domingo, 24 de enero de 2016

LA TEORÍA DE LA CUCHARA




¿Saldrías con alguien que sigue siendo amigo de su ex? Me preguntaba una amiga mientras exprimía los limones para el chilcano.  

Sería más incómodo que un zapato con dos tallas menos y tan raro como un político que se hace millonario de la noche a la mañana.

Es como su record de antecedentes, no puedes borrarlo.  Es una cicatriz que quedara marcada siempre. Parte de su biografía, la cual revisas, como una entrevista laboral, antes d dejar entrar a alguien a tu empresa, debes revisar su CV, sus logros y fracasos. Y si el candidato es perfecto, lo contratas.  

Ya se nos habían pasado las copas, y entre risas, ella me hablo de la teoría de la cuchara.  Y no me refiero a dormir de cucharita, esta teoría es algo diferente…

Ella dice que, esa situación, es como usar la cuchara de un restaurante, no puedes esperar que no se haya usado antes, han pasado por muchas bocas antes que la tuya y es así, no se va a fabricar una cuchara nueva solo para que te sientes conforme.  No puedes cambiar de donde viene y lo que ha pasado.

Entonces le respondí, con la teoría del papel higiénico (una que acabo de invéntame gracias a los 5 vasos de chilcanos)  una vez usado nadie más lo usa.  

Nos reímos a morir. Pero en el fondo ambos llegamos a un acuerdo. Y aplicamos la teoría de la cuchara, aceptamos la cuchara usada, no importa si ha pasado por mil bocas, ahora está en tus manos y puedes comer el postre.

No podemos esperar que las personas lleguen a nuestra vida perfectamente, como recién sacadas del paquete, tenemos que tolerar y entender, en la medida de lo posible, su pasado, aunque nunca terminamos de conocerlo del todo…

Gercar lo dijo


viernes, 15 de enero de 2016

DESINTOXICACIÓN DELICIOSAMENTE LENTA


Ayer volvió aparecer tu número telefónico en la pantalla bloqueada de mi smartphone, y digo número porque te borre de mis contactos, y memorice los últimos tres dígitos para saber que eres tu quien vuelve con sus mensajes de siempre.

Vuelven las insinuaciones a horas no apropiadas, buscándome de madrugada, como si en la noche encontraras el valor, como una criatura nocturna que quiere chuparme más que la sangre.

Pero no me engaño, todos sabemos que me escriben los mojitos, chilcanos y shots de jagger que te han acompañado durante la juerga de anoche. Si estoy borracho es probable que también tengas noticias de mí.

Cuando atacan tus mensajes, ya tengo todo un proceso para evitarte, ignorar y borrar son mis verbos aliados, pero todos mis planes siempre se debilitan ante tus palabras cortas pero efectivas y la foto de tu whatssapp puede derretir mi voluntad. Como quieres que te olvide si no me ayudas a hacerlo.

Tengo una obsesión, y ya mi fuerza de voluntad esta con la batería baja y en modo de consumo. Estoy rodeado de todos esos momentos por montones cuando a caprichos te manipulaba para que termines encima de mis colchones.

Sí, yo sé que tenemos una debilidad. Aunque ya te fuiste de mi corazón, sigues entre mis piernas y ellas aun quieren tenerte, porque no tienen cerebro, no pueden razonar como lo hace mi cabeza, de tantos cocachos finalmente aprendió.

Pero esos movimientos, esos besos acompañados de esos labios se mueven también en mi boca y en otras partes... He llegado a la conclusión que se puede olvidar el amor pero no el sexo.  Eres un veneno, que hace efecto rápido. Una droga adictiva incontrolable. Una manía, una psicosis, un fantasma que persigue por los muros y de noche me jala los pies, las piernas y todo lo demás. ¿Cómo puedo escapar?

Por lo tanto, voy a enviarte mensajes de madrugada para derretir los glaciares de mi cama. Si tengo que tenerte desnudo y borracho los fines de semana, tratare de que sean mis dosis bajas para rehabilitarme por completo.  Voy a hacer lo mismo que tú. Nos usaremos mutuamente.

El alcohol, los fines de semana y las 3 de la madrugada, serán mis cómplices así como fueron los tuyos. SI soy un estúpido ya no me den más consejos que ya me los conozco de memoria, y si acudo por ayuda díganme que es la misma historia. Pero necesito este proceso de desintoxicación deliciosamente lento.

Gercar lo dijo 


sábado, 9 de enero de 2016

LOS AMIGOS NO SE BESAN



Él es, ese espacio vacío en el lado derecho de mi cama. No ha llegado alguien mas que pueda arrebatar su olor de mis sabanas. Él posee tantas estrellas en su cuerpo que al contarlas me adentraba más a su universo. 

Él tenia incontables disparates y cosas sin sentido, que enamoraban a cada uno de mis sentidos. Yo le hacia reír sin cosquillas, mientras cantábamos canciones de la radio; yo en su oreja, él en la mía.

La primera vez que nos vimos fue en una esquina y es historia del año pasado. Todas miss noches para él son días y mis días son sus buenas noches.

Hasta las lunas del planeta Marte te miran a diario, mientras acá el sol abrasa mi corazón como un anticucho; lo admito, yo las envidio porque estoy al otro lado.

Él y yo, parecíamos desde el primer capítulo una historia inesperadamente buena. Pero como ambos no sabemos lo que queremos, lo estropeamos y quedar como buenos amigos fue lo acordado.  

Me parece raro que esa haya sido nuestra metodología, cuando  todo el tiempo a tu lado me hacías sentir que se acabaron los callejones sin salidas. Yo tengo más hojas en mi diario dedicas a ti y todos esos tweets no eran solo porque sí.

Aún quedan en tus labios algunas partículas que me pertenecen y en mis dedos la tinta de tus tatuajes aún no se desvanece.  Puedes ver que tengo mucho tiempo en mis bolsillos para leerte y repasar  fotos instantáneas que nunca subimos.  

¿Es posible  ser amigo de alguien que te gustó mucho, sin evitar enamorarte en secreto y fingir que no te molesta que salga con alguien más?  Pásame la receta y los antídotos a mis celos.

Qué encuentres a alguien más me parece bueno, yo también he encontrado, pero  la química no se encuentra ni en los fuegos artificiales que por mi habitación han explotado.  

Alguien tan descabellado como él dudo que en este lado del continente abunde. Y alguien que te saque de tus casillas como yo, ya no se han fabricado.  

Nunca te atreviste a terminar una conversación, y los boletos hacia el limbo que me comprabas eran tu adicción.

Hoy por hoy esos puntos suspensivos esperan la continuación. Sin embargo existen miles de kilómetros de separación. Tú y él, yo y otro tú, buscando una sustitución.

Que nos vaya bien a ambos es como termina esta alegre canción. Si encuentras algún músico callejero haz que te cante esta versión. No me despido porque esta carta tiene su continuación…

Gercar lo dijo