sábado, 31 de diciembre de 2011

BEDTIME STORY


Hace exactamente tres días que no recuerdo lo que sueño. Lo cual me causa una ligera preocupación en las mañanas cuando intento reconstruir con los retazos de la imaginación lo placentero que fue. Pero las imágenes se alejan en una amnesia que nace en el sonido incesante del despertador. Cada vez que sueño algo lo consulto en mi libros de los sueños, un pequeño artilugio que duerme mi curiosidad de profundizar en el significado de los mismos. La mayor parte del tiempo no sirve, es mejor terminar el día y recién consultarlo, y llegar a la conclusión si son o no charlatanerías.

Haces tres días, insisto, solo conseguía capturar un pedazo de sueño, e intentaba reconstruirlo... iniciaba  algo asi: Estaba en el pasillo de un hotel envuelto en un  trench negro largo y con una maleta. Mi cabellera era rubia, y mis ojos negros azabache, tenia cierto dolor de cabeza y caminaba tropezando con las paredes y puertas como si estuviera bajo el efecto de una droga o luchando contra un potente narcótico. No titubeo en pensar que son escenas extraídas de justify my love de 1990.  Una puerta se abrió, yo me detuve unos pasos más adelante, y la maleta se desentendió de mis dedos, cayó, para luego caer yo. Ahí de cuclillas, la ausencia de aire y el abrazante calor, me encendieron las teorías de la relatividad y otras ciencias mundanas que hacían hincapié a una sobredosis de deseos calentones... no había aire acondicionado, procesar  sustantivos o verbos me resultaba casi imposibles. Desvariaba. Mis altos instintos habían descendido...

Detrás la persona (coprotagonista)  se acercaba en  cámara lenta, en medio de distorsiones que mis ojos adaptaban. Finalmente la imagen se hizo nítida, una suerte de high definition, empecé a tocarme la entre pierna y mi esperaba despierto el “ese que te platique”.

Su lápiz labial se mesclaba con mis labios rosas. El chicle pasaba de una lengua a la otra. Los narices se  entrometían entre ellas. Mi sudor abandonaba mi piel maniática descompuesta, que se abría y cerraba cual luz del techo antes de prenderse totalmente. No veía nada pero sentía todo. Me costaba resistirme, pero disfrutaba no hacerlo. Mi cuello se convirtió en una especie de manzana acaramelada, con la misión de ser lamida hasta el último espacio seco.

Repentinamente estábamos en una de las habitaciones. Y charlamos.  Su encaje tal, que no menospreciaba el cuero, teñidos que amenazaban el natural. La arquitectura de su cuerpo unían sus vértices a los míos dejando línea puras y geométricas. Inaugure su presencia interior con mi saludo de mano. No quería hablar, quería no-hablar.  Y vi que me intento no tenia impedimento po po pop o po po p o  po , nada entiendo, pero hay un sentimiento… esos no eran globos, eran  dos atmosfera resguardando un agujero negro que me absorbía el aire oral.

El pasado sucio de alguien, puede ser el futuro brillante de otro, mio quizás. No tiene nombre, su universo se me cerró, me limito a mostrarme todas sus estrellas de lejitos, pero me quemaban de cerca. Tres veces medalla de oro en bedtime story. Que tal mentora! maldita la maestra, maldito el aprendiz.  Sus historias me cargaban de adrenalina jocosa que segregaba mientras su voz detonaba entre las cuatro paredes. Que voz. Orgasmo al oído.  

Lo más inverosímil del caso es que yo me creía que estoy bien. Cuando es todo lo contrario. Seguía con la visión borrosa, como si estuviera en una nube de humo verde-rojo, amarillo. Parecía que dentro de mi vaso hubieran pasado en fila india, ron, vodka, champagne o lo que fuera sin duda incluía  red red wine…Trotaban mis neuronas para acomodar una idea, pero no podía decir nada. El calor seguía desamarrando los nudos de una pasión. Los besos estaban regados en el piso, seduciendo a las partículas de polvo que levantamos con nuestras piruetas dignas del circo de Moscú... o el que fuese, el que quieran.

Pero si mi paciencia estaba en minúsculas, debía ver más. Pellízcame pellízcame, le decía a la criatura de otro mundo que sabía lo que quería en el mío, lo sabía todo.

Dicen que debemos sucumbir. Las hierbas se hicieron para la tierra sin embargo terminan en las inglesas tazas de té de las seis. Entonces debo sucumbir.  No lo quiero. Pero es matar o ser matado. Como un péndulo, su collar en forma de cruz se columpiaba como niño en parque de diversiones y hacia de mi cabeza un trapecio de un lado a otro, donde me hipnotizaba bajo los efectos del deseo.

Mi mente camina sin mi permiso y se hace especulaciones, vive de ellas. Mientras estoy viajando en los brazos de la inconsciencia, acurrucándome sobre su cuna perdiendo logica y control. Esta todo callado hasta que el susurro se convirtió en silvido, exagera y mi Yo interior se desconecta con el cable del surrealismo; "epilogamente" mi cama termina alineándose al despertador, la sabana húmeda y mi inocencia que se vuelve coyote cuando está dormida. El día se levantó con la mañana izquierda. Ni modo "a soñar despierto se ha dicho", después de todo los dulces sueños están hechos de eso...

#G
Anoche, Gercar lo dijo


¿QUIEREN ARTE Y SUEÑO?
MADONNA "BEDTIME STORY" 1994

martes, 27 de diciembre de 2011

Y SIN QUERER ENCONTRÉ A ROSE!


Con mucha pereza y zángano aun, el sol se asomaba por el vidrio de la oficina. Yo ya no la buscaba y precisamente por eso es que volvió a mí como un boomerang de larga duración tan extensa que quizás dio la vuelto al mundo en 80 días, exactamente 80 días después de que me dejo la despedida mas desabrida  y tibia.
Había aprendido a hacer funcionar mis pulmones sin respirador artificial sin tener que recordármela, me había rehabilitado, porque si la vida te da limones uno hace limonada, pero yo hice caso omiso a los mandamientos de la ruleta rusa y seguí girando en mi eje hasta vomitar. La expulsé de mi sistema porque me estaba dejando inmune. La extirpe como un apéndice del cual puede prescindir.

Estaba sentado, quieto e inofensivo, pero las puerta se abrieron como un abanico y entonces su ráfaga me aventó hacia arriba los pelos de punta y por la luz del día hice chiquitos los ojos y me los sobe hasta ver claramente lo que sucedía. Ella entro y su silueta la dibujaba la contraluz del lobby, toda su anatomía pensé que estaba olvidada solo me quedaban retazos de una muñeca destejida en mi memoria, pero al verla nuevamente arme todo el rompecabezas en mis células craneanas, y la vi bien, era ella o quizás no; todo esto pasaba en mili mini segundos, entonces la blusa de tela delgada me ofreció la respuesta, se podía traslucir… busque  y lo encontré!! el tatuaje del pecho, no había duda, ella regreso, ella era Rose.

No cruzo palabra conmigo, no tuvo ni una migaja de mirada para mis ojos anonadados, ella siguió de frente y no supe que hacer, ni uno solo de mis nervios reaccionó, mi cuerpo no me obedecía, obstinado como ella cuando desfilo delante de mi si ningún reojo hacia atrás para saber si era yo.
 
Mi mente se durmió por fuera, estuve en coma físico por uno minutos, era ella. Era Rose, era el tatuaje en el pecho, era el mismo derriere la misma mirada, la misma alma rock domesticada en un traje sastre de entrevista ejecutiva.  Todo volvió a mí como un cohete que fue al espacio a ser reciclado repleto de sus recuerdos, pero que rozo mi gravedad y estrello delante de mí.

 La tarde del 23 de septiembre se convirtió en la mañana del 21 de diciembre, aquella fatídica primavera ahora había evolucionado a un  verano que me lleno de sal y arena los sentidos, aturdiéndolos  bajo sus olas, y en vez de limpiar, la marea me trajo todo el recuerdo que en vano trate de ahogar. Sus pitillos se habían convertido en anchas bastas, la camisa a cuadros en una blusa de vuelos que parecía un ángel de oficina. Todos pero absolutamente todos los tatuajes estaban de camuflados, de incognitos, sumergidos bajo la piel de la ropa. Parecía una dama, y no diga que nunca lo haya parecido, pero honestamente esa no es su “onda”. Ella es como una diosa del rock, y sus cabellos desordenados eran la sombra de los rulos cuidadosamente peinados de aquel día que la volví a ver, cuando ya daba por vencida toda esperanza verde que se asomaba a mi cabeza como una nube negra que me perseguía dándome lluvias acidas de recuerdos grises.
 
Se me caían los lapiceros, el teclado me detenía el calambre absurdo en las yemas de los dedos. Sudaba frio y mi cuello a punto de colapsar de tortícolis producto del acto de tener mi cabeza a unos 90 grados de mi eje mirando las escaleras para detectar en qué momento descendería cual reina de su castillo. Mis ojos se abrían y cerraban del sueño como una persiana descompuesta, el café se hacía añicos en mi lengua que todo lo pasaba amargo. Mi mente y manos no se comprendían, más torpes que nunca resbalaban los papeles como mantequilla. Y sin previo, venía a mí como una jauría una serie de ideas que comenzaron a ladrarme la cabeza, “¿Que se supone q debía hacer?” Era Rose, no había duda, la prueba del delito (el tatuaje en el pecho) era todo lo que necesitaba para resolver el misterio. ¿Qué le diré? ¿Qué me dirá? ¿Me atreveré a decirle algo? ¿Le diré lo que nunca le dije la ultima y primera vez que la vi? Pero ¿Y si no me reconoció? y ¿si lo hizo? y ¿Si lo hizo y simplemente me ve como un "check" más en su lista negra? ¿Qué hago? ¿La sigo? ¿Le hablo? que le digo? “escogeme, elijeme, amame?” Me sentía como en un “previously on ger’s anatomy o gercar’s modern life”…

Los escalones empezaron a hablar, las agujas de sus altísimos zapatos entonaron la música de suspenso y erotismo que infectó toda mi espina dorsal en ese instante. Era ahora o nunca, o la sigo o se me desvanecerá entre la luz del día de la puerta abierta.Cruzo delante de mis ojos como una mariposa que no se posa en ninguna flor y se detuvo por la puerta tal y como entro, altanera presumida y orgullosa, el rouge de sus labios parecía que le iba a quemar la boca en cualquier segundo y yo estaba dispuesto a apagar ese fuego lento. Las perlas en su cuello parecían frescas como recién salidas del fondo del mar y me seducían las gafas oscuras que aun no las bajaba de su frente, seguía de pie justo ahí en medio de todo mi mundo, recogió todos sus rulos de un solo puño y los elevo hasta los techos, los amarró. Todo parecía un espejismo del verano, como una fotografía perfectamente capturada en slow motion. Como si viniera de otro planeta, como Milla Jovovich, en el quinto elemento, así de vital para mi, su exótica me detuvo en la silla.  Dudaba de mí, no sabía cómo detener semejante cometa que parecía incendiarme las manos. 
 
Entonces ella salió sin ningún miramiento, enfrentó la luz solar intensa, que recordaba a un Egipto dominado por sus pirámides que en ella se hacían curvas en stilettos. Bajó sus gafas y avanzó dejando el perfume de siempre detrás, el mismo de aquel viernes de hace 80 días, y como si el aroma tomara forma de migajas de pan, seguí su rastro hasta la avenida. La detuve con una voz de mando que parecía sacada de un pelotón de algodón, tan delgada aguda y sin ningún ruido molesto. Ella volteo justo antes de que le tocara la espalda con mis dedos cobardes. 
 
"Hola, eres... te acuerdas de... nos conocemos…o quizás me estoy confundiendo"- tuve que detener mi cara que se caía de la vergüenza.
“No, no te estas confundiendo, claro que nos conocemos" dijo Rose fría y distante, ahora ella tomando el bando de los fríos y desinteresados el mismo que tome yo la última vez aquella vez.
 
Estábamos frente a frente, como cuando nos despedimos esa vez, pero reencontrándonos. "No te volví a ver" le dije mientras me sonaba los dedos de los nervios.  "Regrese con mi novio, nos vamos a casar”... fue entonces cuando el cielo colapsó. Retome mi actitud de “bajo cero”  a quien no le importa nada y seguí. “Como has estado" , "bien gracias y tu"-ella respondía- , frases de siempre preguntas de toda la vida respuestas cortas y desinteresadas. "Cuando salimos?" le dije sin duda alguna a la prometida del infeliz ser humano que la ensortijo. "Ahora puedes?" respondió ella sin titubeos- "Absolutamente" le dije.  "En media hora te llamo" me dijo. Nuevamente no le pedí su número, toda fe había sido derretida a punto de cera.
Regrese a mi silla, contemplé toda la sala buscando algo en que fijar la mirada y pensar sabiamente. "No es ella, me la han reemplazado". "Donde está su erotismo" " donde esta Rose?", ”hablaba como ella, se movía como ella, me miraba como ella, pero no era ella” (cliché).
No había mas que decir, me senté con mi cerebro al lado en una conversación de hombre a hombre, ambos lados de mí trataban de conciliar las cosas. Y llegamos a un veredicto "ya fue". No vale la pena correr tras algo que no se detiene a esperarte, es Mr. destiny diciendo que no le busque cinco pies al gato y entender que solo tiene cuatro. Además la mágica lujuria exquisita que parecía un elixir que jamás saciaría mi sed, había desaparecido se había secado. No era la misma Rose. Entonces me repuse, simultáneamente mi organismo empezó a segregar células vivas.
 
Llegaron las seis en punto, camine toda la avenida en busca de brisa fresca que rebotara en mi cara y me hiciera el favor de cambiar el aire maligno que ya estaba dentro de mis vías respiratorias. Llegue hasta el parque Kennedy. Marque un par de números solo para buscar compañía, camine un poco más hasta que subí a un bus. Con la ventana abierta veía a las calles que se quedaban atrás. Su ropa la veía en otros cuerpos, su nombre lo escuche en otras bocas su collar de perlas lo vi en otros cuellos, todas las señales eran entrometidas. Hasta que desde el fondo de mi bolsillo su llamada confirmaba las señales que no dejaban de perseguirme, lo menos que me imagine en ese momento es que los sueños pueden hacerse realidad…
“ Disculpa por llamarte recién ahora, se me hizo tarde,  Starbucks en 5 minutos?”, dijo su voz a través del aparato, entre claxons y bullicio de autos en neutro.

“Si, en cinco, nos vemos”. Dije, colgué y baje del bus. Corrí hacia donde ella esperaría. Pasaron 10 minutos y aun no llegaba. Seguí corriendo para  tratar de llegar a tiempo, pasaron 15 y llegué  y la vi que se marchaba.  -“Espera!”- le grite. Ella se detuvo.

Caminamos hablando de su vida y la mía en esos 80 días sin vernos. Miraba su escote y tenía ganas de arrancarle las prendas de un solo mordisco. Todo era rápido ahora que había despejado todas mis noblezas.  Yo no aguantaba más, se me salían las hormonas por los poros, y se la solté:

 “Quiero besarte, no me importa si te vas espantada o si tienes novio, quiero besarte  ya no quiero sentir este nudo en la garganta sino más bien un nudo entre nuestras lenguas, y si no me llevas a un lugar donde pueda hacerlo, te besare en la calle en plena vía publica en medio de un semáforo en rojo, lo juro, lo hare “.

Se sonrió, miro a todos los costados y me jalo de la mano, me metió a un restaurante donde podía oler solo a pastas, la gente estaba concentrada en sus boloñesas y parmesanos. Nos encerramos en el baño, ambos frente a frente como la última vez que la vi, subió su mano desató su cabello, mis manos prensaron su cintura como cinturón de seguridad y nos besamos con toda las altas dosis de antojos del uno hacia el otro, nuevamente un instinto caníbal de la era del hielo recorrió cada vena a modo de sangre hirviendo que erecto nuestros átomos más recónditos, a punto de comernos el uno al otro solo con besos. Finalmente era ella, la reconocí, por fin, y entendí todo; ella es Rose, y yo fui uno más en su lista, sus dulzuras de la mañana no eran más que perfectas pantomimas inescrupulosas e histriónicas que cerraron el telón para esta nueva escena. Y sin disfraces, sin pudor ni decencia transformamos aquellos remotos metros cuadrados del baño en un vulgar burdel de a dos.  Como dos químicos radioactivos, nos mezclamos en aquel tubo de ensayo, y sin explotar contaminamos todo el lugar del sexo mas desgarrador, adictivo y simpatizante. Rose era una experta, y yo el novato en sus manos, lo entendí todo. Esto era solo lo que necesitaba una porción de voltaje a gran escala, solo eso. No estaba enamorada de ella, estaba fascinado porque todo lo que veía era rojo.

La encontré imprevistamente, es lo que queda decir. Como cuando buscas el zapato o el calcetín que nunca encuentras o la aquella llave que nunca sabes donde la dejaste y te cansas de buscar. Yo me cansé. Pero cuando dejas de buscar entonces la fortuna te pone lo que quieres frente a tus narices sin previo aviso.  Como desenlace, nos desenlazamos los brazos que parecían camisas de fuerzas resistiéndose a soltar a su víctima. Rose me permitió contemplar el tatuaje de su pecho, brazo, tobillo, pierna espalda, todos!! Y antes de que la puerta pidiera auxilio salimos con una sonrisa malvada y picara, como niños que se comieron las golosinas a escondidas, y vaya que las comimos. Cruzamos la calle, me amenazo con llamarme y yo con invitarla al cine; y seguíamos planeándolo mientras nos alejábamos, porque la vida sigue y tenemos planes tenemos clases, tenemos entrevistas tenemos cenas y reuniones.

“Me llamas”  “Te llamo” “ Mañana?” “quizás si quizás no”.  “Vete Rose antes que corra tras de ti”. “Adiós”, me dijo finalmente. Es lo que paso esa tarde. Y lo enterré vivo ahí. Lo dejo ahí, renuncio a cualquier próximo intento de encuentro, tiene un hermoso anillo y yo un brillante camino por delante. No habrá rosas pero si espinas a las que me acostumbrare con curitas y vendajes. Si las olas de la vida me la devuelven en un naufragio hasta mi puerto, pues tendrá que pasar así. Pero no más búsquedas. En la vida los buenos momentos no duran lo suficiente, pero dejan un sabor agridulce en los sabios, me quedo con el más agradable. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo



viernes, 16 de diciembre de 2011

IT'S MY BIRTHDAY, BITCH


Existe un día del año, en el  que crees que todo será perfecto. En el cual si pides el deseo en la vela antes que esta se derrita y cerrando los ojos podrás obtener lo que quieras. Es tu dia, eres el dueño amo y señor de todo a tu alrededor. Todo lo mereces todo lo quieres y de vez en cuando todo lo obtienes.

Como dijo una vez Meredith Grey (estoy enamorado de ella): "Existen estrellas fugaces, fuentes con monedas oxidadas en el fondo incluso cruzar un tunel conteniendo la respiracion , las doce del 31 o las velas de un pastel de cumpleaños; formas cojudas de pedir deseos que estadisticamente jamas llegan".

En ciertos casos, crees que ese dia ( el de tu santo) puede pasarte lo mejor de tu vida. Como si estuviera escrito en algún garabato de profeta barbudo. Sientes que la persona que esperabas y dejaste de esperar por fin va a dejarte mas que un regalo por la chimenea. Finalmente cara a cara estarán y no será suficiente la medianoche para romper semejante conjuro.

La felicidad esta en letras chiquitas, nunca se ve. Cuando llega parece que le apestamos, porque en instantes o pocos días se va sin más ni mas, dejando un entusiasmo malacostumbrado, un desaire, un rencor. 

Excesos, disfuerzos todo viene sin envoltura. Es como un rey esperando lustren su calzado, un dictador ordenando a sus subordinados, un príncipe en busca de princesas que besar y zapatos de cristal que calzar. Se desata el moño y empiezan a dominar cada minúsculo segundo de ese día. No hay escape todo pertenece al agasajado. 

Cuando se acerca tu cumple se crea automáticamente una cuenta regresiva. Los números están por todos lados, tus uñas se quedan clavadas en las hojas del calendario, tachas las vísperas, destierras los ayer para dar paso a un hoy que tiene un ciclo de vida de tan solo 24 horas. Tan poco tan significativo tan inexacto.
Para los tontos el cumpleaños representa un día de hace varios años que supuestamente es el mismo.  Donde el pastel es como el genio de la lámpara maravillosa que después del canto te mira bañado en chantillí y manjar blanco como susurrando “tus deseos son ordenes”. Gordo mentiroso.

"Que tus sueños se vuelvan realidad", depende de tu actitud y talento para la manipulación de sucesos y mentes lentas a tu alrededor. Todo esta en tu dedo y engreimiento. Nada puede ser cuadrado si quieres todo redondo. Lamentamos que sea flor de un día, pero la espera nos mata.

Ese previo es peor. En cierto modo se convierte en expectativa sobre valorada. ¿En verdad nos hace feliz envejecer y aumentarle una cana más al cuero cabelludo? A los del mes de diciembre tienen dos oportunidades en todo el año casi juntas para pedir un deseo. Un maldito y estúpido deseo, que no hace caso, es irreverente, obstinado y muy mal educado porque hace caer con tropezones angustiantes que matan la capacidad de tolerancia y derrumban todo muro de adobe que al contacto con el agua lacrimal se deshacen y todo el día se pasa en el lodo.

¿Por qué será solo un día? ¿Por qué pensar en que deben ser más? Ya lo dijo una vez el gran sabio sombrero loco a la hora del té, “estamos celebrando el día del NO cumpleaños”. Eso si es felicidad destapada y sin Coca Cola.  Le doy toda la razón aunque eso me convierta en un descocado y chiflado. En busca de la felicidad miles pierden la carrera, las tortugas ríen al último y los conejos corren veloz, al final nadie es feliz, todos odian a la tortuga por suertuda y al conejo por huevon.

Lo más patético son las listas que he hecho y tengo coleccionadas como un recuerdo inicuo que en verdad es nocivo, sigue alimentando mi hambre de sueños innecesarios. Estoy atrapado en una red aun mas grande que la de los pescadores. Si me muevo caigo al agua nuevamente y me ahogo y si no sigo atrapado, no hay opciones. Asimilo que todos los santos hoy se descuidaron de mi tablero y me dejaron jugando frente a la reina asesina que me arrincona como un peon ratón.

Si fuera legal estaría volando sin coordenadas. Asi se han pasado varios diciembres anelando y sembrando nuevos eneros para cosechar marzos propicios y obtener frutos en septiembre primaverales.  Pero la flor muere en noviembre y regreso a la semilla nuevamente. La semilla de deseo, que me tiene en una maseta sin agua, ahí rodeados de hongos. Al final todo está justificado, y con puntos y comas me harán una factura por daños y prejuicios. Me han de dar la mitad de las escrituras del Edén por reparación civil. Mientras tanto iré pensando un nuevo deseo, con suerte termino bajo tierra o bajo el sol. Porque en la ciudad como en la que yo vivo, los buenos momentos no duran lo suficiente. Disimula y haz de ese día un respiro. Who wants a piece of my cake?  It’s my birthday, Bitch. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo

domingo, 4 de diciembre de 2011

TE ETIQUETO, TE CONDENO


En el mundo o mejor, en la ciudad gris,  hay algo más letal-mortal que las enfermedades de transmisión sexual, una aguja infectada o un baño de disco en Barranco. A simple vista parece moda o tendencia. Cuando miras mas allá de lo evidente, descubres. Son submundos, tribus urbanas que se hacen masas y rechazan a invasores o gente “diferente” a su raza social.

En mi vida me ha importado la providencia de la gente random que me ha tocado conocer en mis sesiones con el jazz dentro de un bar. Los monólogos con mi cigarro son la ante sala a encontrarse con nuevos especímenes. Pero hoy interpretare a un hater, y a modo de satisfacer curiosidades, desarmare los componentes de las llamadas divisiones sociales con mi propio desarmador, abstenerse de llamarme criticón, en mi defensa diré “just for fun”.

En algunos casos se heredan, se adoptan, se escuchan, se leen o se aprenden, en otros se nace con ellos.  O no te queda opción, la influencia in solicitada te hace mendigo de más.  Abundan chorreados por toda la Lima nuestra. Las ciudades cosmopolitas son su alma mater. Y dondge mas tienes oportunidad de verlos y gratis” es en el vasto mundo de la noche juerguera en todo el oeste de la ciudad.

Reitero yo no repito lo que escucho, solo escucho y conspiro. Armo mis huevadas dentro de la cabeza, la mezcla es bien heavy, pero todo se asimila.   En mi opinión: “Estas mal del ano si crees que puedes señalar tu puto dedo hacia otro puto humano que también tiene su puto estilo el cual es criticado por tu puto grupo”.

En soledad somos aguante, nos sentimos una esponja que absorbe y absorbe y  nos la guardamos  con todas las palabras adecuadas para describir subliminalmente en clave de sarcasmo el estilo que desfilo frente nosotros. Cuando en grupo estamos, la soltamos toda, y aniquilamos al ser viviente que refleja en su outfit algún estilillo sacado de una revista o subcultura.

De eso estaba yo precisamente hablando, de la descontrolada tasa de ondas que ha hecho de lima su nido de estilos, irreverencia, actitud y moda. En esta oportunidad existe un top 5 estilos más odiados, los cuales yo no odio, pero tampoco los celebro, es mas no se que hay de malo en ellos, pero a modo de ser basura proyecto mis puntos de vista de cada uno. Aunque en la vida real, como un chicle, puedo masticarlo mas no pasarlos.

Hipster: punto y guion, el virus más reciente, se desencadenó su bacteria más rápido que la Aviar, h1n1 o fiebre amarilla. Estamos rodeados de ellos. Identificación: pitillos, si opción a usar los bolsillos, converses con agujetas fosforescentes, gafas multicolor, retro o de color normal pero sin prescripción médica de medida, cabellos cuidadosamente desordenados, cuellos V, polos tono neón, chillón o estampados que literal los hacen ver como un “cool irreverente”, entre otros. Tienen una obsesión por la apariencia de su imagen, necesitan 67 fotos de perfil para quedarse con las cinco mejores. Pretenden saber de todo, pero solo es eso “pretender”. Son una tribu urbana en su apogeo. Usan la bisexualidad como su aliado para obtener las miradas sin tener que serlo. Aman los raves o se aguantan en el intento. No comen carne porque no es ecológicamente sostenible. Aman el cine independiente y quieren saber antes que nadie cual es el último grito de la moda, el cine, música etc. Las carreras de diseño, fotografía, audiovisuales son fabricas de estos seres bastante monos.  ¿Eres uno?

Bohemios: Son los más criticones en mi experiencia. Inclusive juegan a ser dios en el terreno no celestial, señalando caletamente criticando y destruyendo sin querer queriendo a los demás movimientos sociales juergueros juveniles decadentes. Identificación: por lo general no se bañan, usan quizás el valor de un dólar durante toda una noche de sábado, no son derrochadores sino más bien arrochadores. Conocen la discografía entera de los Beatles, son artistas, escritores, tienen plata pero no trabajan, en su mayoría. Pelos largos en los hombres con cantidades industriales de grasa la suficiente para freír tocino. Tatuajes que por sí mismo exclaman  “soy cool pero sin decir que lo son”. Odian el pop, a Britney Spears y creen que aura y gótica son toxicas.

Emos: (it pronounces imos) le entran al metal as well. Antisociales según las lenguas. Serios, sarcásticos, sabelotodo, jueces de la vía pública, no paran de criticar al gobierno, a la vida, a la muerte y a sus compañeros del cole quienes los trataban mal y los aislaban como el pedo ajeno. Identificación: el icónico cerquillo, mirada estratégicamente perdida, pantalones apretados (también hay lugar para los holgados), prendas góticas, uñas negras en mujeres y también en hombres, politos con estampados de sus bandas famosamente desconocidas. Aretes en toda la cara, diez en la lengua. Si es que tienen facebook, ponen a Kurt Cobain en su foto de perfil.  Y odian a parís Hilton.

La lady: (agg), la chica aura, que no sabe lo que es pisar tierra por culpa de sus high heels. Celular en mano, movimientos de cabello disforzadasos. La formula es sencilla, ellas se creen buenas, juegan a ser tontas para “caer bien” porque saben que no lo son, pero en realidad lo son, solo que no lo saben. Usan tintes, bolsos o carteras.  Juntan los labios como una pequeña trompa cuando pasa un chico para que desde afuera se digan “soy sexy”. Algunas son extremistas. Creen que el mundo puede cambiar solo diciéndolo. Admiran al Papa y creen que Miuccia Prada debería ser presidenta. Su primer destino en la vida es Paris y New York. Sus veranos son Asia-Lima,  Piura Asia, Norte-Asia, Asia-Miami, Asia- el Caribe (Varadero, Punta Cana, Costa Rica, etc)  y más Asia. Identificación: son lindas al tacto, sonríen, se esfuerzan mucho y no fuman a menos que alguien las vea para que boten el humo de la manera más regia posible.

Wannabe: No sabe de dónde vienen ni para donde van. Lo único que hacen es  nutrirse de uan dieta estrictamente ajena, lo que tienen alrededor, lo encierran en su pupila y ensayan en su habitación o en el espejo de la sala. Todos los compadecen y miran con gracia, y ellos piensan que las miradas son de reconocimiento por ser tan fresh, cool, fashion. Quieren la aceptación de un grupo a todo costa! En palabras cortas, son aspirantes a cualquiera de los estilos anteriores, sin saber nada de esos mundos, solo la ropa los acoge.


Al que le caiga el guante que se lo chante, en esta ocasión si la etiqueta te vende a buen precio, seras la comidilla de los depredadores. Nuestra imagen nos vende. Desde el peinado hasta el zapato, pues dime que calzas y te diré quien eres. estamos condenados por lo que usamos.

¿Estás en la lista? A quizás en la de espera. O quizás en proceso evolutivo, desafiando a los homosapien,  y tratando de renacer la era de la migración a territorios desconocidos como un moderno éxodo. Tal vez me fui de lengua, no hay maldad en mi percepción. Tengo que decir: haz lo que mierda quieras en este mundo, deja tú huella indeleble hasta que venga el tren a recogerte. El uniforme de ángel y demonio no lleva bolsillos, nada te llevaras olvídate de adquirir gadgets.  Así que busca un buen file de experiencias. En mi caso busco aventuras dentro del verbo vivir. Recopila, apaña, junta todo eso que quieres y sal a conseguirlo, porque cuando estés frente a San Pedro o San Diablo, dejaras todas tus pertenencias en la entradita incluyendo el blackberry, en posesión de ellos, calatito nomas a pagar por tus huevadas. Y si no me crees, jala el gatillo y metete un tiro. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo

miércoles, 30 de noviembre de 2011

EL OTRO


Estaba medio enfermo,  decaído y constipado, con una fiebre de sábado por la noche, y aun asi abuse de mis células sanas para maltratar los huesos en una salida donde le robe horas al fin de semana nocturno. Definitivamente era mejor tomar la píldora o ibuprofeno, pero salí y eso es la alfombrita de bienvenida a la fatalidad. Aquella vez perdí mi V, porque quería tres x, no se culpa a nadie. Quizás solo a una si a una, a una copa de Martini.

Luego de eso aprendí a que beber puede ser divertido sin terminar siendo el mejor amigo de un inodoro publico dentro de una disco. Dando bailes de tubo a cualquier extraña o incluso extraño. Zapateando como si el piso te exigiera masajes. Todo el humo termina en tu nariz. Y se atora en tu garganta cada beso ajeno.  Cada sonrisa es falsa, cada momento está siendo medido por un radar donde eres el objetivo. Eres carne fresca, porque eres la inocencia en disfraz.  Las bocas se contorsionan solo para hablar de ti y de tu simbólico ascenso y seguirá hablando hasta que llegue tu precipitada caída. Les gusta. Les gusta cuando subes cuando bajas, cuando te quedas ahí abajo, cuando vuelves a subir pero en tu nueva etapa. La recuperación.

Dicen que el rechazo es el nuevo comienzo.  Así comencé. Desde lo más debajo de mis cimientos, y aquí estoy una leyenda andante con una lista negra envidiable. Pero todo cuesta, todo costo.  Se unieron varias piedras para poder cruzar ese rio profundo lleno de pirañas. Y cada una de ellas tenia nombre: envidia, hipocresía, impaciencia, excesiva ternura, poca tolerancia, poca sensatez, cojuda, tonta, lenta, sordomuda, ciega e incluso ingenua. Pero contrate un tiburón y se las devora todas, llegando así al otro lado del agua.
Esa noche se repitió y pude cambiar la historia de aquel sábado, la temperatura en mi termómetro estaba disparando mercurio por todos lados. Me acordé de la pasada y corregí. Recordé: como se dice? Mmm hay otra forma de llamarlo… El extra? La trampa?  La salida de escape? La escalera auxiliar para bajar del incendio de una relación que siempre intenta surgir de entre las cenizas, o en buen castellano se podría decir que se llama ser el otro.

El amante perverso frio calculador, el malo del cuento que seduce pero en realidad es seducido por la inquietante negativa de la prohibición. Convirtiendo al otro en hilos en la garra de un gato. Así empecé siendo el otro, sin saber que lo era, así con mi fiebre de 40 mis cabellos endurecidos por el gel, así de terco por salir, así de tonto por caer.

El amigo con plus o con beneficios. Como un bonus track en un CD anglosajón. Donde en ciertos casos el acuerdo se firma sin tinta, ni papel sino con el silencio cómplice donde el TLS (Tratado de libre sexo) queda tácito con una sonrisa picara y disforzada; un acercamiento mudo que se convierte en bulla en la cama. No es necesario dejar en claro nada. Todo está en el aire, y si no los respiras así, te mueres. No hay lugar a reclamos porque esto es “sin compromisos, ve y donde quieras suelta tu pelo riso”. No hay ataduras.

Pero, que pasaria o que sucede cuando una de las partes se involucra demasiado y boom le explota el corazon. Hace su aparición el "crush im in love. Oops i did again. Bye bye game welcome reality". La situación es incómodamente tierna, peligrosamente dulce pero fatal,  porque la otra persona te ve como un amigo con quien puede tener casual sex, solo eso, no hay otro final para ese cuento. Terminando al otro lado de la barra usando un puchero en los labios que no se ve bien.

Watch out! Do not open your heart, yet.

Estas en peligro de extinción. La otra persona al detectar tus sentimientos  puede optar por conseguirse otro punto. Analogía:  Adiós exclusividad-Bienvenida abstinencia.  Y  creo que a la mayoría no les gusta esa chica con artritis y gafas fondo de botella llamada Manuela.

El otro, así de sencillo. Porque no es que no les gustes, es que no eres lo que quieren. Porque están queriendo a otro porque siempre han querido a otro y digamos que eres como el tejido que entretiene al gato mientras regresa el ratón.

Entonces la lección se aprendió, y volví a salir después de una etapa de blackout. Renovado. Maduro, avispado, canchero,  entonando: gimme more, it’s Gercar bitch. Me recargue de argumentos y palabras claves que me abrieron muchas cajas fuertes. Ya no me dolia ni los talones de tanto caminar de un lado al otro sin saber que hacer. Ahora mi anatomía funcionaba en perfecto acorde con mi nueva mentalidad alterada. 

Ya no me afecta salir a la calle y ver a los “afortunados” de la mano, antes hubiera querido coger una katana de Hattori Hanzō, prestada de Kill Bill, y cortar esos dedos.

Pero el mundo gira y no lo podemos detener. O nos sentamos a esperar que todo pase, o nos movemos para alcanzar la velocidad de la luz. Lo importante es seguir, caminando rápido o lento. Pero no dejar que el sedentarismo caiga de sorpresa a tocar nuestra puerta. Salir es la salida, vivir es el antídoto. Yo estaba enfermo, decaído, triste y medio resfriado; pero sabía que la noche me llamaba. Pero salí , aprendí, disfrute, sufrí y supere al maestro.  Ahora yo tengo el as bajo la manga, y sin poker face.  El otro ya no, Sorry baby, I'm not your Bitch.

#G
Anoche, Gercar lo dijo



sábado, 26 de noviembre de 2011

LA PRIMERA VEZ ES LA ULTIMA



Qué pasa cuando se te acaban las primeras veces. Cuando todo se vuelve “más de lo mismo”. Arruinas todo lo mágico del final feliz con el comienzo de la realidad.  El vivieron “felices para siempre” se rompe en mil pedazos como el espejo más lujoso y te condena a años de años no de mala suerte, sino de realidad amplificada.  El punto final viene con la moraleja en letras pequeñas. Por cada capítulo que se cierra se abre uno nuevo, siempre.  Todo continua y no se detiene porque te da la gana.

¿Se acuerdan de sus primeras veces?

Están los primeros besos. Algunos inocentes, negros, sin intención, sexys, estimulantes, dulces, con sabor a guayaba o solo papaya. No solo se comparte un cariño, se transmite un estado de ánimo. Por otro lado esta los besos de amantes. Son tan necesarios que activan los BPM (beats per minute)  a gran escala. Están dispuestos a chantajear la decencia con la condición de dejar a la prohibición jugar en campo blando. Pero entre nos, les confieso que no recuerdo mi primer beso. No recuerdo con quien, no recuerdo donde, no recuerdo si quería besar o no, no recuerdo si fue rico, lindo, sabroso, feo, ordinario, fugaz, falaz, terco o reprimido. Recuerdo los besos posteriores, a partir del veinteavo o veinticincoavo. No hay día en que a modo terapia sicoanalítica, me sumerjo en mi mente opaca, pero no hallaba la escena. Se quedo ahí inundada entre mis desastres cerebrales. Espero haya sido bueno.

Sin embargo seguí buscando otras primeras veces y se convirtió en la obsesión de una mente sin recuerdos, me encontré desesperado tratando de encontrar respuestas… ¿Dónde quedó mi primer beso? ¿Dónde quedó mi primer abrazo? ¿El primer polvo de diamantes que brilla los ojos hasta los dioses? No recuerdo ni una de las tres. El primer beso lo olvide, el primer abrazo, imposible de deducir, pero uno espera recordar su primera vez, porque es LA PRIMERA vez. Me avergüenza admitir que no recuerdo cuando fue. Nuevamente cerré los ojos, me adormecí, e intente recordar...pi pi pi pi ... Cero.

Hay otras primeras veces. Para mí no hay muchas, me falta capacidad de almacenaje, mi cabeza tiene un disco duro tipo disquete, y con antivirus inservible. Mis gigabytes son números de una cifra, y siempre se me descompone la PC con la resaca,  remojo el microchip con la bebida, y quedó en blanco como casete que le graban encima.

Sin embargo, recuerdo la primera vez que vi a un muerto. Era mi tío, en su ataúd, tenía 4 años, pero lo recuerdo en medio de la sala entre cuatro velas gigantes que jamás se derriten. Y muchas flores alrededor como un jardín lúgubre, el cajón era plateado y tenía esos ornamentos en metal. No había nadie, solo yo escondido desde la entrada y el muerto. Quería acercarme pero me daba miedo. Tenía miedo a que se enojaran conmigo por no obedecer. Me dijeron que no entrara a la sala y fue lo primero que hice cuando me dejaron solo.

Y la primera vez que fui a la escuela también la recuerdo porque me la contaron, casi le destrozo a rasguños la falda a mi madre. Dice que llore hasta toser, gritaba hasta despertar a un grillo. Al final ante tanta ternura me regreso a casa y me cambio de colegio para que yo estuviera más cerca. Me contaron eso, me lo contaron, por eso lo recuerdo, pero mi Primera vez nadie me la ha contado. 

La primera vez que gane un concurso,esa si me la sé. El premio de 500 dolares por escribir una historia que tenía sentido porque era manco de ganas pero use mi corazón, y escribí con el ventrículo surdo y a veces con el diestro.

Se viene a la mente, mi primer cine, la primera cita, la segunda y luego perdí la cuenta. Como olvidar mi primer bronceado fallido termine en el hospital por sobre exposición solar. Mi primer diente que cayó.  Pero existe algo que no quiero recordar, mi primer rechazo…Mi medula se quedaba sin nervios porque estos se me escapaban hasta Urano. No me quedaba tranquilo hasta entretener mis inquietos dedos en el piano o en la hoja.

En la vida existen adicciones, al trabajo, al estudio, a las metanfetaminas, a las dietas, a los autos, a los pastos… y  al ser amado equivocado.

Paradoja: alguien nos quiere, lo tenemos pero le dejamos ir porque pensamos que volverá. Paradoja: queremos a alguien que no nos quiere. Le deseamos como la última gota en el desierto, pero nos mira como una espina entre muchas rosas. Y nos duele. Recuerdo mi primer dolor, mi primera estreches de corazón. Recuerdo su primera mirada tan hiriente, su primera ausencia. Aun cuando pude salvar mi dignidad, seguí con fe inagotable, ahora que lo veo desde atrás, me siento tan torpe “cómo es posible que haya querido dar tanto sin recibir nada”. Mi propio pepe grillo me lo decía “no lo hagas”. El pobre grillo, nunca lo escucho, siempre de un solo soplido lo echo de mi hombro.  Hasta ahora a lo único que prestó atención, a lo único que escucho es el deslizar helado de un absolut vodka cranberry, recontra Soviet! Pero mis ojos rojos mi barbas largas mi abstinencia me hacia un adicto a su presencia, no importaba si estaba cerca o lejos bastaba mirarle para saber que aun puedo mirarle. Neurótico mi coco, entendió muy tarde que si no hay reciprocidad no puedes pasarte la vida entregando ilusiones sin delivery. So, mande mis bichitos de l’amour a Moscu para que de ahí los transborde hasta Siberia de paseo una buena temporada y se congelen hasta que dejaron de ser cálidos como lo eran.

Recuerdo mi primera llamada de emergencia, porque estaba desmoronándome, pero no había nadie al otro lado de la línea. Recuerdo mi primer intento de --------.  Pero soy tan cobarde como para actually do it.  Qué más da, recuerdo mi primera página en blanco, y recuerdo que ese episodio tuvo un final bonito, más no feliz. Pero lo bonito es mejor que “el feliz” si lo pienso una y otra vez hasta que todo lo que pienso pierde sentido. El tango se baila de a dos, pero ni modo, tengo que respirar “buenos aires”, ventilar todos mis sesos. Hacer un brainwash hasta lavar el último rastro de estupidez. En la actualidad estoy tan en paz, conmigo, que quisiera que abundara en mí para poder coger una canasta y hacer de la ciudad un campo donde la reparta a todos, al mismo estilo de un candy raver. Full peace,love,emotion. Ya no dudo en huir dejando toda responsabilidad, tan solo para darle a mi cabeza un descanso necesario, eso es fugitivo, viajar a reencontrarme, haciendo de mi cuento un eat pray love.

Podemos prescindir de nuestras primeras veces, siempre y cuando ellas reaparezcan en una versión superior a la original pero sin perder esa magia que emana del detalle. Hay que seguir, son solo etapas. Para lograr cualquier cosa es necesario una primera vez, sea buena o malo, aunque dicen que si algo malo sale es mejor para no volver a hacerlo. Yo aprendo. Yo hago de esa pésima primera vez, la ultima.  Hay más, mucho más. Si creen que el dolor de corazón o desamor es horrible, entonces nunca les han sacado una muela juicio, eso sí es dolor y poca felicidad.  La primeras veces efímeras y tontas, son una barrera, porque te llevan a un final aparentemente feliz pero solo para la foto, porque luego “el vivieron felices para siempre”, está lleno de hijos, deudas del colegio, loncheras, propinas, suegras, etc.

Por si las moscas, yo decidí no contar más las primeras veces, porque no quiero que queden en “únicas”, si es lo bastante buena, que perdure, por los siglos de los siglos. A todos nos gusta contar, nos gusta de alguna manera dejar algo en suspenso para que pregunten por más. Todos ahora bailan y se mueven como Mick Jagger, yo elijo ser un filme en blanco negro, tan mudo como el buen Charles Chaplin,  conmover como un chavo del ocho saliendo de la vecindad con el palo y su trapo. En letras rojas No alardear de una primera vez.

La primera vez es la última. Luego se convierten en imitaciones piratas, revendidas y hasta ofertadas. Clones que se limitan a existir tratando de ser el original, wannabes. Y la última vez también tiene su guion aparte, porque nunca sabemos cuándo es la última vez. Siempre juramos, que jamás volveremos a hacer algo. Pero terminamos escupidos por el cielo no dos ni tres , decenas de veces.  Karma es la piedra en el zapato, toma fuerza y forma de justicia divina y a manera universal su imperio contraataca, terminando lastimándome el orgullo, pecho, brazos piernas, vasos sanguíneos que explotan dejándome seco hasta de las ganas. A estas alturas que la fuerza me acompañe, porque es lo más nórdico ser atacado por la cucharada de tu propia medicina y a al menos yo ya no quiero volver al lado oscuro. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo

viernes, 11 de noviembre de 2011

EL PERRO DIENTES DE SABLE


Rafaela tiene el irremediable don de congregar gente en un punto inigualable, su hogar. Esta prohibido faltar porque ahí esta prohibido prohibir. No es la otra dimensión, es solo la entrada  a...  Una vez abierta te succiona la cordura, lógica, entre otras ciencias  y se quedan en la bolsa de la aspiradora para un viaje sin boleto de retorno. Nunca sabemos dónde terminara el episodio, es mejor desconocer como la noche acaba, es mejor no especular. Felizmente toda la vida hemos terminado con una historia bajo el brazo para las generaciones próximas. Y aquel remoto sábado del que les vengo a hablar, no fue la excepción.

Como lo dije, faltar es una falta grave, sin embargo aquella noche solo éramos ella y yo. Porque juntos somos quizás el dúo dinámico mas necio del planeta, una especie de gemelos fantásticos pero muy distintos, que al golpe de puños nos transformamos en “tu pagas la ida y yo la venida" (taxi)… al final Yo pago ambas porque ella pierde la conciencia. Cada domingo en la madrugada que le sigue al agotado sábado, ella le pertenece solo al alcohol… bueno estoy exagerando pero Rafaela es un poco de eso. Aunque aquel sábado del que les vengo a hablar  fue una vez de excepciones. 

Estábamos tristemente sobrios, porque nuestras billeteras no estaban del todo alegres. Llegamos al bar de siempre, con las ganas de nunca, esperando encontrar adeptos o cómplices de siempre. Ella y yo eramos solo un par (y una buena mano se gana con más cartas). Nos encontramos con Rosaura y ella nos hizo la taba.  La mesa de un abracadabra se puso abundante de vasos rabiosos de espuma helada, za za za. Aunque yo no tome casi ni un litro, se me vislumbraba ido, como que perdido. Mi cuerpo estaba ahí con ellas pero mi mente estaba en una misión “Hallar la chica del correo electrónico misterioso”.

Nos encontramos con amigos de Rosaura,y la cara de ella cambio. Lo presentía, ella también estaba en una misión: “Conquistar al chico que conoce del trabajo”, pero ese es otro cuento. Prosigo. Rafaela entro en zona de bostezo igual que yo, los ánimos estaban decayendo a pique,  le conté sobre mi persona misteriosa, y ella entendió el porqué de mi cara de palo. Se supone que yo no saldría esa noche pero la chica misterio al contarme que iría al mismo bar a donde yo voy siempre, no me quedaba de otra,  tenía que hacerle un asalto a mi agenda y destruir mi domingo por las mañanas.

Todo estaba bien,pero si se supone que la iría a conocer en persona, porque estaba tan desconcertado… por la sencilla razón que 10 minutos despues de entrar al bar  ella mando el siguiente mensaje de texto : "Estoy llegando con mi ex “en plan de amigos”… No me moleste para nada, pero ... pero.... OK Si Me Moleste!. En verdad ni se porque me enfade cuando me dijo eso, no somos nada, y quizás me precipite a que estábamos en algo, pero en realidad estábamos en cero. Éramos amigos, solo eso, A M I G O S. En ningún momento se acordó un previo a "estar" como pareja. Pero yo soy el rey de los huevones, y para variar entrego todo por adelantado incluyendo el sentimiento. Y siempre termino trasquilado, sin nada más que mi propio abrazo…

Al modificar mi agenda modifiqué mi excusa horas antes (La excusa que usan todos para salir cuando no los dejan salir) y si mi madre adorada quería que me quedara por fin un fin de semana en casa después de mucho tiempo solo para ayudarla con unas cajas extra pesadas de la azotea, estaba muy equivocada. Me había escurrido por mi puerta, atravesé como culebra por la suya hasta la puerta principal,  salí directo al nocturno. 

Y como les contaba estábamos en carencia de espíritu, sin embargo Rosaura estaba haciendo suya la noche,  aparentemente el chico terminaría en su bolso. Bien por ella, en verdad nunca supe que paso después…En eso, sucedió, la chica misteriosa (ni tanto misteriosa) paso por mi costado de la mano de un tipejo que media dos centímetros por debajo de mi estatura ( si!, tengo buen ojo y lo escanee de pies a cabeza). Y se la llevaba al mini bar al fondo de la pista. Con la sola mirada los rastree en posición y estaban a un ángulo de 45° desde mi vértice posicional, entonces bastaba hacer un reojo para vigilarlos, lo cual viene siendo totalmente un absurdo tamaño del mundo, ella podía hacer lo que quiera pero me jodía que no lo hiciera conmigo. 

Ella quería conocerme, no quedamos en encontrarnos nunca, solo comentamos que saldríamos cada uno por su lado, quizás sabia que yo iría al bar pues siempre le hablaba de ese lugar, tal vez pretendía que la viera con él. Importa poco mis teorías. Lamentablemente mi estupidez siempre le vence el brazo a mi tranquilidad y sin sentidos con harta dosis de osadía, descolgué a Rafaela de mi hombro que casi me lo babeaba de lo “divertida” que estaba, y me acerque en tomas como de película hacia la chica misteriosa, no se que pretendía hacer, no tenia ni un solo pedazo de idea sobre lo que le iba decir. Pensé en un “hola…” “hey” estaba pobre de frases, me senti como un burro amarrado a la pista de baile dudando en que decir, mientras le dejaba esa tarea a mi cerebro, mi cuerpo era una masa que se desplazaba mas y mas, su objetivo estaba ya casi cerca, como si fuera un suspenso que se prolongaba con los nervios paralizados, mi dedo índice derecho aterrizó en su espalda,  y con mi cara de oso machucado, ella giró como un disco, tan veloz que ni me percate en mi pestañeo, y solo dije    "Ups sorry flaca, me equivoque de persona”…

Me di media vuelta y como en una película, la toma regresaba a su velocidad normal más rápida y relajadas , tonto yo, que no me percate bien de su cara, no pues, no era ella. Rayos, que ridículo me debí haber visto. Si hubiera sido un extra me ponía cabe a mi mismo para caer en la realidad. De regreso estaba ya cerca a la mesa donde estaban las chicas, pero sentía un cosquilleo, como si unas hormigas militares caminaran sobre mi pierna. Saque el celular del bolsillo, Oh oh “llamada de mama” ( Si pues le tengo miedo y?)

UPS, no sirvió de nada poner todas esas almohadas bajo la sabana…tenía que contestar la llamada, que se me ocurriría… no lo se. ¿Estudiando un sábado por la noche?, no hay razonamiento verbal ni lógico en ese pretexto. Pero definitivamente sabía que el ruido del bar y la música no ayudarían en nada a mi pellejo al día siguiente. Piensa piensa donde puedes meterte para contestar el incesante vibrar del aparato. Subí al balcón, y todo era igual, bulla por doquier, baje al mini bar lo mismo, ¿Salir? No era buena idea porque el reingreso estaba prohibido al menos que quiera tragarme la cola sin fin. Entonces leí entre humos el letrerito verde parpadeante que decía “salida de emergencia”. ¡Eureka! Empuje el portón y salí a un patio tipo de estacionamiento. Había cero ruidos, tan calmado como la superficie lunar. Conteste el teléfono,    “ si?” “ ah hola (mama) que pasa?” “ que me he salido sin decir nada?... Que hablas?,.. Claro que te dije, pero  estabas hablando por teléfono muy entretenida con tía Angélita, y ni me escuchaste, encima bote la basura de pasada”… “Si ya se, regreso en 20 minutos, estoy  revisando unas separatas y voy… si mama estoy con el carro, ok chau”.

Me sentí como un genio monce (loser). Mi sonrisa malévola dio lugar a un flamante suspiro de tranquilidad. Entonces voltee la cara como quien da la vuelta con una repasada de lugar, y en la terraza de del segundo piso  de aquel  patio había una especie de deposito, en eso mis ojos se abrieron a su máxima expresión, y es que no era porque estaba oscuro o porque vi un fantasma, fue peor... el animal bajaba lentamente y desafiante, con cara de pocos amigos, era un perro negro grande sin cola pero con unos dientes tamaño al equivalente de los dedos de mi mano, del color mas blanco que yo jamás haya visto, acompañados de litros de babas espumosas y gruñidos de infarto, empezó a ladrar. 

Primer acto: retrocedí un paso, siguió ladrando y bajó dos peldaños. 
Segundo acto: mi mano toco la puerta para abrirla, el perro ya estaba casi abajo a unos escasos pasos de mí. 
Tercer acto: la puerta no tenía perilla porque no se abría por fuera…

La bestia estaba furiosa pero por una santa razón desconocida estaba aun distante. Ladraba y ladraba como si yo le hubiera quitado algo, y les juro que no le quite nada!!!, ni un hueso!! es mas que me esculquen!!, no es mi culpa que los perros no tengan bolsillos y por eso no saben donde dejan sus cosas… “ABRAN ABRAN!!” empecé a tocar la lata vieja y media oxidada de la puerta, grité hasta la afonía, el perro bajó completamente las escaleras, y lo tenía frente a mí , esperando que en cualquier momento se trepara a clavar sus  gigantes dientes de sable sobre mí cobarde y temblorosa piel. Empecé a patear el portón y nada, era obvio que nadie iba escucharme con toda la bulla de adentro, estaba perdido era mi fin, nunca en mi vida había gritado “ayúdenme auxilio” y ese día lo hice, no había mas salidas que esa a la vista y tampoco pensaba usar otra si tenia el perro a mi costado esperando su presa.

No había opción, comer o ser comido, pero soy vegetariano, no había forma de escapar, el perro casi se puso en dos patitas para saltar sobre mi, y yo pegado a la puerta con el ultimo golpe y mi cara arrugada de terror. Y repentinamente sucedió, la puerta se abrió, el VIP me miro con cara de pena y risa,  sin explicaciones lo pase de largo y me fui,  y trato de detenerme pero solo dije “tenia que contestar el teléfono, lo siento” y regrese disparado hacia la mesa con la lengua incrédula. Le dije a Rafa que me tenía que ir, y junto a Rosaura se quedaron, mi cara la tenía más blanca que de costumbre, no se dieron cuenta de nada, sin embargo yo me di cuenta de todo. Salí del bar, encendí el auto y en primera choque con un poste, mis nervios aun no estaban completamente en su sitio. Todo paso mientras tenía que pasar. Normalmente uno cuando sale, solo en caso de seguridad lleva un sprite de pimienta o una navaja, en mi caso se podría  decir que la próxima vez tendré que llevar una galleta ricocan o un huesito con harto cloroformo para apaciguar a las bestias. ¡Oh que vida de perros! ¡Que noche de perros! 

#G
Anoche, Gercar lo dijo