Bitch Please, lo que pasa en el baño no se queda en el baño…Y no te
hagas la novicia, que de eso solo tienes lo rebelde. No te hagas el que no mata
ni una mosca porque en tu haber hay más baños que fests y rave playero. No
lo niegues, todos te hemos sido testigos, a vista y paciencia. Hemos visto el
génesis de esta comedia que de romántica no tiene nada, desde tu conversación
en el rincón donde no quieres ser visto con ese alguien que generalmente
“recién conoces”, hasta el encerron de 5, 10, 15, 20 , 30 minutos, llegando a
intervalos de 1 hora y los más osados hasta el amanecer.
Pero tú que estás leyendo, no te sientas mal. A todos o en su mayoría
casi todos nos ha pasado de que la única puerta que encontramos en medio de la
borrachera es la del baño. Aquel lugar donde yace el trono, el lavamanos, la ducha y el
espejo que es el único testigo que graba aquellas imágenes para sí mismo. Aquel
espacio de escasos metros cuadrados, el cual gracias una pócima compuesta de
alcohol etílicos en cantidades industriales, dos masas físicas y muchas
feromonas, hacen que ese cuartito se multiplique por harte de magia, y que de
paso a la magia se produzca con “polvos” y trucos.
Nunca entiendes como paso. Solo sabes que al día siguiente, tu celular
tiene más llamadas perdidas que el número de reclamos y denuncias de KFC. Los
mensajes de texto terminan en “Huevon/Huevona que chucha tienes en la cabeza”. Entonces te subes a tu nave espacial o maquina
de tiempo y comienzas a construir la historia con los mensajes de textos y trozos
de flashback a la vez que le pides a tu empleada que te compre una aspirina,
agua con gas helada y harta sal de Andrews.
Cuenta la leyenda que si usas un baño para desatar tus bajos instintos y
tu ropa interior, siempre habrá alguien que lo sabrá. Pero existe una garantía,
la de la negación la cual pues usar hasta el tiempo que quieras. Pero no hay
nada mejor que la negación para ser usada en tu contra como la mejor de las
armas para que te molesten quizás de por vida.
Existen diversos casos:
Están los que no se conocen, pero al tener contacto mínimo con esa persona
nueva simplemente las chispas leves
hicieron un fuego sin precedentes, y ya sabes qué pasa con la flama si le echas
un poco de alcohol, crece. Y pues si hay pelito no hay delito. Así que
tu solo decides hacer de las tuyas, y como no es tu casa ni la de esa persona,
solo hay un lugar a donde ir, y el único conjuro que funciona para abrir esa
puerta y también tus piernas es “Vamos
al baño”. Prendas van prendas vienen,
algunas en el momento se pierden pero no importa, tu sales hecho un King, y
ella simplemente usa el superávit de cabello para taparse la cara de vergüenza
o de risa. (No hay derecho). A vista y paciencia del publico espectador que vio
esta película esperando el gran final solo para los comentarios, como en el
cine.
Están los que si se conocen, y tenían ese clavito incrustado en el fondo de
sus ser, esperando el momento indicado (el baño indicado) para sacarlo. En su mayoría
son amigos, o son conocidos o son exs. Están en una reunión de amigos en común.
Y pues dentro de tus resoluciones de año nuevo no estaba escrito un baño, pero
a falta de local, es mejor jalar la palanca para que no escuches tus gemidos,
que créeme, siempre se escucharan. Nunca es bueno quedarse con la espina, hay
que terminar lo que se empieza.
Los “D i G no s”. No importa cuánto lo niegues, no seas BRUTA,
si están solo 10 personas en la terraza de la cada de tu amigo, y misteriosamente
faltan dos, y precisamente esos dos que estuvieron más unidos que Chavez y el
coma. No creerán que fuiste solo a conversar en un lugar más “privado”. No se
ocurra hacerte el Digno (dijjjjno , yo soy soy diiijjjjjnooo con acento limeño).
Digna mis pelotas y las tuyas en el baño (Bitch Please).
Es gracioso como los que se inDiijjjnan, son los que más habilidades
bañescas poseen. El efecto chapulín colorado. Te vuelves mas ágil que una
tortuga (ni cuando te mandan a limpiar el carro eres tan hábil, bitch please).
Más fuerte que un ratón (fuerzas de flaqueza brotan de ti con el sudor del
erotismo boudoir, trepas por las paredes del cuartito haces maniobras piruetas
y descubres que en tu otra vida fuiste contorsionista de circo metiéndote en
las cajas). Más noble que una lechuga (sedes
el primer contacto y luego te donas a ti mismo/misma y haces un deposito de tu
cuerpo en el baño). La especialidad de esta ciencia del Toilette es perder la razón.
Y no faltan aquellos “Sprite: la
verdad refresca” que no tienen
problemas en admitir que son monotemáticos y cuentan cada detalle desde la decoración
extra que acaban de hacerle en la pared (pintura blanca) hasta dejar la ducha
abierta para engañar a los oídos al otro lado de la puerta. Se esmeran para que
el secreto se haga más mediatico que la revocatoria de Susana Villaran. Y
reparten la historia peor que volante de Claro. Orgullosos de lo que hicieron,
pues no tiene nada de malo, lo malo es dejar que “el que diran” te devore con
todo y prenda (la que perdiste probablemente en el baño, mi querida amiga).
No puedo olvidarme de las Brutas, que creen que el baño es el balcón de Rome y
Julieta, que piensan que de verdad hay un “trono” con un rey o princesa
esperando por las doce y salir huyendo para que te llamen al día siguiente, y
contar a tus amigos “Fue romántico, aunque todo empezó así, yo creo que le
gusto”. Amigo o amiga no seas BRUTA, el baño no es romántico. No
pretendas que el jabón o las toallas sean las joyas de la corona, si alguien te
lleva al baño en la primera cita o si alguien quería hacerte creer que tendrán
un felices por siempre si cruzas la puerta al otro reino (la del baño) pues tendrás
el final del “cuento” (cuentaso que te metieron para que regales el cupcake.)
mucho más rápido.
Así es la nuez. El baño y tu, los mejores amigos, el guardara tus
secretos, el no dirá nada, asi lo dejes destruido por tu candente encerron.
Pero tus actos bajo efectos etílicos siempre te delataran con un gran cuchillo
en la espalda. No importa si fue con tu
mejor amigo, o con tu ex, con el amigo de tu amigo que recién conoces o con un
amigo de tu amigo que ya conocías y que le gustaba a tu amiga. No importa si el
baño era caleta o a la vista y paciencia de todo la audiencia. Al final pasaste
un buen rato, porque aunque hayan tenido la vergüenza del momento, se que en el
fondo, salir diciendo “se atoro la puerta” es la mejor sonrisa que dibujaras en
el rostro de los demás, y esas anécdotas son las que en algún momento contaras
orgullosísimo y sobre todo Digno (diiiijjjjjjno).
#G
Anoche, Gercar lo dijo
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