martes, 29 de septiembre de 2015

CHICOS BUENOS FUERA DE STOCK


Y te has preguntado que pasa después de que rechazaste a esa persona que daba todo por ti y para ti eso no era suficiente. ¿Sabes que sucede?

Resumen ejecutivo
Sucede que, cuando te das cuenta que debiste intentarlo y corres desesperadamente a ver si aún se encuentra donde lo dejaste (donde lo arrojaste), descubres, lo que todos te advertimos, encontró otra persona, que si vio lo que te negabas a ver. Que tus exigencias y caprichos ya no podrán lastimarlo.

Ya no tenemos señorita, vuelva de aquí a dos milenios, quizás vuelvan a evolucionar los cavernicolas que sueles conocer, porque los buenos ya se agotaron.

¿Por qué no te gusta?

"Es muy bueno que me aburre". Puedes intentarlo pero no te llena. No es lo buscas. Y aunque a veces quieres retenerlo solo porque te debes a tu ego, y lo usas cuando necesitas, debes detener tu maldad y darte cuenta de que cada salida contigo, para ese buen muchacho,significa el mundo entero. 

Lo dejas ir, rompiéndole en pedazos el corazón y las neuronas, porque el pobre buen chico, esta pensando que hizo mal. 

Toda acción tiene una reacción...

¿Sabes que más sucede? Cuando te das cuenta que fuiste un  IDIOTA?

Te vuelves en la versión del perro arrepentido que jamás pensaste y regresas con el rabo entre las piernas (después de dejar a tu bruja pedazo de cuero y ahora que la escoba nueva ya no barre bien), a buscar lo que NICAGANDO se quedó a esperarte.

Ahora que murió tu traviesa curiosidad, y dejaste lo que vale la pena. Sorry, not sorry. Ya no tienes que volver. Acá nada te espera. Y si quieres ser atendido espera tu turno, quizás nunca llegue pero igual espera y ponte en los zapatos ajenos. 

¿Sabes que más podría suceder cuando rechazas al bueno de la película?

El chico bueno, se cansó de esperarte, y fue infectado por tus mentiras, rechazos y desplantes. Tantos venenos le aventaste, que ahora se ha vuelto toxico. Si, ahora el chico bueno también se ha vuelto un IDIOTA que hace lo mismo a otras personas.  Ha resucitado de las cenizas, como lo dejaste, pero ya no existe más el que conociste. Se malogro por mal uso y no hay garantías de que vuelva a ser el mismo.

¿Sabes que más sucede?

Te das cuenta que la próxima vez, si es que hay próxima vez, cuando encuentres a los chicos buenos, pensaras mejor las cosas, y te darás la oportunidad de intentarlo. Porque las fantasías con bad boys sexy, con cuerpo perfectos, bañados en sudor , que te hacen sentir como damisela indefensa, no existen (no como Hollywood lo vende).

Cuando buscas esas cosas "más interesantes" casi siempre te encuentras con un muro y tu nariz sangrando. Lo prohibido es atractivamente peligroso, y si eres BRUTA #masoquista #TERCA es probable que vayas corriendo tras de ellos. (Este es tu castigo)

Eso es lo que sucede. Quizás nunca más vuelvas a encontrar alguien como esa persona. Porque los chicos buenos son edición limitada. Están fuera de stock. Piensalo mejor la próxima vez que te topes con uno.. 

Gercar lo dijo 

lunes, 28 de septiembre de 2015

EL CHICO DEL BUS #Capítulo1: MIRADAS QUE HABLAN



Todas las tardes, tomaba el bus en el mismo paradero que yo. Coincidencia que parecía escrita o esperada; quizás provocada, porque toda mi existencia sentía atracción solo con ver ese asiento del fondo que siempre ocupa. Ya sé que después de pagar su boleto, saca el libro de 500 páginas. Y sus ojos se abren aún más, cuando lanza su mirada que parece la primera bala de un pelotón de ejecución. Con buena puntería.

El semáforo estaba en rojo y las puertas se abrieron. Bajaban y subían, tacos y  maletines. Ternos y zapatos que dejaban ver los calcetines. Cerca de las 6 p.m., después de las jornadas. Los viajes suelen durar mucho más por el tráfico. Mientras unos leían, otros dormían. Pero mi pasatiempo favorito era mirarle.

Hoy volvió a subir al bus. Subió antes que yo. Cuando pase por su costado, sentía esas hormigas que caminan por tu piel, cuando algo te pone muy nervioso. No es la primera vez.

No les ha pasado que miras a alguien que no conoces porque crees que te está mirando, y ese jueguito de miradas, siempre nos tiene en suspenso, tratando de adivinar que está pensando la otra persona. Tratamos de descifrar el interés detrás del acecho. Insistimos en mirar pero ¿Que tan lejos llegamos?
Si a ti te ha pasado lo mismo, ¿Has hecho algo para saber qué pasaría si te atrevieras a hacer algo más que mirar? ¿Hablarle?

Sabemos que las posibilidades de que termines en una comedia romántica, a lo cámara secreta, son pocas. Para mí es como un deporte crearme historias en la cabeza. Involuntario por supuesto.

Empecé de reojo a ver que hacía y lo encontraba mirándome. No es la primera vez que lo hace, y no es la primera vez que empezamos esta batalla de miradas. El primer round sirve para reconocer e identificar que ya somos contrincantes de siempre que el día de hoy empezaremos una nueva lucha en el ring (en el bus), Gana, aquel que, logra bajar la mirada del otro, por intimidación o por lo que sea.

Le mire detenidamente, hasta que se dio cuenta y me devolvió la mirada. Me puse rojo como un tomate, y baje la mirada, Segundo round a su favor. A la tercera, se quedó mirando a pesar que lo miraba, ninguno bajaba la mirada. Entonces llega ese momento incomodo en que sabes que debes mirar hacia otro lado, pero quieres llegar más lejos…

Estaba cerca, mi mirada no era tan depredadora como la suya.  Su cabello era lacio, esos que se lleva el viento de la ventana abierta, parecían una fantasía en cámara lenta. Su piel blanca, sin necesidad de tocarle, supe que era suave y sedosa. Sus labios necesitan otra historia para hablar de ellos. Son rosados y acolchados, con calidad  y necesidad de ser mordidos. Cuanta inocencia.  

¡Donde hay un traductor, que diga que quieren decir esos ojos! Ya que me diga de una vez que quiere al mirarme así. Necesito un app que escanee sus pupilas y me digan en mensajes de texto sus intenciones. Porque conozco esas miradas, ya me encontrado un par de esas en discotecas y bares. Todas terminan haciendo exactamente lo que pensamos, todas terminan bajo sabanas.

Debería ir y sentarme a su costado y terminar con este misterio de una vez. ¿Cuántos años tendrá? ¿19 o 20? Esa cara de inocente tiene mirada de fuego, ese que arde en los infiernos de la cremallera. No le diría hola, ni le preguntaría la hora, ni que libro está leyendo. Trataría de oler cada pedazo de piel sobre su cara. Si me siento a su costado ahora, no sería para conversar. Tengo que actuar (debo estar perdiendo en control de mis impulsos). Iré al fondo del bus, y me sentare en el asiento vacío de al lado.


Continuara…

Gercar lo dijo 

domingo, 20 de septiembre de 2015

LOS BESOS NO SE PIDEN, SE ROBAN


Habían pasado cerca de 500 noches sin que pisara ese lugar. Desde el momento en que puse el pie dentro sabía que cosas inesperadas podían pasar. Es como cruzar el espejo; un mundo donde todos están locos pero lo disimulan muy bien. Un lugar, que, cuando el alcohol sube y los instintos bajan, todo, TODO puede suceder, y como en una película de saw, nunca sabes donde puedes despertar (tampoco tan tenebroso) , pero es verdad que a veces no es tu cama donde amaneces (así me han contado).

Esta noche era mía, quería que solo fuera mía. Necesitaba esto, estar solo. Por fin solo. Lejos de todos, lejos de lo malos recuerdos. Las penas, en mi caso, se olvidan bailando. Hoy tenía mucho que bailar. Necesito bailar.

En la puerta, hubo algo de alboroto, la gente de abrió como el mar rojo para dejar entrar a un grupo de chicas acompañadas de un chico, evidentemente modelo, o algo así, con músculos inflados, cara bonita y peinado metrosexual, llevaba 3 aretes, dos en una oreja y el tercero en la nariz.

Después de esperar unos minutos, entre. La música era diferente a la que ponían hace más de un año, la gente era diferente. No reconocí ni un solo rostro. 500 noches antes habría saludado a la mitad de la población que acude ahí.

Los pasillos al baño estaban llenos, felizmente se podía fumar dentro, había cola hasta para el espejo, solo me hacía falta un par de retocar el flequillo. Apoyado en la pared mientras se acomodaba los jeans que le quedaban ajustados,  el arete en la nariz, más sexy aun de cerca, reconocí al chico que estaba en la entrada.

Los tatuajes en los músculos inflados, me pusieron nervioso. Se me acerco, y se detuvo frente a mí, me miro como si me conociera. Levantó la mano, y arranco el cigarro de mi boca y lo puso en la suya, le dio una o dos pitadas, mientras que mi ceño se frunció en automático, desconcertado pero a la vez curioso de que lo pasaba. El mismo que vi al entrar, no cabía duda. Con una camisa sin mangas y pantalones apretados en su punto. Con acento centroamericano y piel de color whisky, o más bonito; me lanzo el humo sobre la cara de la manera más arrogantemente y provocadora. Esparció cada ola de humo sobre mi rostro, y sentí que me adormecía todos los músculos, quede petrificado, embobado y dispuesto.

“¿Por qué tan solo?”, fueran las primeras palabras en salir después del humo. Si hubiera sabido que las películas pueden volverse realidad, y sobre todo, si lo hubiera sabido aquella noche, hubiera ido con una camisa más bonita y quizás con una conversación que encaje bien a esa pregunta. Pero los nervios y el shock, me enmudecieron. Su acento extranjero, hizo que gotearan todas mis lluvias inferiores.  

No pude contestarle, cuando quise decirle algo, fue como un susurro, casi con las palabras ahogándose en mi lengua “bien…” solté, pero creo que no me escucho. Y no pude decirle más, porque si era un sueño o una película, no quería despertar aun.

“Te puedo dar un beso?” continuaron saliendo palabras, palabras mayores. Al escucharlo, quería explotar de risa. Que cliché y patético sonaba. Pero la  verdad es que si podía dármelo, pero no preguntármelo! Solo hazlo. Róbamelo, ningún ladrón avisa antes de atacar. Duh. No le dije nada solo deje que mi silencio le diera la respuesta que ambos queríamos.

Su labio extranjero atrapando el mío, con sabor a humo y menta. Me beso suave pero letal, que dejo inmóvil todas mis actividades motoras.  Fueron 7 segundos los que pasaron desde que me arrebato el cigarro y me beso, para luego irse diciendo “nos vemos”. “No tienes que preguntarme…” le dije cuando me devolvió el cigarro, antes de que saliera del baño.

 NO entendí que había pasado. Corrí al espejo para saber si esa noche tenía algo de extraordinario o lo que sea que me diera una explicación.  Solo estaba yo, solo yo.

Salí directo a la puerta, saque la caja de cigarros, pero ya no me quedaba ninguno. Subí al primer taxi que encontré en la calle. Mis amigos estaban en camino pero ya no quería quedarme ahí.  Cerré la ventana porque me dio frio y pensé en lo que me dijo “Por que tan solo?”…

Gercar lo dijo 


domingo, 6 de septiembre de 2015

DESCARGOS DE UN FASHIONISTA


Así que te crees fashion porque usas Calvin Klein y lo dejas ver por tus caderas con calorías, o  porque te tomas un estúpido selfie todas las mañanas con los trapos que ni te quedan bien, aclamando tu outfit del día?

Así que te crees el rey de instagram o la reina de pinterest, créeme que no causas interés. No sabes ni quien es Twiggy, ni Lagerfeld ni mademoiselle.

Usas colores que no combinan con tu tono de piel, color blocking nocivos hasta para un ciego. Usas chanel de piratería, y confundes el algodón con la mezclilla. Imitaciones de pacotilla, ni se sabes pronunciar lo nombres de las marcas que tanto ansias.

Te peinas de costado y el cerquillo levantado. No sabes ni combinar unos caquis con converses, tienes un look abandonado. Crees que te adelantas a las tendencias, sin embargo ellas huyen de ti. Abusas del Valencia, Amaro, X-Pro II y todos los filtros, solo porque sí.

Acudes a la semanas de la moda, porque ganaste algún concurso online, deseas ser fotografiado y ser parte del front row, todos quieren batearte y hacer un Home run.

Publicas fotos tratando de imponer, con medias y accesorios que no te sabes poner. Deseas seguidores, pero quizás lo tuyo sean los roedores. No te alcanza para un Ives Saint Laurent, y acudes a comprar por internet.

No te sabes vestir es la verdad de la milanesa. No conoces ni a Cara, Rodarte ni Marchesa. Crees que Vogue es solo una canción noventera y que Elle es solo una palabra mal escrita. Desconoce el aporte de Mary Quant, y que Dios reencarno en Dior. Ignoras que las flappers son la mayor inspiración y que en los 60’s nació la diversión.

Criticas a todos por lo que llevan puesto, crees que el punk y grunge es lo mismo y que el barroco es algún sabor de helado que aún no has probado. Te suena Evangelista, Crawford o Schiffer, quizás Campbell, Moss o  Bündchen? Sabes quienes son David gandy, Kortajarena o Noah Mills?

Usas palabras que no sabes que significan, tu ingles ni se mastica. Must no es un signo matemático por como suena. Ni Chic es la abreviación de “chica”. Prêt-à-porter? Leibovitz, Testino, Helmut Newton o Avedon?

No usas camel ni militar boots, ignoras quien es McQueen, Wintour y de la Renta. Y crees que el reconocimiento está en venta, solo por comprar en cuotas.

Estas desubicado y desubicada, ni a fashion victim llegas. Es hora de que te pongas la etiqueta y regreses a tu caja. No queremos wannabes, que se creen mejor que los demás. Si sabes criticar, esperemos que también sepas leer, You are Out.

Gercar lo dijo