Anoche volví a caer en la misma
trampa, y aunque ya no tengo espacio en los cachetes para una cachetada más que
me haga reaccionar me tranquiliza saber que no volverá. Porque las distancias
no son cómplices de nadie.
Hoy lo primero que vi al
despertar fue su cara. Como si hubiera despertado conmigo. Como si hubiéramos
pasado una noche más juntos como los viejos tiempos en que mientras yo contaba
sus pecas él contaba los minutos para inventar un pretexto e irse.
He tratado de excoriarme de su
cara pero Shakira tiene razón no puedo evitar sentirme Bruto Ciego Sordomudo,
me niego a razonar en esos instantes me niego a ver que la idealización es tan
lejana a lo que hay. No quiero escuchar razones, al menos no ahora.
Y aunque solo dure algunos
instantes puede hacer mucho daño. Como cuando tocas un cable pelado por unos
segundos y sientes ese electroshock que te hace reaccionar y te alejas de lo
que te daña.
En mis fotos siempre llevo gafas
oscuras y no porque me quedan bien sino que disimulan noches de insomnio
pensando en lo que no debo pensar en lo que no pasara en lo que paso y no duro
, en lo que pasa él sin mí y en lo que me pasara sin él.
En el día toda esa mierda la
guardo en una bolsa. Y la arrojo a la basura. La olvido. Sé que ya no me
afecta. Sé que puede pararse de pronto frente a mí y no tendré ganas de abrazos
y besos, solo un saludo cordial.
Pero disimular todo el día solo
hace que toda mi negación acumule la verdad y es en la noche mientras duermo
donde se abre esa bolsa y todo regresa a mi cabeza. Son mis sueños los que me
delatan lo que no cooperan para que olvide lo que no vale la pena.
Después del adiós ya no hay
marcha atrás. ¿O sí?
#G
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