¿Por qué no nos atrae aquel que se muere y babea por nosotros? ¿Por qué? ¿Por qué no nos puede gustar? Nos ahorraríamos el hecho de embriagarnos y cantar canciones desdichadas cuando la fiesta se está acabando.
Si le diéramos la oportunidad a ese persona que nos insiste quizás no estaríamos perdiendo el tiempo ante la pantalla mientras stalkeamos el Facebook de esa persona que nos gusta y no nos hace caso.
El plato de segunda mesa quizás
es el guiso que no nos gusta y queremos ir de frente al postre, ese que no
debemos comer porque engorda de terquedad.
A ese que no persigue, le reiteramos que solo podemos
verlo como amigo. Y somos tan egoístas cuando nos sentimos tan solos y recurrimos a ellos para recordarnos que tenemos alguien que si le interesamos. Otros los coleccionan.
No me justifico, pero últimamente
está de moda buscar la perfección. Nos hemos trazado una meta casi imposible si
empezamos a buscar “la persona perfecta” “el novio perfecto”.
Llega un momento en nuestra vida en la que no tenemos nada que hacer y nos ponemos cómodos, cogemos una caja de crayolas y empezamos a CREAR a nuestra Persona Ideal. Y la tarea no acaba ahí, luego creemos que llego la hora de ENCONTRAR esa persona que acabamos de pintar en nuestra IMAGINACIÓN.
Y por buscar lo que no existe no
prestamos atención a aquellos que nos están esperando. Hay personas que llegan a
nuestra puerta con cariño desinteresado y nosotros nos corremos de ellos como
si fueran testigos de Jehová, y los rematamos con puerta en la cara.
Siguen esperando ahí, esperando
que seamos su deseo en la vela de cumpleaños. Y a pesar de que esa persona
arrancaría la estatua de la libertad para traértela tu simplemente no sientes
nada más que amistad, #FRIENDZONE.
El romance se ha vuelto exigente,
la verdad es que cometes el error de “pedir demasiado” y admirar en lugar de
enamorarnos. La perfección es aburrida porque uno en teoría debería enamorarse de
alguien, pero las personas últimamente suelen admirar alguien en su mayoría por
lo físico otros por lo que representa socialmente.
Si conocemos a esa persona que
nos quiere, una buena idea sería tratar de conocerlo más. Quizás dentro de su "imperfección" encontremos ese algo inexplicable que hace que las personas se
gusten sin un motivo aparente.
Y no hay que andar coleccionando
corazones rotos, por querer retener el
agua que no has de beber al final esta se evapora y morirás de sed.
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