Lamentamos que sea flor de un día, pero la espera nos mata.

Ese previo es peor. En cierto modo se convierte en expectativa sobre valorada. ¿En verdad nos hace feliz envejecer y aumentarle una cana más al cuero cabelludo? A los del mes de diciembre tienen dos oportunidades en todo el año casi juntas para pedir un deseo. Un maldito y estúpido deseo, que no hace caso, es irreverente, obstinado y muy mal educado porque hace caer con tropezones angustiantes que matan la capacidad de tolerancia y derrumban todo muro de adobe que al contacto con el agua lacrimal se deshacen y todo el día se pasa en el lodo.

¿Por qué será solo un día? ¿Por qué pensar en que deben ser más? Ya lo dijo una vez el gran sabio sombrero loco a la hora del té, “estamos celebrando el día del NO cumpleaños”. Eso si es felicidad destapada y sin Coca Cola.  Le doy toda la razón aunque eso me convierta en un descocado y chiflado. En busca de la felicidad miles pierden la carrera, las tortugas ríen al último y los conejos corren veloz, al final nadie es feliz, todos odian a la tortuga por suertuda y al conejo por huevon.

Lo más patético son las listas que he hecho y tengo coleccionadas como un recuerdo inicuo que en verdad es nocivo, sigue alimentando mi hambre de sueños innecesarios. Estoy atrapado en una red aun mas grande que la de los pescadores. Si me muevo caigo al agua nuevamente y me ahogo y si no sigo atrapado, no hay opciones. Asimilo que todos los santos hoy se descuidaron de mi tablero y me dejaron jugando frente a la reina asesina que me arrincona como un peon ratón.

Si fuera legal estaría volando sin coordenadas. Asi se han pasado varios diciembres anelando y sembrando nuevos eneros para cosechar marzos propicios y obtener frutos en septiembre primaverales.  Pero la flor muere en noviembre y regreso a la semilla nuevamente. La semilla de deseo, que me tiene en una maseta sin agua, ahí rodeados de hongos. Al final todo está justificado, y con puntos y comas me harán una factura por daños y prejuicios. Me han de dar la mitad de las escrituras del Edén por reparación civil. Mientras tanto iré pensando un nuevo deseo, con suerte termino bajo tierra o bajo el sol. Porque en la ciudad como en la que yo vivo, los buenos momentos no duran lo suficiente. Disimula y haz de ese día un respiro. Who wants a piece of my cake?  It’s my birthday, Bitch. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo

domingo, 4 de diciembre de 2011

TE ETIQUETO, TE CONDENO


En el mundo o mejor, en la ciudad gris,  hay algo más letal-mortal que las enfermedades de transmisión sexual, una aguja infectada o un baño de disco en Barranco. A simple vista parece moda o tendencia. Cuando miras mas allá de lo evidente, descubres. Son submundos, tribus urbanas que se hacen masas y rechazan a invasores o gente “diferente” a su raza social.

En mi vida me ha importado la providencia de la gente random que me ha tocado conocer en mis sesiones con el jazz dentro de un bar. Los monólogos con mi cigarro son la ante sala a encontrarse con nuevos especímenes. Pero hoy interpretare a un hater, y a modo de satisfacer curiosidades, desarmare los componentes de las llamadas divisiones sociales con mi propio desarmador, abstenerse de llamarme criticón, en mi defensa diré “just for fun”.

En algunos casos se heredan, se adoptan, se escuchan, se leen o se aprenden, en otros se nace con ellos.  O no te queda opción, la influencia in solicitada te hace mendigo de más.  Abundan chorreados por toda la Lima nuestra. Las ciudades cosmopolitas son su alma mater. Y dondge mas tienes oportunidad de verlos y gratis” es en el vasto mundo de la noche juerguera en todo el oeste de la ciudad.

Reitero yo no repito lo que escucho, solo escucho y conspiro. Armo mis huevadas dentro de la cabeza, la mezcla es bien heavy, pero todo se asimila.   En mi opinión: “Estas mal del ano si crees que puedes señalar tu puto dedo hacia otro puto humano que también tiene su puto estilo el cual es criticado por tu puto grupo”.

En soledad somos aguante, nos sentimos una esponja que absorbe y absorbe y  nos la guardamos  con todas las palabras adecuadas para describir subliminalmente en clave de sarcasmo el estilo que desfilo frente nosotros. Cuando en grupo estamos, la soltamos toda, y aniquilamos al ser viviente que refleja en su outfit algún estilillo sacado de una revista o subcultura.

De eso estaba yo precisamente hablando, de la descontrolada tasa de ondas que ha hecho de lima su nido de estilos, irreverencia, actitud y moda. En esta oportunidad existe un top 5 estilos más odiados, los cuales yo no odio, pero tampoco los celebro, es mas no se que hay de malo en ellos, pero a modo de ser basura proyecto mis puntos de vista de cada uno. Aunque en la vida real, como un chicle, puedo masticarlo mas no pasarlos.

Hipster: punto y guion, el virus más reciente, se desencadenó su bacteria más rápido que la Aviar, h1n1 o fiebre amarilla. Estamos rodeados de ellos. Identificación: pitillos, si opción a usar los bolsillos, converses con agujetas fosforescentes, gafas multicolor, retro o de color normal pero sin prescripción médica de medida, cabellos cuidadosamente desordenados, cuellos V, polos tono neón, chillón o estampados que literal los hacen ver como un “cool irreverente”, entre otros. Tienen una obsesión por la apariencia de su imagen, necesitan 67 fotos de perfil para quedarse con las cinco mejores. Pretenden saber de todo, pero solo es eso “pretender”. Son una tribu urbana en su apogeo. Usan la bisexualidad como su aliado para obtener las miradas sin tener que serlo. Aman los raves o se aguantan en el intento. No comen carne porque no es ecológicamente sostenible. Aman el cine independiente y quieren saber antes que nadie cual es el último grito de la moda, el cine, música etc. Las carreras de diseño, fotografía, audiovisuales son fabricas de estos seres bastante monos.  ¿Eres uno?

Bohemios: Son los más criticones en mi experiencia. Inclusive juegan a ser dios en el terreno no celestial, señalando caletamente criticando y destruyendo sin querer queriendo a los demás movimientos sociales juergueros juveniles decadentes. Identificación: por lo general no se bañan, usan quizás el valor de un dólar durante toda una noche de sábado, no son derrochadores sino más bien arrochadores. Conocen la discografía entera de los Beatles, son artistas, escritores, tienen plata pero no trabajan, en su mayoría. Pelos largos en los hombres con cantidades industriales de grasa la suficiente para freír tocino. Tatuajes que por sí mismo exclaman  “soy cool pero sin decir que lo son”. Odian el pop, a Britney Spears y creen que aura y gótica son toxicas.

Emos: (it pronounces imos) le entran al metal as well. Antisociales según las lenguas. Serios, sarcásticos, sabelotodo, jueces de la vía pública, no paran de criticar al gobierno, a la vida, a la muerte y a sus compañeros del cole quienes los trataban mal y los aislaban como el pedo ajeno. Identificación: el icónico cerquillo, mirada estratégicamente perdida, pantalones apretados (también hay lugar para los holgados), prendas góticas, uñas negras en mujeres y también en hombres, politos con estampados de sus bandas famosamente desconocidas. Aretes en toda la cara, diez en la lengua. Si es que tienen facebook, ponen a Kurt Cobain en su foto de perfil.  Y odian a parís Hilton.

La lady: (agg), la chica aura, que no sabe lo que es pisar tierra por culpa de sus high heels. Celular en mano, movimientos de cabello disforzadasos. La formula es sencilla, ellas se creen buenas, juegan a ser tontas para “caer bien” porque saben que no lo son, pero en realidad lo son, solo que no lo saben. Usan tintes, bolsos o carteras.  Juntan los labios como una pequeña trompa cuando pasa un chico para que desde afuera se digan “soy sexy”. Algunas son extremistas. Creen que el mundo puede cambiar solo diciéndolo. Admiran al Papa y creen que Miuccia Prada debería ser presidenta. Su primer destino en la vida es Paris y New York. Sus veranos son Asia-Lima,  Piura Asia, Norte-Asia, Asia-Miami, Asia- el Caribe (Varadero, Punta Cana, Costa Rica, etc)  y más Asia. Identificación: son lindas al tacto, sonríen, se esfuerzan mucho y no fuman a menos que alguien las vea para que boten el humo de la manera más regia posible.

Wannabe: No sabe de dónde vienen ni para donde van. Lo único que hacen es  nutrirse de uan dieta estrictamente ajena, lo que tienen alrededor, lo encierran en su pupila y ensayan en su habitación o en el espejo de la sala. Todos los compadecen y miran con gracia, y ellos piensan que las miradas son de reconocimiento por ser tan fresh, cool, fashion. Quieren la aceptación de un grupo a todo costa! En palabras cortas, son aspirantes a cualquiera de los estilos anteriores, sin saber nada de esos mundos, solo la ropa los acoge.


Al que le caiga el guante que se lo chante, en esta ocasión si la etiqueta te vende a buen precio, seras la comidilla de los depredadores. Nuestra imagen nos vende. Desde el peinado hasta el zapato, pues dime que calzas y te diré quien eres. estamos condenados por lo que usamos.

¿Estás en la lista? A quizás en la de espera. O quizás en proceso evolutivo, desafiando a los homosapien,  y tratando de renacer la era de la migración a territorios desconocidos como un moderno éxodo. Tal vez me fui de lengua, no hay maldad en mi percepción. Tengo que decir: haz lo que mierda quieras en este mundo, deja tú huella indeleble hasta que venga el tren a recogerte. El uniforme de ángel y demonio no lleva bolsillos, nada te llevaras olvídate de adquirir gadgets.  Así que busca un buen file de experiencias. En mi caso busco aventuras dentro del verbo vivir. Recopila, apaña, junta todo eso que quieres y sal a conseguirlo, porque cuando estés frente a San Pedro o San Diablo, dejaras todas tus pertenencias en la entradita incluyendo el blackberry, en posesión de ellos, calatito nomas a pagar por tus huevadas. Y si no me crees, jala el gatillo y metete un tiro. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo