miércoles, 31 de diciembre de 2014

PERDIDAS IRREPARABLES parte 3


Anoche no pude dormir igual que hace cuatro días, esta vez la culpa no es de las series de nexflit o alguna persona nueva, más bien, es un viejo nombre, el que me deja pensando minutos extra de un partido que ya tenía ganador.

Este año ha sido inédito, pasaron cosas que JAMAS pensé que podrían sucederme. Tengo un buen trabajo, el cual me gusta, tengo nuevos amigos, recupere uno, y otro no tanto. Aprendí lecciones con interés acumulados.


La persona, cuyo nombre se volvió Innombrable, volvió a ser una persona común y corriente. Perdonada y olvidada.  Y la razón por la cual ha sido invocada, es porque me recuerda cosas que he perdido.

Este recuerdo que no me deja dormir últimamente, no está asociado a un sentimiento, más bien a algo irreparable. 

Cosas irreparables hay muchas, un corazón traicionado, un plato roto y el tiempo. Este último, sin duda, ha sido mi pérdida irreparable.
 
Las cosas que decía las escucho en el día. Los hábitos que tiene, tambien los tengo yo. Anoche pensaba en  lo mucho que nos parecemos (parece broma) y por eso fue que me movió el piso (supongo)  Siempre me pasa que llegan a mí, esas personas al parecer perfectas, que encajan exactamente en las piezas de mi rompecabezas. Tenemos un pasado con similitudes con historias muy parecidas, tantas coincidencias que dejamos al mundo vacio de casualidades. 


¿Es este un ingrediente del “Uno para el otro”? NO, después entendí, viendo una película donde ella le decía a él "no porque a ella le guste las mismas cosas bizarras/raras que a tí, significa que sean almas gemelas".

No eramos uno para el otro, simplemente conocerle fue una trampa bien diseñada por el cosmos, para aprender mi leccion. Caí redondito. he aprendido. 

Todo el tiempo que duró, solo pensaba en mí, en que se acomodara a mis tiempos, mis reglas, mi ritmo, el cual está muy distante del suyo. Quise imponer mis deseos, mis caprichos y otras niñerias. Al no conseguirlo, traté de modificarme desde los átomos hasta las células para poder gustarle, eso es perderse a uno mismo.

Después de que la tercera guerra mundial ocurrió, quede más destruido que Hiroshima y Nagasaki. Porque si me dolió, si estaba justificado mi reacción, mi pérdida irreparable fue que permití que esto durara. Me enoje e hice mi berrinche… ¿Para qué? Para darme cuenta que después de meses solo perdí el tiempo. Mi orgullo perdio, el niño mimado acostumbrado a que le den la razon, murio. 

Mi vida parecía un video clip de Tove Lo versión hardcore. Cantando lana del rey todo el día.  Anoche una vez más me quede pensando en eso, que tonto fui. Supongo que eso es madurar. Y me di cuenta que lo único bueno, que si fue real y no me lo imagine, fue que teniamos potencial de amistad de la buena. Eso ya no va a suceder.

Perdí tiempo y me perdí como persona pensando en tonterías, parecían pérdidas irreparables, pero usando filosofías callejeras, medio vaso vacío medio vaso lleno y otros, siento que he ganado. Gane madurez en las emociones, más decisión, mas selección, más frialdad, gane amigos nuevos que llegaron y recogieron mis pedacitos cuando me aleje de todos, gane determinación, gané porque el karma se encargaá de hacer saber a todos que hicieron bien o que hicieron mal y lo mejor de todo fue que perdí un buen porcentaje de drama en mi ADN, eso sí es #valioso

Capitulo cerrado y como si no se hubiera escrito, porque asi lo siento. Que venga un 2015 con verdaderas historias, con nuevos romances y  no re-monces. Que venga un 2015 que no me cansé. Con nuevos nombres y nuevas experiencias. mejores desiciones y cero complicaciones.

¡Feliz 2015!

Gercar lo dijo 

lunes, 29 de diciembre de 2014

UN REGALO CON MI NOMBRE parte 2


Anoche aún. Más de las doce. El amor, dicen, se hace mejor a oscuras. La única luz que había era parpadeante y provenía de mi celular, la llamada entrante era la octava y tenía dos mensajes de voz.  Cuando volvió a sonar por novena vez estaba a punto de contestar hasta que su mano me lo arrebato del brazo y lo lanzo al aire. Todos mis miedos estaban en ese celular y “mi abrazo”  se encargó de deshacerse de ellos.

Estaba oscuro pero su silueta se vislumbraba con la luz que rebotaba en el espejo, no tenía tatuajes pero mi cuerpo se dibujaba en sombra sobre su piel.

Tenía el cuerpo pequeño, su cabello azabache estaba más oscuro que nunca y esta vez sí dejo que yo le hiciera lo que quiera, se lo puse en la cara sobre los ojos y no se enojó, yo era su dueño y viceversa.  Su pantalón cayo lentamente sobre el piso frio.

Quedo en interiores y quede gratamente deslumbrado por su belleza, no era perfecto pero era muy cercano al 9.9. Músculos definidos, piernas duras, brazos como de Popeye en versión mini  y el trasero perfectamente en su lugar. Su espalda parecía sacada de una pintura de Luca Giordano  o esculpida por Miguel Ángel y enviada en máquina del tiempo hasta el siglo XXI. Quizás los dioses griegos no eran mitología después de todo.

De pies a cabezas era más de lo que había imaginado y comenzó a besar lo que jamás había besado. No tuve tiempo de babear ni de quedarme admirando. Solo me lance encima. Una película porno de bajo presupuesto quizás podía dar una definición a lo que pasaba, pero de mucha calidad.

Podría hablar de su cuerpo todo el día por lo delicioso que era, pensé que nada podía ser mejor hasta que se sacó la ropa interior… Lo que vi me dejo prueba de que el paraíso si existe y tiene una forma muy bonita… nuevamente lo bese como nunca había besado otro. Hermoso todo era hermoso. Bese lugares que no había besado. Y no me canse de besarle, mis ojos se ponían blanco dejando mi piel derretirse en sus dedos.

Definitivamente se transformó frente a mis ojos.  La persona callada y delicada que conocí hace un par de semanas  ahora era un león devorando su presa. Ni Kafka pudo crearlo y describirlo mejor que yo.

“El cielo se partió en Berlín, el tiro más preciso de mi vida fue escogerte a ti. Mirando las hojas caer… Los girasoles de papel, miran hacia otro lado en el pequeño cuarto donde ayer
Hicimos el amor, le dan la espalda al sol…”

Entró, y hubo dolor. Pero el placer era mi mejor anestesia. Deje que mi cuerpo fuera suyo y  comenzó  suave como una granjera haciendo mantequilla. Cuando vio mi rostro de aprobación empezó a encender la flama y me pinto los ojos chispas de colores magenta y cian. La nave espacial en la que se convirtió se movía a la velocidad de luz  azotando mis planetas, estrellándose en mis galaxias mientras besaba todas las estrellas de mi pecho en forma de lunares.  Haciendo del sonido de sus miembros golpeando los míos una sinfonía. Corrigiendo las posturas en mi anatomía, domando mis fieras con su ejército de piel y artillería.

Su lengua se enterraba en mi garganta y cuando se levantaba a cambiar la dirección del placer era como si yo fuera una pluma y me cargaba en cuestión de dos ademanes. Yo flotaba en la cama. Me trataba como la masa. Dócil, que se amolda en sus manos y le da la forma de quiere.

Cuando quise terminar, no me dejo inmediatamente. Cuando le dije que lo haría de todas formas. No me creía. ¿Por qué no me creía? Quizás porque jamás me vio que yo me tocara… ¿Cómo podría terminar si ni quiera se toca? Pensó.  Pues bien a veces uno mira cosas que jamás olvidara. 

Subí y baje. Cada centímetro era valioso. Finalmente frente a sus ojos incrédulos toda la fuente de placer dentro de mí salió. Diciembre tenía que ser, u misil navideño que cuando le prendes fuego suelta chispas, sale disparado y explota en el cielo.

Sin palabras quedo. “me encanto” dijo. Me beso con ternura y yo también. Mi abrazo fue prologando y delicioso.

Comimos lo que compramos en Mcdonalds y luego de un par de palabras raras que dijimos, se quedó dormido un par de minutos. Minutos los cuales yo aproveche en escribir estas líneas antes de que se me olviden. Aunque dudo que esta noche se me olvide.

Luego le desperté para vestirnos, sin antes besarle con cariño un cariño diferente que le tengo.  Su silueta se dibujaba en las paredes con sombras que aperecian por la luz de la noche que entraba por el cuarto del hotel, la única luz que había en ese lugar. Mientras se vestía su sombra se veía igual de hermosa. Sin duda el mejor regalo de cumpleaños.


#G

NO TODO LO QUE BRILLA ES G@Y



Anoche saliendo de la oficina tenía muchas cosas en la cabeza, las fiestas, los regalos, las nostalgias y la soledad. Mientras esperaba que un taxi pasara sin pasajeros veía la gente apurada y concentrada en sus celulares. El chico que tenía la camisa dentro del pantalón y zapatillas converse era un lunar en medio de la multitud y me saco inmediatamente de contexto. Mi cuello siguió su caminada.

No había taxi vacío y eso me desesperaba. Como no estoy lejos de casa decidí caminar, pero no camine mucho. Cuando cruce la pista a la otra calle donde pasaban más taxis al mirar al frente hacia la calle donde yo estaba antes, el chico de los converse estaba ahí. Esperando en el otro lado.

Frente a frente pero cada uno esperando algo distinto. Y sin previo aviso mientras jugaba con mi celular al levantar la mirada me topé con la suya fijamente clavada en mis ojos


Conexión visual. No era cierto, hasta que vi que efectivamente sus ojos me miraban directamente y yo bajaba la mirada… ¿Será que lo conozco y no lo he reconocido?

Soy malo sosteniendo las miradas así que baje la mía cada vez que podía y seguí esperando. Pero me ganaba la curiosidad, quizás es un conocido y he sido grosero por no saludarlo. Pues me miraba cada vez que yo alzaba la mirada.

Me olvide que tenía que tomar un taxi y me concentre esta vez en mirarlo fijamente. Quizás así se animaba a saludarme, si es que era verdad mi sospecha de que me conocía.

Esta vez el que bajaba la mirada era él. Y ocurrió varias veces. Miraba su celular cada vez que mi mirada lo intimidaba.  No tengo idea de quien es pero me gustaría saberlo.

La única respuesta a mi mirada era su mirada. No había acercamientos ni palabras. El seguía al otro lado de la pista, pero sus ojos me decían “ven”. Mis sospechas de que era un conocido se disolvieron por completo, ahora la sospecha era de otro tipo…pero no tengo garantías silo me queda ser osado y hacer algo. 

Entonces me encontré en una paradoja. O bien el se acerca o bien yo cruzo la pista. Pero uno de los dos tenía que hacer algo. Porque esas miradas ya eran demasiado. Era eso o mi imaginación, como cuando piensas que alguien te mira y te haces el que no ve y de repente volteas para saber si te está mirando o no y resulta que si te está mirando y también baja la mirada cuando tú lo miras.

Tremendo trabalenguas pero solo nos separa un par de buses y autos menos taxis. Había olvidado que tenía que irme pero ya no podía hacerlo. Tuve curiosidad. Así que me sacudí las inseguridades y moví mi cabeza dándole una señal de saludo. Pero que miedo tuve. Sentí como mi garganta hacia un nudo espeluznante. Qué tal si no era lo que yo pensaba… pero para mi sorpresa, el chico de los converse respondió el saludo.

Luego de unos segundos empezó a caminar hasta la el lado donde se encuentra las rayas blancas del cruce peatonal. Espero que el semáforo se pusiera en rojo y cruzo la pista…

Mis ojos se quedaron incrédulos. Se estaba acercando. ¿Qué hago? Había respondido mi saludo y ahora se acercaba. Sentía una mezcla de arrepentimiento pero a la vez una adrenalina en su estado más puro. Dos extraños a punto de romper esa palabra.

Me quede inmóvil y espere que se acercara. Los números se reducían. Dos metros a un metro de distancia y cuando ya lo tenía casi frente a mí, pero él pasó por mi costado como un ventarrón de aire (wtf?) y cuando voltee para verlo, mi cara se puso roja tanto que no sabía de ponerla, uno de esos momentos incomodos en los que quieres que se abra la tierra y te trague entero, así.  El chico de los converse estaba saludando a la chica detrás de mí que salía de una tienda, la beso en la boca y se fueron de la mano a tomar un taxi…

#G



lunes, 22 de diciembre de 2014

UN REGALO CON MI NOMBRE parte 1


Anoche tuve unas de esas noches en que solo tenía ganas de abrazar a alguien, que no importe su nombre y si apenas intercambiamos dos palabras, solo que me abrace fuerte. Un abrazo de brazos,  de lenguas y  de piernas.  Desnudos y sin modales, sin mascaras sin inocencia. Crudo y efectivo que me lleve hasta Neptuno en abrir y cerrar de ojos. En un entrar y salir.

Hace semanas que conocí los brazos que estaba buscando y hace unas horas que le llame. Era el único abrazo que quería recibir esta semana, una semana que para mí vale más que cualquier semana en el año, porque me pongo sensible y emocional en estos días. Es como mi regla masculina, aunque solo dure un día para mi es el mejor. Los 26 son los nuevos 16.

La persona dueña de esos brazos que busco para mi abrazo me había prometido que cuando ese día llegue, me daría el mejor de los regalos. Yo le creí, porque a pesar de que solo nos buscamos para abrazarnos de lenguas, sé que en el fondo #yaparezcoquinceañera me tiene deseo combinado con ternura el cual comparto, el cual parece un nuevo coctel.  

Cada vez que nos vemos somos dos piedras que cuando rozan hacen chispas y pueden provocar cualquier fogata con gasolina. Me siento como niña escribiendo en su diario… literal.  Me encantan sus ojos. Les cuento un poco sobre sus ojos porque son mis favoritos en forma y color. Son pequeños y brillan, tienen ese brillo cinematográfico que me deslumbra.

 La piel de su rostro es tosca pero en mis manos sus vellos se hacen flexibles.  ¡Y no les he contado sobre su cabello! Es bello, es negro como el ébano más puro #SeMeSaleLaIndia su cerquillo cae cada vez que nos enloquecemos entre nuestros besos.  Detesta cuando se le cae el cabello en el rostro pero a mí me encanta, siempre se lo desordeno y siempre reniega por ello. Felizmente un beso y una voz engreída mía lo apacigua como una bestia calmada por música. Aquiles y Briseidas.

Cada minuto que faltaba era excitante cada golpe del minutero era un golpe en mi pecho que se aceleraba a ritmos de paro cardiaco. Se me acabaron todos los chicles de la ansiedad. Hasta que finalmente llegó la hora de encontrarme con mi abrazo.

Salí de clases y baje las escaleras. Ahí estaba, esperándome, quieto casi inmovil, como un regalo con mi nombre, bien envuelto (aun), solo le faltaba el moño pero no lo necesita para verse lindo, me miraba fijamente con una sonrisa picara como de un niño despues de robarse un caramelo. 

Nadie le obligaba, nadie me obligaba. Ambos esperábamos este día. Yo más, probablemente. Nos miramos seriamente, nadie sonrió, todo era clandestino, creo que ese ingrediente siempre da el mejor sabor a las cosas. Esperamos a subir al carro para poder atacar sus labios que me esperaban como una trampa para osos abierta.

No me fije si había luna o no, pero no era necesaria para hacer de esta noche memorable y protagónica. Paramos en un fast food a comprar algo de comer. Luego manejamos hasta donde la luz cada vez era más escasa. Las calles cada vez más oscuras y la noche cada vez más grande.

El hotel estaba en penumbras pero igual decidimos entrar.  Toda la calle estaba infestada de un apagón demasiado inoportuno. Parecía mi noche de abrazos un callejón sin salida, sin solución, Is Mr White out there? ¿Acaso estaba en un casting secreto de breaking bad? donde lo inesperado es el ingrediente secreto ¡Qué casualidad! ¡Esperando esta noche -  se va la luz!  #PeorQueMeme ¡Gracias dioses del Olimpo inútiles! ¿Dónde están los karmas que me debes destino mezquino?

Simplemente mi mal humor empezó a salir por los poros. El trato de tranquilizarme, pero ¿Cómo?! Es más hasta pensé que se trata de un sabotaje vil y manipulado. ¿Acaso mi amante no quería cumplir con su palabra? ¿Ya lo asuste?

Pero los dioses me lo pusieron en el camino y supo cómo tranquilizarme. Todo estaba hecho así. Toda tenía que pasar de esa manera. Así de anecdótico así de malcriado. Sin remordimientos ni arrepentimientos.  ¿Acaso no se hablara de esto? ¿Acaso no es algo que puedo contar a mis nietos?

Y entramos solamente entramos y dejamos que la noche alumbre nuestra hambre corporal.  Entramos en la cochera, felizmente todo era oscuro y nadie nos vio entrar. A veces tengo la sensación y paranoia de que mi mama me sigue para saber a dónde voy y con quien voy… ella y sus grandes delirios de investigadora privada. Siempre eme amenaza con seguirme porque cree que estoy metido en Dios sabe que…  Yo solo la dejo hablar.

El chino de la recepción tomo sus documentos y me entrego una llave. Tomo la linterna y estuvo delante de nosotros subiendo las escaleras, la luz lineal alumbraba cada puerta del pasillo buscando el número de la habitación. 349…

Bueno ya me harte de los detalles y están demás. Entramos al cuarto y dejamos la vergüenza afuera.
No esperamos ninguna iniciativa ambos nos desgarramos las camisas como lobos.

Me tomo de la cintura y me beso desde abajo hasta el cuello.

Empezaba a hervir mi sangre allá abajo, sentía que mis piernas temblaban, no sé si tuve miedo, quizás miedo a decepcionarme a decepcionarle… aun así seguí y seguía sintiendo esas cosquillas incomodas…

Me sentí raro los primeros segundos. Tenía que ser el placer y la adrenalina del momento. ¿Acaso no era esto lo que quería? ¿Has jodido tanto para este momento y te sientes así…raro?!  ¿Qué más podías pedir?  Tienes un hotel en medio de un apagón, mi “abrazo perfecto” que parecía más un  modelo de Calvin Klein.

Deje de sentirme como un idiota a los segundos que empezó a besarme el cuello y las tetillas. Su cabello rozaba mi ombligo mientras bajaba más y más. Sus manos eran despiadadas tocaban donde mi sistema epidérmico se daba por vencido.

El miedo del momento fue convirtiéndose en emoción y eso desataba energía  recorriendo mis muslos. Aun teníamos ropa, pero yo me sentía desnudo y con la mirada lobina directo a mi presa.

Un cosquilleo incomodo rozaba mi pierna pero su boca estaba en otra posicion. Me vibraba, pero era extraño porque no habia ni un dedo de él rozando mi pierna. Debe ser magico qu eme hace sentir cosquilla y nervios en todas aprtes. Seguia vibrando como un cosquilleo, pero no era de placer y cuando creí que el miedo de entrar a esa habitacion a osucras se había ido… volvió y con nombre propio, lo que vibraba en mi pierna era mi celular con, no una ni dos, sino ocho llamadas perdidas de mi mamá…

continúa...

#G