miércoles, 4 de julio de 2012

¡SÁCAME DE AQUÍ!


Si estás leyendo esto por favor, créeme estoy de rodillas, te lo suplico, ¡Sácame de aquí! Si puedes hacer espacio en tus alas, déjame subir. No ocupare mucho espacio entre tus plumas y mi maleta esta casi vacía porque lo que más necesito es mi libertad, y eso pesa mucho pero no ocupa espacio porque es libre.

Usa todas esas rocas (mis “rocas”) y haz una escalera hacia el cielo. Donde nadie puede alcanzarme, yo creo que tú sabes que quiero un boleto sin regreso. Que el  último tren tiene mi nombre en sus vagones. Quiero correr con los ojos cerrados, quiero ignorar lo que me espera más adelante. Quiero que me tomes del tallo deshojes mis hojas y me soples al viento. Esparcirme como un montón de polen de una flor casi marchita, que necesita resucitar de sus semillas.

Déjame tomar las riendas de mi carreta, déjame halar de los caballos. Quiero ser el capitán, jefe, gerente de mi compañía humana. Déjame vendarme y manejar a 200 kilómetros pro ahora de la línea equivocada. Déjame irme a la deriva, déjame perderme para aprender a encontrarme.  Porque todas las cosas que me dicen siempre ha sido una serie de eslabones que uno a uno han atado mi tobillo dejándome limitado.

Déjame gritar, para escucharme. Déjame renacer en la naturaleza, que se aleja de los sonidos del mundo que por lo general están repletos de prohibiciones y mascaras. Déjame bailar solo para luego encontrar compañía. Por favor, deja la puerta abierta, que necesito extraviar mis sentidos y que ellos se hagan más fuertes.

No necesito un doctor, oh quizás sí, doctor por favor prescríbame algo, doctor doctor, necesito medicinas, me hacen falta vitaminas. Mi cuerpo quiere un héroe, ven rescátame. Hazme justicia, tócame, tómame sácame de aquí. Tráeme a la vida, porque siento que todo funciona menos mi alma que en paz descansa. Soy muy joven para desahuciarme tempranamente.

He estado bebiendo el agua equivocado, me he convertido en un poseído por las reglas. Soy un zombi más que deambula noctambulo por las calles más cosmopolitas. ¿Y qué? Sigo creyendo que el mundo gira al compás de mis dedos. Déjame salir, para ver lo que realmente vale la pena. Desahógame, desahoga si puedes, este mundo, que el único sustituto sea la calidez.

El pasado nos condena, el futuro nos depara, y el presente me recuerda que estoy viviendo entre cuatro paredes sicodélicas que me engañan la vista y me dejan ver solo una versión mecánica de la vida. ¿Dónde está la espontaneidad? ¿Dónde están los gritos? ¿Qué ha pasado con los héroes rebeldes hippies que detuvieron el orden social, para ser lo que querían ser?

Donde estas bohemia, donde estas expresionismo. Por favor surrealismo haz de los relojes unos blandos objetos y aplastarlos como en los cuadros de Dalí, porque necesito detenerlo todo, para poder decir las palabras que nadie quiere escuchar. Quiero frenar al universo, pero están omnipotentes y viaja a la velocidad de la luz y yo a la de un caracol. ¡Qué envidia!

Quiero viajar, ignorar las señales de tránsito. Despegar y aterrizar donde se me de la regalada gana, sin contingencias, ni aeromozas, ni pilotos ni nada. Tómame como un dado y lánzame al azar, deja que los números de la vida decidan mi suerte. Aviéntame como pedacitos de una foto mal hecha de mí, que se pierda y nos quedamos con la mejor.

No seas estúpido, me digo a mi mismo. No te detengas. Es ahora que puedo ser un verdadero delincuente y limar estos barrotes que arman mi conformismo convertido en cárcel. Enciéndeme y súbeme el volumen porque nadie me escucha, estoy apagado. Quiero que me tomes y me saques de aquí, tan rápido como puedas, porque esto se esta volviendo una bomba de tiempo iraquí, y harán Boom! En cualquier segundo, segundo, segundo…. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo

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