Las doce siempre tendrá el místico de inspirar.Es la hora precisa para que acabe o empiece algún hechizo. Ya saben, la cenicienta huye temprano y todo vuelve a hacer como era antes. Tal vez si no hubiera tenido un tiempo límite otra seria la historia. Los trenes que tomo, cruzan mi vida con paradas a recoger gente inédita que termina o bien en el ultimo vagón o piloteando la nave. Es cuestión de astucia, sin interrupciones las rieles no pueden desviarse. Las doce aún está lejana.
Quizas la única meta para algunos es ser el muerto más feliz, bajo la tumba con más rosas. Ser recordado por todos los afortunados con segunda oportunidad. Yo me llevo bien con la vida, y siento que no estoy preparado para ser polvo sobre polvo. Renuncie a las pastillas de “chiquitolina”, ahora me siento global, un trotamundos sin descanso, insaciable de impacto visual, deseoso de figuras totalmente desconocidas, con ganas de reinventar el descubrimiento del fuego; y crear el sol.
Saben que cuando respiro, lo hago con tal paciencia saboreando el pasto mojado de la lluvia de ayer, el pavimento bronceado de luz verano ultravioleta. Saben que me evaporo por la combustión del romanticismo, para condensarme en sus calderas herméticas para luego caer precipitadamente sobre un río lleno de amantes, y dejar que la corriente se apodere de mis restos naturales. Canto en voz alta para que la luna hago los coros y los vecinos de Marte sientan azul su planeta rojo; y acerco a Plutón para que no se sienta solo, porque yo también me aleje del sistema tiempo atrás.
Quizas la única meta para algunos es ser el muerto más feliz, bajo la tumba con más rosas. Ser recordado por todos los afortunados con segunda oportunidad. Yo me llevo bien con la vida, y siento que no estoy preparado para ser polvo sobre polvo. Renuncie a las pastillas de “chiquitolina”, ahora me siento global, un trotamundos sin descanso, insaciable de impacto visual, deseoso de figuras totalmente desconocidas, con ganas de reinventar el descubrimiento del fuego; y crear el sol.
Saben que cuando respiro, lo hago con tal paciencia saboreando el pasto mojado de la lluvia de ayer, el pavimento bronceado de luz verano ultravioleta. Saben que me evaporo por la combustión del romanticismo, para condensarme en sus calderas herméticas para luego caer precipitadamente sobre un río lleno de amantes, y dejar que la corriente se apodere de mis restos naturales. Canto en voz alta para que la luna hago los coros y los vecinos de Marte sientan azul su planeta rojo; y acerco a Plutón para que no se sienta solo, porque yo también me aleje del sistema tiempo atrás.
Es tanto el júbilo de mis hormonas que desean una orgía de viajes por lugares intactos. Llenar mi cabello de la arena del Sahara, y mojar mis pies en el Nilo, cagarme de frió cruzando el estrecho de Bering, o temblando de miedo telúrico en Japón. Estoy seguro que miles de destinos mueren por ver mis huellas sobre ellos. Tengo ganas de abrazar la tierra y poner mi dedo sobre su herida en la capa de ozono, exfoliarla a base de arboles y decomisar todas las chimeneas que fuman obstinadas las veintinueve horas del horario diurno, con nueve días a la semana y cuatrocientos al año.
Estoy en la búsqueda de una subasta de pies, para comprar los que sean necesarios y de un salto llegar al Olimpo y devolverle a Zeus su rayo omnipotente, porque no lo necesito mas.He conseguido medallas sin ningún tipo de fraude; he plantado bosques de sentimientos en mis áridos momentos de abatimiento. Felizmente no corte mis alas, y las desempolve para salir de mi isla egocéntrica.
Fatigado estoy de la enmarañada de mis células cerebrales que buscaban respuestas hipotéticas; no me gusta pisar la Tierra en las noches, pero si la vela en altamar con vientos huracanados sigue encendida, entonces hay esperanza de que me mude una vez más al mundo real del cual gusto exiliarme los viernes y regresar como de vacaciones todos los malditos lunes. Voy a vomitar todo lo que mis brazos quisieron tocar, y mirar hasta lo más insignificante que se pose ante mis pestañas, con un miedo tácito daré los pasos más osados e intrépidos que me harán merecedor de un árbol sin manzanas en el lejano Edén. Just like heaven.
#G
Anoche, Gercar lo dijo