martes, 29 de mayo de 2012

MEMORIAS DE UNA PRECIOSA segunda parte



No me gusta decir mentiras, por lo tanto no las digo, se escapan.  Previamente…  estábamos mi amigo y yo con ella dándole respiración boca a boca porque sentíamos que se desvanecía en el recuerdo. Un recuerdo grato pero solo eso, un pedazo de memoria que alquilaba un espacio en su cabeza por tiempo indefinido. Casi quedo en coma de resignación cuando vio partir al the one tha got away, a “él”.

Preciosa, altanera, mal geniuda y despistada pero sobre todo humana, propenso a cometer errores, sin embargo aun no puedo escribir en piedra si ella aprende de los mismos. Oh mi pobre amiga la preciosa, ¿Es realmente preciosa su vida?  Sin duda estaba el universo de buen humor al crearla, pero en otras veces  tan desatinado en sus decisiones, tan random y malhumurado. Nos pone donde quiere cuando podemos estar en un lugar mejor. A ella, a la preciosa la samaqueo como muñeca de trapo a su antojo y la puso en un reino sin rey, donde ella es reina y muchos la pretenden.

Los meses se habían convertido en costras que una vez secas y sanas, caían de su piel, iba mejorando , rehabilitándose y  como cantaba Donna Summer , era tiempo de “trabajar duro por dinero” y por placer para cubrir necesarios lujos con los restaurantes, boutiques, peluquería, spa,  bares, discos, disfuerzos, excesos, glamour, etc.

Mi amiga preciosa seguía hermosa, era de imaginar que a los pocos días fue contratada.  Al poco tiempo nuevas amigas llegaron, todas de la misma compañía. Una nueva manada  ladies night  alborotaría su agenda de los sábados por la noche, dejándonos de lado a mi amigo  y a mí vuestro humilde narrador. Todo hacía pensar que le estaba yendo de las mil maravillas y media , pero el paraíso siempre viene con una serpiente…

Bueno este cuento empieza así: Existen un reino muy cercano.  Como en cada pueblo existe un  príncipe o lo que fuera, que pondrá en aprietos a la doncella. En esta historia es lo mismo, la reina que no es otra más que la preciosa en su intento de huir de las memorias del reino que dejaba atrás e intentaba superar,  llegó a los bosques de papel y oficinas de este príncipe que tenia corona adherida al cráneo por lo tanto lo hacía ridículamente cabezón y no lo dejaba pensar con inteligencia.

Era a primera vista un príncipe bueno, que llenaba de mariposas los campos de mi preciosa amiga, porque ella estaba sola, empezando de cero. Pero la carne sin carne no vive, y sin calor humano el frio se hace bajo cero absoluto y la entiendo; entiendo la necesidad de tener un brazo donde apoyarse.

Todos sabemos que tenemos un lado malo, él también tenía uno, su hermano gemelo. La versión masculina de la bruja del cuento.  Siempre estuvo presente pero nadie se percataba de su cara de plato o de vajilla china porque a nadie realmente le importa una versión decadente del original. La envidia a su hermano bueno hacia que su objetivo sea solamente uno = la preciosa.

Mi preciosa amiga estaba en problemas. Por un lado quería saber si existe alguna oportunidad con el príncipe bueno que, en realidad, mientras más lo conocía mas no-encantador se volvía.  Su cabeza se veía más grande que parecía que en vez de caballo usaba moto, pero lo físico no era un problema para ella.

El gemelo malvado, usando las borracheras de la preciosa, intento besarla en secreto. Los animalitos del bosque (compañeros de trabajo) lo vieron todo, así que acudieron al príncipe, a contarle lo sucedido. El gemelo bueno dolido por la traición de su gemelo malo, dejo de hablarle a la preciosa, la desterró del reino de sus pensamientos y se fue a buscar alguna cenicienta a quien calzarle el zapatito. Mi preciosa quedo en las afueras del reino vecino del príncipe. Desterrada y herida, volvió a lo suyo, al trabajo y la rutina hasta que desde el otro lado del continente llegaron noticias alentadoras que parecían gotitas de sangre que podría hacer palpitar su corazón honestamente una vez más…
Los meses pasaron, y  muchos iban tras la corona de mi preciosa quien volvió a su reino. Ella seguía fiel a  su cordura y soledad, una soledad que necesitaba. Porque es necesario estar solo, aprender a estar solo, no importa si nuestra mente dibuja a alguien a nuestro lado, tenemos que reconocernos como seres cardiaco-independientes.

Para celebrar el cumpleaños de una de sus amigas, la preciosa y reina organizo un baile de mascaras en el reino. Donde llego gente de distintos pueblos; forasteros  pero ya no de Europa.  Antes de hablarles de este forastero, debo  mencionar la historia europea, que inicio justo antes de la despedida de “él” (para mayor inspiración leer “memorias de una preciosa”).  Era un dios griego nadie lo duda, y como buena mitología, esta historia hizo que una mortal le robara el corazón a un Dios Olimpo, este le ofreció una vida virreinal, un pasaje sin regreso, un beso con sabor a schengen y muchos euros a sus ordenes además de momentos kodak.  Ella mi amiga preciosa, lo rechazó todo, por “él”, y “él” seguía ido, al otro lado del continente.

Luego del episodio  del gemelo príncipe bueno y su hermano el malo. Este baile parecía una luz de alegría para amenizar y sazonar la vida social de la preciosa.  Como todos sabemos existen tipos de invitados; están los invitados VIP que son necesarios para conmemorar la noche, los extras que llenan la casa y aportan para la chancha y están los outsiders que llegan algunos para quedarse y otros para no hacer ni sombra que alguien recuerde.  Y también están los indeseables… A pesar de que todos los invitados eran parte de la corte del reino (la empresa donde trabajaba la preciosa), colegas todos sabían que el príncipe y su gemelo malvado no estaba invitados sin embargo este ultimo llegó, y no vino solo sino con escoltas.

Cuando paso la media noche, los hombres se convirtieron en sapos y las damas en brujas. Pero no importa las manzanas envenenadas que ofrecieron a la preciosa, ella no comió ninguna. En cambio yo si…  este fruto no era prohibido, sin embargo no quería terminar en mi canasta sino en otras manos, las de la preciosa…  Mi preciosa amiga y yo habíamos conocido nuevos amigos, en esa fiesta. Y no dudamos invitarlos al cumpleaños de ella, la preciosa.  

En el día de su cumpleaños la preciosa de mi amiga conoció en el estanque del reino a una rana muy tierna, buena y trabajadora. Le digo rana porque solo los sapos son príncipes malos. La rana  por otro lado era noble y gentil.  Me caía bien y sin duda alguna había penetrado en las emociones de mi amiga la preciosa. Todo empezó rápido, sin querer queriendo, sin presuntas sospechas de malicia, todo era un juego limpio, la rana le hizo la danza de cortejo a la preciosa y ella se animo a flirtear un poco.  Sus amigos (de la rana) se tejían con los míos, y pronto creamos esta red gigante, donde pescábamos  juergas, mas amigos, excesos, disfuerzos,  intrigas, polémicas, falacias, etc.

Pero si tiras una roca hacia el cielo demasiado rápido, la caída es inevitable, lenta pero inevitable y caerá justo en tu cara. Eso le paso a la preciosa, las cosas llegaron y sucedieron demasiado velocidad años luz, su cohete se fue directo a la luna y nunca tuvo  tiempo de ordenar sus emociones y sentimientos que terminaron convirtiéndose en inseguridades pero sobre todo y lamentablemente en su debilidad, y más aun en tiempos de embriaguez.

La rana al parecer no era suficiente, ella quería un nuevo reino que conquistar, no se conformaba con un estanque cuando podía tener el palacio y las joyas de la corona.  Y esto lo sabía el príncipe bueno, el cual se volvió loco al saber que una simple rana podría quedarse con su preciosa dama del bosque. Así que termino convirtiéndose, en un príncipe negro,  podrido y celoso, ya no era príncipe sino un simple “huevon”. Llevó su ambición al límite y sin escrúpulos, intento envenenar a la preciosa para borrarle los recuerdos y quedarse con ella mientras la cerveza nada en sus pensamientos de un sábado por la noche muy noche casi domingo… y todo esto sucedió mientras yo dormía, lejos de ella de modo que no pude ayudarla… Es ahi donde una debería recordar lo que mama nos dice "No recibas nada de extraños" en este caso de alguien celoso y vengativo, no sean tontas. Los animalitos del bosque me notificaron  lo sucedido, la preciosa había sido raptada por el príncipe ahora transformado en malo, más malo que su gemelo malo.  Ahora no entiendo que paso, ¿Habrá caído en la trampa la preciosa? ¿Volverá? No sé nada de ella.  ¿Habrá besado los labios venosos del ahora malvado príncipe? ¿ Y la rana?  ¿Qué pasó con ese batracio son superávit de panza?

Si por cada error que cometemos fumáramos un cigarro, estaríamos más huecos que la capa de ozono, por donde se escaparían nuestras ideas lógicas. No pensamos bajo los narcóticos efectos del falso cariño que decimos sentir por otros. La única verdad es que alguien que nos quiere no nos hará daño ni nos usara como trofeo para comprobar su victoria.

Los animalitos chismosos del bosque me contaron que ella está bien. Y al parecer tiene el panorama más nítido y en alta definición. No he hablado con ella aun, dicen que está enamorada bajo hechizos del príncipe malo. No importa lo que digan, no importa si  los príncipes malos y ranas gordas hayan intentado ahogarla en confusión, pues tengo el chisme del año. Dicen que todo lo que se va, tarda pero vuelve. El pasaje de regreso al reino esta comprado, la bienvenida será inevitable,  hace un año que se fue y  vimos a la preciosa despidiéndolo. Ahora me pregunto que pasara cuando esa mano vuelva a dirigirle la palabra a “él” en su regreso… lo cierto es que tengo la autorización de ella para escribir lo que pasara en la siguiente temporada.  Yo se que eres vulnerable amiga mía y que no quieres herir a nadie con este regreso, pero medita bien tus sentimientos sin temer arrojar lo que ya no te sirve. Eso sí, no seas mala, mucho menos bruta, aunque los caballeros las prefieren así, acuérdate que las tontas no van al cielo. Y en caso se pregunten en que acaba este cuento, pues os dire que no tiene final aun, ¿Se anima alguien a escribirlo? 

#G
Anoche, Gercar lo dijo

Fotografía: Gercar PhotograG https://www.facebook.com/gercarphotograg?ref=hl

domingo, 20 de mayo de 2012

ENTIENDELO NO LE GUSTAS



La batalla final ha llegado, es hora de poner en práctica todo lo aprendido. Pero como de costumbre cierta zona de nuestra cabeza no trabaja bien si es que antes no le pasan una buena escoba. Pese a que tenía todo listo, llegó una última lección que en realidad siempre estuvo presente. Ya sean mis amigos o allegados, siempre tengo que escuchar The Ugly true, antes de hacer cualquier nido de esperanza...

Si después de una cita o un encuentro, o una reu de amigos en común, o un cumpleaños,  o una noche de disco,  o lo que fuese; es posible que conoscas a alguien que calce con tu interes y llegue casi como impulso y por acuerdo mutuo, un intercambio de teléfono. Hasta ahi lo mínimo que sabes a ciencia cierta es que no le pareciste mal.

pero tu angustia se enamora de tu soledad y entre ambas planean sabotearlo todo. Te muerdes las uñas, caminas de un lado a otroa y miras el celular cada 5 minutos...

Entonces llega la psicosis: "Le llamo? O espero que me llame?"

Poco tiempo después llegan las teorías: “Seguro no tiene tiempo, trabaja mucho, y no pudo llamarme”, “Tiene miedo admitir que le gusto, porque quiere que yo lo diga primero”, etc.

Y después la fatalidad, llegan las malas ideas: “Al  final todos somos iguales puedo llamar yo también y no esperar que me llamen, además que de malo hay, si me gusta y seguramente yo también, por eso me pido mi numero….”

Ese es "El triangulo vicioso", que varia según escenario. El anterior fue con las “primeras citas, a ciegas, encuentros, chat, fcbk, twitter, etc”

El segundo escenario seria: Si se conocen en un lugar o circulo social común, por ende tendrán forzosamente que verse seguidamente. Entonces se conocen, se hablan, están muy ebrios y se besan y quizás algo mas… Si esto paso un fin de semana, y no intercambiaron números por cuestiones equis. Simplemente esperas a la siguiente fiesta o reunión para ver a esa persona… entonces comienza todo de nuevo, el triangulo…

Escenario: Están en otra fiesta, la misma gente, mismos amigos, pero sobrios….

Llega la psicosis: “Saludo primero? O espero que me salude?" "Le evitare, hasta toparme de casualidad y saludarnos inevitablemente?”

Lo que realmente sucede: Te vas a la cocina por mas hielo y se encuentran, se saludan y todo normal.

Llegan las teorías: “Porque no me habla? Si ya nos topamos en la cocina... Seguro quiere que yo le hable”, “Ya se, le da roche lo de la semana pasada porque estábamos ebrios, obviamente yo también estoy avergonzado, pero whatever…” “Ahhhhhhhhh ya se, es una persona tímida. Eso es, mira ni siquiera baila, solo habla con su amiga, que aburridos…”

Lo que realmente sucede: están juergueando cada uno por su parte, a su manera. No te ha hablado en toda la noche y si cruzaron palabras fue porque le pedias encendedor cada 15 minutos y le preguntabas cualquier cosa banal. De lo único que hay que dar fe es que debes pasarla bien con tus amigos, y dejar que todo fluya sino…

Llegan las malas ideas: “Le hablare, eso es, iré a hablarle,  ahora mismo. No sé qué decirle “Que buena reu”, o “decirle que ponga otra música”, o quizás decirle que su ropa esta increíble” o “ Ya recuerdo que es una persona tímida, y yo no, así que iré directamente hacia donde está y le diré, hola, como estas, que me cuentas…” “o mejor le derramo trago y me ofrezco a asistirle y disculparme tantas veces con chistes tontos que a cualquiera hacen reír,  como aquel el del “elefante llamado maíz”….oh lord.

Lo que realmente sucede: Esa persona esta tan ocupada pasándola bien o tratando de pasarla bien alejada de ti, sin tus acosos visuales, sin tu voz molesta que se hace alta para que todos te escuchen, pero menos esa persona que no quiere escucharte. Y lo peor, te está evitando a toda costa, y no sabe como decirte que no se acuerda de lo que paso la semana pasada porque estaban muy ebrios, y si lo sabe es porque se lo contaron…Que feo, ¿No? Pero existe algo peor que una experiencia así con una persona desconocida...

El tercer escenario: “Son amigos y malinterpretas su cariño de patas… entonces se viene el cataclismo…”

Llega la psicosis: “Porque me llama de la nada a contarme su día? Sera que le gusto?” “ Espero que me lo diga? Que me diga que le gusto? Debería darle más tiempo?”

Lo que realmente sucede: le caes deputamadre, la pasa bien contigo a pesar de tu extraño sentido del humor y de decir las cosas muy desnudas. Quizás sienta algo de admiración, porque eres único en tu especie entonces es original para esa persona, tener un amigo así de diferente.

Llegan las teorías: “Creo que le gusto”, “Siempre me busca, le gusto total” “Porque insiste en que le cuente mis cosas privadas… a lo mejor solo quiere comerme, y bueno no me es indiferente”. “Oh oh!!! Y si los demás se dan cuenta que me gusta… qué vergüenza!!! Se supone que somos amigos… será mejor  tratarle un poco mal, solo para despistarle y despistar a los demás, si eso hare”

Lo que realmente pasa: Estas tejiendo telarañas donde no hay nada. Estas alucinando. Lo que nadie niega es que le caes bien, por eso son amigos, duh.  Estas, tanto tiempo solo, que tu mente no distingue, y ataca a cualquiera para víctima de un romance oportuno que necesita llenar ese espacio vacío por tanto tiempo en el lado izquierdo del pecho.

Llegan las malas ideas: “Creo que le voy a llamar solo para decirle que hace o mandarle indirectas a ver si se anima a decirme algo”  “He tomado mucho, y ahí está, iré a hablarle y decirle que puede decirme la que sea, lo que quiere, yo seguiré siendo su amigo” “Voy a seguir tratándole mal como trapo, así no sospecha de mi, si eso, hare…”

Lo que realmente pasa: se cansa de ti, de tus altos y bajos, tu bipolaridad. Se preguntara “A éste que le pasa, porque es tan pegajoso, porque me llama de la nada a decirme huevadas que no entiendo, stalker”,  “Porque me discute cada cosa que digo como si todo le molestara…”  Le llegaste a la punta de los genitales, por ultimo si sigues así, terminara dejando de frecuentarte, no te invitara a las reus del grupo en su casa y lo peor, perderás a una buena amistad.

Aunque sí. Es probable y pasa solo unas 0.000000000000000001% de las veces que de verdad le gustes y no se anime a decírtelo y por lo tanto te evita o te trata mal. Pero a nadie le gusta vivir rodeados de ceros y probabilidades inexactas. Así que mejor obvia este párrafo, conste que te lo advierto. No sigas esas raras excepciones, mejor sigue las reglas y muerdete los labios antes de hablar. Evita distorsionar y armar hipótesis por cada detalle o señal que "creas" ver. 

Lo que pasa por nuestra mente altera nuestra capacidad de seguir nuestra vida, y la curiosidad y gustito por alguien se convierte en una obsesión desesperada que espanta a todo ser viviente a la redonda. Si nos quiere, si le gustamos, nos buscara. Pero desafortunadamente para algunos es como si nuestra corteza cerebral donde nacen los pensamientos estuviera programada para negar lo evidente y  para NO darnos cuenta de una sola verdad…Simplemente no le gustas…

#G
Anoche, Gercar lo dijo


domingo, 13 de mayo de 2012

TUS TELARAÑAS EN MI CABEZA



Hola, hoy soñé contigo y no me sentí en el suicidio. No sentí que debería vender mi alma al diablo para tener una cita o una migaja de tu mirada. El reloj de nuestra historia que solo fue nuestra en mi cerebro, se detuvo por piedad.

Las noches ahora son cortas, sin tu pensamiento haciendo de las suyas en las profundidades de mis sabanas donde todo se hunde y tiene forma de ti.

Me levanto sin ningún dolor muscular ni neural, con una sonrisa vintage que hacía años que no la tenía y casi había olvidado.

Me cepillo los dientes sin mirar mis lágrimas a través del espejo del baño.  Me paso el jabón si imaginar que son tus manos que rozan cada partícula de piel que soñaba ser poseída por tu obra y gracia de cuerpo.

Tus ojos, esas dos luces, ya dejaron de ser la opción de alumbrado de mi camino en mi auto cuando manejo por esas carreteras espantosas llenas de la soledad mas angustiante.

Tu cabello pasó de bosque tenebroso, donde me perdía a propósito para que vengas a mi rescate como en los cuentos de hadas, a solo un montón de pelos sin vida.

Tus manos ya no empujan ese columpio imaginario que me mecía y paseaba, me engañaba pensando que todo era un juego de niños.

Tus palabras se enmudecieron. Tu voz ya no está en mis audífonos que me adormecían de calma y ternura para caer dormido.

Tus mentiras por fin entraron a mi calendario de dietas, y deje de comerlas. Ahora estoy más slim fit y me entra todo tipo de vestimenta, sobre todo el sosiego, que está o debería estar de moda.

Tus deudas conmigo las pague a largo plazo con mi sangre, cotizada a una tasa de cambio abusiva y capitalista. No soy hombre de deudas.

Pero aun temo. Admito que sí, es verdad. Todo este tiempo en Rehab, he aprendido a alejar todo lo que tenga tu nombre calcado como el estampado más chillón. Es verdad que ya no te revuelcas en mi lengua como un caramelo agridulce que me hacia encorajinar cuando ni bola me dabas.

Es verdad que han pasado muchas lunas, menguantes, llenas, medias y noches des-joyadas. Es verdad que he vivido por cada día sin verte, un año. Eres un microbio muy fuerte, te involucraste con mis órganos vitales, y todos te rendían tributo con la adicción de ti.

Pero aun temo. Temo que si te vuelvo a ver (que va a pasar pronto) y ya no podrá evitarlo porque la vida te puede meter en mis narices nuevamente como heroína inesperada... Temo que mis rodillas se compadezcan de ese recuerdo leve que aún queda y le den el poder necesario para explotar y volverse indestructible nuevamente. Temo por nuestra amistad. Temo por nuestros escenarios juntos que se verán en llamas de incomodidad y fastidio.

Supongo que tengo que ser cabal, radical e inteligente. Las telarañas de mi cabeza finalmente han sido fumigadas, sería una tontería volver a soltar a los arácnidos para que vuelvan a tejer confusión en mi hueco cráneo.  Llego la hora de la batalla final… 

#G
Anoche, Gercar lo dijo



martes, 8 de mayo de 2012

BAILARAS EN MIS MANOS



Si cada vez que abría los ojos en la mañana aun estando a mi costado, me hubiera sentido seguro... entonces no le habría matado. Si cada vez que estábamos juntos me hubiera acariciado con la honestidad más selecta, sin hacerme sentir el miedo a perderlo todo... entonces quizás ahorita estaríamos de la mano, cortando flores con pétalos débiles y tirados sobre el césped del malecón. Mirando el farolito, quemando un cigarrito, forcejeándonos por un beso o dos.

Me llamaba mucho la atención sus palabras, que ordenadas y escogidas terminaban regalando a mi oído poesía. Yo me hipnotizaba cual serpiente del medio oriente bajo su flauta de verdades maquilladas, yo le creía todo, porque era mi todo. Estaba ciego, estaba conforme, estaba en el peso más perfectamente equilibrado. A mí medida, a mi calzado, a mis costillas, a mis huesos, a mi sangre. Éramos uno, aun siento que somos uno. Aun creo que “uno” siempre vamos a ser.

Perpetuamente sentí sus dolores. Si se ría, yo también. Si se caía a mi me dolían sus raspones. Si lloraba sus lágrimas recorrían mis mejillas. Si temblaba, yo me abrigaba para calmar su frio.  Aun en distancia desde su avión; yo en el puerto, hasta ahí podía oler su entusiasmo, olía sus ansias, su juego mental, sentía su nudo en la garganta.

Lo malo que hacía, lo bueno lo veía.  En aquella época las vendas hacían su trabajo adecuadamente.  Si yo había  encontrado el amor en el lugar y espacio más desalentador ¿Por qué me cuestionaría? ¿Por qué creer que se irá tan rápido como llego? ¿Por qué temer ser feliz? No me he pasado por encima de nadie, no le he hecho nada a nadie, ¿No merecía acaso vivir esta fabula que al parecer se hacía a cada paso realidad?

Uno tras otro los puntos blancos casi consecutivos y en otros casos, uno encima de otro, hacían una línea no precisamente recta.  En realidad no importaba la forma, de todos modos terminaban en el fondo de las vías respiratorias de un inhale profundo y seco. Que remueve cada recoveco del cerebro. Y yo veia bien todo lo malo que hacía.  Yo aprendí  instruido de su mano.

“Las perras no tienen nada que perder… ya perdieron todo de la cintura para abajo y a veces desde el busto…”, conversaba con sarcasmo tratando de hacerme enojar con sus vulgaridades.

“Sos desagradable “(en acento argentino) le decía en mi afán de sacarle una sonrisa a su cara, a su ser tan desabrido pero que me estimulaba hasta segregar cariño en masa.

Nuestras conversaciones eran puntos de vista. Un día le tocaba ser el bien y a mí el mal. Cada uno defendía el punto de vista de esos dos polos, otros días cambiábamos de roles.  Eran nuestras noches de insomnio donde perdíamos el tiempo en situaciones ficticias. Si no estamos de acuerdo en algo, un roce de mis dedos sobre sus  nalgas y su boca sobre mi elemento, calmaba las chispas, para incendiarnos por completo.

Cuando  nuestras chispas no coincidían… era los días negros. Nos alejábamos, nos despertábamos uno distante del otro a vivir el día a día en solitario. Hasta que en la mayoría de casos yo, caminaba hasta sus pies para besarlos e implorar  por su misericordia. Cuando le tocaba arrepentirse, no hablaba, lo único que hacía era escribir con lápiz y papel todas sus tonterías y poesía chatarra en un sobre y lo camuflaba sin esfuerzo bajo mi almohada. Algo medieval y prehistórico como una carta funcionaba para mí. Doblegaba ante su indómita mirada que continuaba, que salía de su puño y letra.

Era maravilloso jugar como dos niños que no pensaban en el mañana, en la oficina, en la rutina, en el desayuno ni en la cena. Solos, haciéndolo. Imitándonos. Uniendo nuestros fragmentos mientras los lanzábamos al viento.  Presentaba un “descanso medico” de fiebre ficticia y terminal mientras que yo pedía mis vacaciones; y abracadabra, el mundo era nuestro.

Aquella noche el Dom Perignon que le robe a mi vieja antes de irme de su casa, esperaba en el hielo. Copas, glamur, brillo, mi camisa semi abierta como su boca que mordía las fresas que chorreaban le fondue.  Entonces se lo dije... no podia mas, no podia callarme algo que me quitaba el apetito de seguri comiendome sus mentiras...

Su piel estaba manchada, marcada. Había impurezas que no eran mías, no eran mis caricias la que su epidermis tatuaba sobre sí. Y se lo dije. 

“Que te pasa, sigues fantaseando una escena para un buen polvo?”-

Fresca como una lechuga fue su cara, su gesto su mentira. En el fondo del estomago al lado del diafragma o en el hígado, donde mierda fuera. Algo que se llama intuición destilaba mis sospechas. Y se lo dije nuevamente....

“Tus falsos amigos nuevamente haciéndome un lobo feroz para su amiga caperucita”  - me burlaba mis reclamos.

Ante su desfachatez, entendí tarde a mis amigos… ellos trataban de descoser  mis pestañas hechas hilos que mi amor zurció, oscureciendo mi vista. Yo me sentia soy feliz en mi ceguera. Yo siento que soy grande, y un error de los grandes, puede hacer de la caída, eterna.

-“Te siguieron, te vieron”. Le dije.

-“Y yo que te he dicho… ODIO quedarme sin mi espacio, ósea que ahora no confías en mi sino en tus amigos… ellos no te besan, ellos no te abrazan, ellos no te hacen el amor, como yo te lo hago”.

-“Si el rio suena es porque perras trae”

-“Ve a preguntarle al rio entonces”

-“Sabes a que me refiero, esas habladurías no nacieron del aire”

-“No pues nacieron del orto de tus amigos celosos”

-“¿Por qué me engañaste?” (Y con qué talento lo hacía, parecía sacado de Mr. Ripley)

-“No te he engañado. Acaso huelo a alguien más? Acaso este beso (me besó) sabe a otros labios? Acaso mi piel tiene manchas que no son otras más que las tuyas?”

-“Mírame, mírame y ten un poco de pena por mí, porque no dejas tu pantomima histriónica”

-“Claro… when work is done, the bitch must go… osea que ahora me tengo que ir”

-“Nadie te está corriendo”

-“Sabes que no necesito de tu asilo, quédate con tus amigos, y despídete de mi confianza”

Y se fue. Sin llevarse sus cosas, solo una casaca, que le regale en año nuevo....

“No te enamores de mí” me decía “Te voy a hacer daño” me repetía entre risas. “Bailaras en mis manos” me advertía entre más risas gileras y picos de amante bandido. Dos niños que recién empezaban un romance travieso, pero el más majo para mí. Maniobrando bien mis emociones. “Tengo mis momentos, puedo ser mas perra que tu” le respondía de piconeria a su altanería.  

Quién diría que todo era verdad. Aun con la foto, la prueba de su cinismo, en mi smartphone. aun asi seguía sosteniendo su mentira como a un caballo de fuerza que domaba para que no se les escapara una pizca de escrúpulo y culpa.

 Ahora que los meses han hecho su trabajo y  su muerte ha sido como una amnesia oportuna para olvidar esa novela que me hizo vivir, siento que nunca se equivoco... quizás yo seguiría bailando en sus manos si pudiera pero ahora lo hago sobre su tumba.

Te quise aunque hayas muerto...
 en mi memoria.

#G
Anoche, Gercar lo dijo