Brebajes y una enorme olla caliente son cosas medievales, las nuevas
brujas (perras) usan otras mañas y ciencias al momento de hacer sus brujerías (sus
cagadas) a sus víctimas. No hacen más que agredir a quien le estorba en su
camino y no descansa hasta el destierro y destrucción social. Esas brujas
modernas no usan sombreros de paja y escobas, la moda vintage es medieval. Por
el contrario, tacos y carteras, hotpants y blusas al iré. Las brujas
modernas no son detectadas a primera vista, porque no son horrendas con
verrugas en la nariz, sino hermosas y cuerpos de inocencia interrumpida, de
infarto.
Yo no sabía que en pleno siglo XXI aun existían estas malditas. Parece
que se importaron de Salem al mundo, como
un apocalipsis encantado maligno pero en muerte lenta, pues si te atacan lo
hacen a escondidas o silenciosas de no ser acusadas, y se toman su tiempo para
verte llorar cuando terminas solo. Y ya no usan manzanas sino su belleza.
Pero en un pueblo (colegio o instituto) de brujas siempre hay una peregrina
(la victima) buena y a veces un tanto bonita, lo suficiente para despertar la
envidia de la Gran Bruja (Esa chibola engreída y egocéntrica). Gabriela, la ojos azules, cabello negro y
ondulado y la piel palida como la nieve sin llegar a blanca nieves (osea nunca
tan cojuda) era la elegida, la buena.
Cuando las vacaciones del 2005 comenzaron yo me sentí feliz de no ver
cuadernos y olor a vinifan por el resto del verano. Esa fantasía de vagancia
cayó más rápido que una mosca que muere de un palmazo, cuando me inscribieron a
fuerza académica en un instituto tan exigente como un jurado de american Idol, según mis papas “Tienes
que prepararte para el examen de admision”.
Todo el mundo era buena onda en la primera semana. La primera mujer que se gano mi odio en esos tiempos tenía
nombre pero también tenía el rostro más perfecto que había visto, esos rulos,
esa boca, esa nariz tan presumida, su voz, su vida, su mundo todo era idealizado
e increíble. Maga, la decían, ella se mostraba
súper buena onda, pero era solo la punta del iceberg.
Cuando Gabriela ingreso dos semanas después al mismo salón de clases,
una nube negra se poso sobre el cielo del instituto. Las chicas tenían un grupo,
y los chicos otros, Maga reinaba en el mundo de las chicas que coquetean con
los chicos mayores. Mis amigos y yo por otro lado nos preocupábamos más en
terminar las clases para fumarnos unos porros a la vuelta del parque hasta
donde ellas nos seguían. Esa tarde nso siguieron y llegaron con una nueva
chica, Gabriela.
Gabriela, se sentaba a mi costado todas las clases. De lejos era
callada, pero a tu lado, te hablaba cualquier cojudez como si fuera un chico
mas, eso me gustaba, porque la onda de chicas rosa o fresas, o calabazas o
cualquier fruta, me ponía tan absurdo y nauseabundo como la música reggaetón y
pantalones con parches que esos años amenazaba los oídos de la humanidad.
Pronto todos mis patas, comenzaron a conocer más a Gabriela, era una más
del grupo. Y ella le encantaba juntarse con los hombres y dejo de lado al grupo
de las chicas porque les parecían muy superficiales y algo estúpidas (eso me
conto). Quien no podría agradarle semejante chibola, empática, ojos, derramaba
buena onda. Y poco a poco la gente del instituto se olvidaba de Maga… y eso no
era buenas noticias.
Pongamos un cuadro de hallar las diferencias más grandes. Gaby era
guapa, ok. Maga también. Los ojos de maga eran pardo, los de Gabriela
azules, ok. Gabriela era sencilla y natural. Maga se burlaba de la gente, era
experta arqueóloga social detectaba tus miedos mas internos o lo que más te
doliera para usarlo en tu contra. Menospreciaba a los que eran “diferentes” a
ella, se podría decir que si escavaba alguna vez era solo para enterrar a la
gente en la ley del hielo o convertirlos en una persona no deseada y si ella quería
nadie nunca más te dirigía la palabra, porque si a ella no le gustabas, ¡ A
nadie podías gustarle! Era como una orden, y sus amigas, eran brujas en bruto,
maga se encargaba de sacar lo peor de la gente, haciéndolas igual de pesadas y antipáticas
como ella. Este lado oscuro de Maga, no se vio tan evidente hasta que Gabriela empezó
a absorber toda la atención que ella iba perdiendo mientras el verano transcurría.
Poco a poco, Gabriela se ganaba mis atenciones y consideraciones, hasta
que se inmiscuyo en mis sesos y no dejaba de pensarla. Era un chico mas en el
grupo de los chicos, hablaba de cosas más profundas, más interesantes y no era
disforzada. Maga convirtió sus ojos pardo en verdes de envidia, todos los
chicos la rodeaban y a ella (a Maga) la ignoraban. Esta diferencia, se fue agrandando y agravando
a tales magnitudes, que Maga tomo medidas y se valió de recursos, era un hecho que
tenía que deshacerse de la buena y noble, y tenía dos caminos: o la vuelve
igual de perra como ella, o la aleja del grupo de los chicos para dejarla sola.
No importaba que plan eligiera, al final el ingrediente principal para su pócima de venganza, era yo. O quizas
eran ideas mías…
Maga empezó a reivindicarse, empezó a acercarse. Como Gabriela no me
daba señales de querer algo serio conmigo, empecé a pensar que no iba a pasar y
solo seriamos amigos siempre. Maga empezó
a sonreír más y hablaba con los chicos, eso me gusto. Empezó a convertirse en
un chico más a lo Gabriela, parece que se dio cuenta que era la mejor manera de
gustarle a la gente. Empezamos a hablar más, a llamarnos, hasta que la atracción
se volvió enfermiza. Me encantaba Maga, andar con ella, reírme con ella.
Gabriela, me escribía por Messenger para hacer planes a la vuelta del parque
con los chicos. Pero Maga ya me había separado en su agenda, y cancelaba a los
muchachos. Todo parecía normal, hasta que en un día Maga repentinamente dejo de
hablarme. El lunes no me saludo, me miro de reojo y me cacheteo con la mirada volteándola
hacia otro lado. Sus amigas hacían lo mismo, en especial una de ellas, Romina.
Ese mismo día en la tarde, como siempre todos íbamos al parque a echarnos
unos humos. En el camino trataba de ser amigable con las chicas, pero todas o
me callaban o me ignoraban, entonces me jale a Maga y le dije “Que ha pasado,
hice algo mal?”. Y ella me miro con cara de orto y me dijo: “Pregúntale a
Romina”. Al costado de un árbol estaba Romina entre ojos rojos y media enojada,
me miraba con asco o algo parecido. Luego llegaron los chicos y con ellos
Gabriela, me fui con ellos, y me miraron con cara de “aléjate”. “Ahora vuelves
con nosotros?, anda con Maga nomas o con Romina…”.
¿Que esta pasando en el mundo? Bueno todo era raro, hasta que un fiel aliado
mío, me lo conto todo. “Romina dice que le estas mandando cartas….” (SO High
school)…. Mi cara paso del acertijo a la indignación. YO NO había escrito
nada a nadie. Gabriela me miraba con
cara de “Decepción”. Pero que decían las cartas… Bueno nunca las leí, pero nada
bueno debió ser.
A los días, los chicos y las chicas estaban en un mismo grupo, y la única
que me hablaba era Gabriela, le conté que no había escrito nada, ella empezó a
hablar… “Dicen que estas enamorado de Romina y las hecho propuestas indecentes”
… Eso es mentira!!! Le repetía a Gabriela, ella me decía “te creo te creo” pero
su cara no decía lo mismo… me rendí. Ya no quería saber del tema, y si Maga y
sus brujas no querían hablarme. No me importaba. Gabriela me cogió en sus
brazos y me sentí bien y poco a poco el gusto hacia a ella, volvió como un
boomerang que te golpea en la cara.
Gabriela y yo andábamos de arriba abajo. Maga se salió con la suya, jalo
al grupo de los chicos y lo fusiono con el de las chicas. Y los rumores decían que
me odiaba…. Lo malo es que no le hice nada. Pero no le d mucho el gusto, los
chicos extrañaban a Gabriela, y Maga era o parecía como la nueva jefa de ellos,
entonces ahora querían reclutarla, y dejarme solo. Al parecer, ella quería tenerlos
a todos, y yo de rebelde le quite a Gabriela, entonces ¿Ahora debo pagar por mi
desafiar a la Gran Bruja? ¿Qué me haría? ¿Convertirme en raton? No , algo peor…
Yo de Gabriela termine templado, hablábamos siempre. En San Valentín, le
regale una tarjeta. Ella me abrazo fuerte esa mañana delante de todos. Y los
chicos se acercaron a saludar por el día de la amistad y era evidente que
extrañaban a Gabriela. Maga no soportaba ser la segunda mejor, ella quería ser
la más bonita, la mandamás de todos. No había forma que otra chica sea más que
ella. Era engreída, caprichosa, mala y sobre todo era una PERRA. Empecé a
odiarla, pensar que me caía tan bien al principio del verano, era una loba
disfrazada de colegiala, una bruja disfrazada de aldeana.
Gabriela y yo estábamos más juntos que nunca. Los chicos nos extrañaban,
así que poco a poco empezaban a volver como el perro arrepentido y con el rabo entre
las piernas. Eso alimento la furia que aun dormía dentro de las curvas exquisitas
de Maga, yo me preguntaba como alguien tan guapa y distinguida como ella podía
ser tan cruel. Quien es esa chica tan diferente a la que conocíamos al inicio
del curso, no la reconozco.
Finalmente el verano llegaba a su fin. Yo estaba super pegado con
Gabriela, cada vez que estaba con ella mi cerebro estaba en la nebulosa. Poco a poco las amigas de Maga fueron dejándola, porque ella
se dedicaba a subordinarlas más que ser amigas. En el ultimo día de clases,
Maga se presento delante el grupo de los chicos (que ahora estaba conformado
por alguna de las chicas) y le dijo a Gabriela, “Así que te cambiaras a mi
colegio, será divertido. Nos veremos todos los días“.
Era verdad Gabriel planeaba cambiarse, y por desgracia al colegio donde iría
era el de Maga. Se dieron un beso de despedida en el cachete parecía una
tregua. Ella sabía que no había lugar para dos reinas en el colegio. Así que
ese beso era solo el inicio del proyecto de la bruja de Maga. Un proyecto de
temer.
Yo empecé clases en mi colegio de siempre y tenía comunicación con Gabriela
por Messenger, la extrañaba, y ella también, aun no éramos nada, queríamos. Pero
a las semanas dejo de hablarme lentamente, la saludaba y se desconectaba. Ya no
me comentaba las fotos en la red ni nada. A los días de ese misterioso
alejamiento, Maga sube a su red social, una foto de ellas dos con varios
chicos, y así, de ahora en adelante eran ellas amigas? Cada fin de semana subía
más y mas fotos de ella con chicos y finalmente vi una de Gabriela con uno de
los chicos del instituto de verano, besándose… shocking ese tipo era el primo de Maga. THAT BITCH. Sus huellas
estaban ese crimen contra mi ilusión de ese año, me quito a Gabriela.
Gabriela ya no se conectaba, y yo sentía que desconectaron el circuito
de mi pecho y poco a poco moría en la rabia. Maga era la gran Bruja, y no tardo
en vengarse. No le hice nada nunca, pero ella asumió que sí. Ahora Gabriela era
una bruja (Perra) igual o peor que la original. Nunca más supe de ella. De Maga
tendría noticias un año más tarde en la universidad, solo para verla quemándose
en la hoguera que debió consumirla antes. Le toco vivir en carne propia como
era rechazada por ser tan superficial, y encima gorda. Así es la bruja, ex reina
engordo horriblemente. Y lo que más detesto ella en la Universidad, no fue ser
gorda o que la rechazaran, ahora ella andaba con los chicos porque las chicas
le hacían asco. Lo que más le dolía era que yo viera como acabo. Karma is a bitch. Pero ella lo era más.
#G
Anoche, Gercar lo dijo
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