A veces siento que no voy a poder. Siento que sigo siendo la misma semilla
de hace 10 años. Mi mente sigue allá en los inicios del 2000’s creyendo que cada pedazo de vida es solo algo divertido que
puede tener un chiste o un momento optimo de risa de alta frecuencia. Todo este
tiempo sigo creyendo que la vida es un parque de diversiones, mi mente no ha
crecido y sigue paseándose en el carrusel, girando en su propio eje.
Pero no voy a resistirme. Lo admito, soy un niño y también un inmaduro. Y
quiero seguir siéndolo, (pero muy dentro de mí: quiero cambiarlo). Me hace joven, me hace
espontaneo. Lo disfruto, lo respiro. Creo que todos queremos un poco de eso. Seguir
saltando sin mirar abajo, quedar suspendidos en el aire más amable que nos
acaricie y nos arrulle como una cuna de nubes almibaradas.
Creo que llorar por lo que no podemos cambiar es un caso perdido. A veces
nos sentimos con ganas de llamar la atención y recurrimos a las lágrimas. Al pañuelo lo lastimamos mucho con lágrimas tontas. Lo torturamos con manos hasta que drene la última gota
salada y seguro seguirá húmedo. La atencion requerida no es equivalente a la atencion obtenida por ende optamos por este llanto caprichudo. La depresion oficialmente ya es #OldFashion.
Mis deseos son triviales. Son materiales. Pero hoy he descubierto que me
gusta la idea de no tener nada. Ser pobre en oro pero rico en sueños y conocimientos.
Me gusta escucharme hablar sobre algo con fundamentos y con mi propio análisis. Estoy dispuesto a quedarme sin nada si eso
significa dejar de estresarme por ser “el mejor”. No quiero pertenecer al consumismo
y capitalismo. Esas son bestias que nos devoran
y chupan nuestros huesitos hasta zacearse.
Yo quiero seguir siendo un niño con pies descalzos y mocos al suelo. No quiero
admirar a nadie. No más reglas de cómo ser. Seguiré siendo igual de torpe. Actuare
con cautela cuando deba, pero ósea eso: “actuar” mas no seré yo al 100% , seré histriónico,
cómico y serio cuando deba serlo. Pero seguiré siendo el mismo malcriado, caprichudo
y engreído de siempre. Quiero serlo.
¿No están hartos? ¿Acaso les gusta? Horarios, buses, taxis caros, mañanas
heladas, voces gritando, clases que tomar, diplomas que obtener, papeles que
tramitar, ceremonias a la que acudir, cenas caras, cafés caros, comprar un
auto, un Smartphone, un departamento vista al mar amoblado por la más
vanguardista visionaria del medio, obras de arte que cuestan lo suficiente para
alimentar a una familia de la calle.
No consumimos al mundo, el nos consume. Nuestra mentalidad ha cambiad #PrefieroLaPrehistoria. Hoy prefiero seguir soñando que no llegaran los años
planchados. No quiero recurrir al botox. No quiero arrepentirme de no haber
intentado ser humano y no robot como todos los demás. No quiero estar
enjaulado, a menos que sea por amor.
#G
Anoche, Gercar lo dijo
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