Eran como un poco más de la medianoche, seguíamos caminando por la acera, alumbrados por las luces de los faros que corrían a grandes velocidades. Mi conversación era incomoda, como reaccionarias si la persona que te citó viene con alguien más… En fin continúe con la sonrisa mas fingida, como si todo estuviera bien. Nos detuvimos frente a un edificio, la criatura (ya no la consideraba “mi criatura”), parecía entenderse con el portero y acto seguido entramos.
El elevador nos llevo hasta el último piso, el pasillo llevaba hacia dos puertas, la de nosotros era la de la derecha. Entramos. Había una pareja preparada para una noche de copas. Con mucha amabilidad nos ofreció su bar y en menos de un estornudo ya todos teníamos vodka en la mano. La criatura se sentó al lado de su peor es nada, y yo en el sillón de a uno. Todos se conocían menos yo, y aunque me inquietaba por saber qué rayos pasaba, decidí someterme a la situación y continúe sentado, bebiendo y hablando. Cuando logre controlar la situación, empecé a darme cuenta de todo, el acompañante de la criatura resulto ser un buen tipo, y conversamos de todo muy chévere. En un rato la pareja se nos unió y entre todos logramos un dialogo divertido,casual y pasajero. Y la criatura seguía tomando entre cada pausa.
Después de un cigarro, me levante al baño, la criatura me siguió, ahiadentro intento besarme. Como no podría ser de otra manera, la empuje hacia un lado y sin pelos en la lengua le dije:
- “ Has venido en compañía, no seas cara de palo”
Se rio y siguió como si nada. Obviamente yo estaba desconcertado. Cinco copas después, nos levantamos y solo había un lugar donde continuar la fiesta. En ese momento me entere que estábamos celebrando el cumpleaños de la criatura, no tenía ni la más mínima idea que fuera un día de celebraciones. Apague el puchito, recogí mi chaqueta del recibidor y mi celular de la mesita que hacia espacio en el centro. Todos estábamos listos y zarpamos.
Llegamos al “MUNDO club”, y con algunos contactos entramos sin ocupar espacio en la interminable cola. Una vez adentro pensé: la situación será relajada, habrá conejas sueltas y yo seré un depredador podre distraerme y alejarme del meollo, pero me equivoque mal. Como dicen, al mejor cazador se le va la liebre. La criatura me perseguía como animal en celo, y yo estaba con la cerveza en la cabeza. Le ahuyentaba con volteada de cara incluida, pero no resultaba. Que tal descaro, no podía creer que hiciera todo eso delante de su pareja, pero admitámoslo, el tipo era un idiota, o al menos eso pensé…
Se preguntaran por qué no me fui… bueno la respuesta se resume a dos factores: alcohol y gusto por el peligro. Seguí bailando en mis cabales, el acompañante de la criatura, era esos tipos que andan callados cuando no tienen nada que decir, pero me di cuenta también que conversaba conmigo porque se sentía solo y abandonado por la perversa criatura. Pensé en mí, yo también me sentí así cuando ellos llegaron juntos, en tono agradable hablamos mil y un cosa en un minuto. Felizmente siempre hay cosas en común de que discutir y argumentar en una situación determinada llena de una serie de momentos desafortunados.
Luego de que el whisky reboto del shot a su boca él emigro hacia la otra zona de la pista y la ausencia del cigarrillo en mi mano me hizo caminar entre los humanos danzantes bajo todas esas luces que cegaban mi decencia. Casi arrastrándome llegue hacia el bar y pedí una cajetilla de marlboro rojo. Cuando estaba dispuesto a pagar, una mano detuvo la mía, y sin segundos de mas dijo: “yo pago”. El acompañante de la criatura estaba ahí frente a mí, quitándome la deuda con el vendedor. Y sorpresivamente, no lo veía venir, pero cuando estás en medio de una marea no te das cuenta hasta que el vértigo llega. Sin medir consecuencias ni mucho menos impulsos, sus labios terminaron en el lugar equivocado... Mi pecho salto del suelo a Neptuno en un milisegundo. Me sentí la última migaja por la cual se pelean las hormigas. Osculó mis labios en shock.
Luego de que el whisky reboto del shot a su boca él emigro hacia la otra zona de la pista y la ausencia del cigarrillo en mi mano me hizo caminar entre los humanos danzantes bajo todas esas luces que cegaban mi decencia. Casi arrastrándome llegue hacia el bar y pedí una cajetilla de marlboro rojo. Cuando estaba dispuesto a pagar, una mano detuvo la mía, y sin segundos de mas dijo: “yo pago”. El acompañante de la criatura estaba ahí frente a mí, quitándome la deuda con el vendedor. Y sorpresivamente, no lo veía venir, pero cuando estás en medio de una marea no te das cuenta hasta que el vértigo llega. Sin medir consecuencias ni mucho menos impulsos, sus labios terminaron en el lugar equivocado... Mi pecho salto del suelo a Neptuno en un milisegundo. Me sentí la última migaja por la cual se pelean las hormigas. Osculó mis labios en shock.
Antes de salir corriendo, solo hice un pequeño dialogo con mi subconsciente aun en sus cabales: “todos están locos”. Regrese a la pista de baile, me di cuenta de que habían nuevos en el grupo. Así que disimule mi cara de espanto y continúe con la noche. Cuando pensé que todo está bien otra vez...otra vez me movieron la alfombra y casi me caigo en la realidad de las cosas. La criatura toco mi brazo, me volteo con una fuerza descomunal y me planto semejante besaso que resulto ser la cereza en el helado... Yo no podía con mi vida en ese momento. A pocos pasos estaba su pareja, y aunque no vio nada me sentí en el hoyo. Ya era demasiado hardcore time,y nuevamente por mis neuronas paso el mismo pensamiento que debe estar rondando las cabezas de aquellos que están leyendo estas líneas. "Porque no me fui?”, la respuesta no la sabia, debe ser que mi sentido innato de la intuición nunca me deja tomar las riendas de esta carreta alborotada llamada vida.
Tenía ganas de enterrarme en el subsuelo, todos estaban locos o era el resultado de mil y un licores en la garganta. Me aleje de ellos y seguí con mi vida, usando una frase infalible hollywoodense “quiero estar solo”, (gracias Greta Garbo). Felizmente llegó más gente al grupo, así que me puse a platicar con alguien para darle un break a mis neuronas que no dejaban de pensar en todo lo que estaba pasando y mis pies necesitaban movimiento porque yo prácticamente era un hongo. “M” era su nombre, no me importaba en verdad mucho su procedencia ni que hacia ahí, simplemente quería olvidar los acontecimientos de una especie de crimen que había pasado hace solo unos instantes. Así que seguí en mi baile, tratando de encajar en una conversación amena con M, en eso mis dotes amateurs de Casanova, empezaron a crecer, y con un susurro en el oído, lleve a M a un lugar más privado. Las escaleras quedaron mudas al ver nuestros besos con altas dosis de aventura, riesgo y mucha adrenalina. Me sentí un dios griego, quedé complacido. Y sin ningún reparo empecé a querer saber más de M, era como una frase de Casablanca que caía a pelo en ese instante, “creo que este es el inicio de una hermosa amistad”. Un vaso de vodka helado nos acompaño, y sin sangre en la cara bajamos para encontrarnos con los demás.
Era un espectáculo, M y yo en un dirty dancing, con las bocas abiertas alrededor.Mi funeral se tranformo en resureccion y descaro. Cuando mi cabeza redujo por unos momentos los grados de alcohol, distinguí entre los danzantes a la criatura y su acompañante, sus caras eran de esas que no tienen precio, anonadados total. Admito que sentí un poco embarazoso, y por un milisegundo pensé “trágame tierra”. Pero luego me di ánimos, y me dije, es mejor así. Tercamente paso por mi memoria la tercera es la vencida. Y difícilmente puedo discrepar aun a mi pesar. Ambas criaturas se traicionaron uno con el otro con la misma persona, yo. Era una re version edit master evil de la pelicula de Hugh Grant que llamaria en esta ocasion "Cuatro bocas y un funeral" porque lo unico que queria en ese instante era morirme pero de la verguenza.
Y no me siento para nada orgulloso, no es una hazaña, ni nada por el estilo. Lo considero más bien un error garrafal. Donde yo no tenía nada que hacer en ese lugar. A veces me pregunto qué hubiera pasado si horas antes apenas la vi (a la criatura) llegar con su acompañante me hubiera ido sin explicación alguna o quizás hubiera dicho todo un clásico “hasta la vista baby”. La respuesta a esa pregunta no existe, pues la suerte me llevo a la experimentación peligrosa. Y ahora que el tiempo ha hecho lo suyo, lo entiendo. Esas metidas de pata solo pueden ser hechas una vez...y se preguntaran ¿Qué paso con M?!
Pues esa misma madrugada, llenamos nuestros pulmones de brisa marina, y corrimos hacia la costa a lanzar piedras al infinito mar. Intercambiamos datos y anillos toscos. Los demás regresaron a donde todo empezo,eran trapos en el departamento, esperando una aspirina. Yo vivía una escena de infarto en la arena. Luego de ese día salimos un par de veces más, pero no resulto. Así que cortamos palitos y san de acabo. Ahora me dedico a escribir versos que se alejan de la realidad y le pongo una nueva clave a la frase, “si tres son compañía, cuatro es el infierno”. Y no importa si ando solitario, si solo hay una flor en el jardín, mientras haya sol y agua, podrá sobrevivir.
#G
Anoche, Gercar lo dijo