sábado, 28 de enero de 2012

LA RESPUESTA tercera parte


El planeta Plutón es el más discriminado, siempre distante del calor, todos lo detestan porque es frio porque es pequeño, lo alejan hasta lo mas inalcanzable, lo separan del resto. Así de pequeño y discriminado he llegado a presenciarme, al punto que mi sombra se rehúsa a ser el lado más oscuro de mí porque se siente mas clara que yo. Y no quisiera sentirme light.

Nunca acabo de entender cómo es que termine en ese lugar equivocado. Todo el mundo empezando por mi mama me dice que nací con suerte. Yo no lo creo. Esta suerte es maldita. No me deja ver, no me deja oír, no me deja vivir al mismo centímetro que los demás. Estoy en constante abuso de esa suerte, pensando que es un recurso natural renovable. Es como si cada situación fuera árbol y mi suerte una tala indiscriminada.

El día menos pensando entendí porque nadie entiende lo que yo hago y digo. Todos están allá afuera, mientras que mi cerebro absorbe a todo mí ser hacia el más desconocido interior. Ahí dentro de mis entrañas habita un ogro que se cree sol, así es, y los demás solo planetas que orbitan a su alrededor. Que feo. Que insensible. Si tan solo por un segundo en el pasado yo hubiera salido de mi mismo, otro seria el cuento.

Estará  viviendo mi vida como si mis decisiones fatales no le hubieran hecho efecto, hubiera usado un mega inmenso “liquid paper” borrando evidencia de mis tropiezos. Disimulando tener todo resuelto. Queriendo querer creer que puedo pasar al menos un dia, tan solo uno, sin cosas feas.  Actué tanto dentro de ese “personaje”, que termine adaptado. Adherido, y funciono, y las circunstancias insípidas se disfrazan de buenos momentos haciendo creer que el martes o viernes 13 no tendrán algún efecto radioactivo sobre mi física.

Pero para todos aquellos que creen que naci con patas de conejo calzando herraduras y comiendo tréboles. Les dire que están equivocados. Coexiste en un sitio muy delicado de mi ser un niño que ha nacido solo y sigue estándolo… Por lo general soy al que siempre rompen el corazón, femur, hígado, diafragma entre otros. Relaciones de larga duración para mi soso gusto son para siempre. Las cortas son encuentros frustrados que no concretan su existencia. Y no es que haya salido o entrado a alguna, ni mucho menos que haya vivido uno hace tiempo, es todo lo contrario. Jamás he vivido uno.

Suelen ser sofocantes, pero no importa quiere sancocharme en los brazos cerrados de alguien. Dicen que el cariño pierde el volante y me importa un bledo, quiero estrellarme de frente y destruir mi para choques estúpido que instale como mecanismo de defensa ante tantas decepciones. Dicen también que una relación larga o corta  se desborda por la carretera de la rutina …y que? Si el asfalto tiene aceite hirviendo y púas desquiciadas yo quiero estar en esa autopista y perder el control. Pagaría todas las papeletas. Pero no hay apuros. No rushing, he entendido que todo lo bueno corre a paso de tortuga.

Mi plan cada vez estaba sin manchas opacas. En lo desafortunado de las circunstancias, las opciones son muchas, es como ir al cine. Si te das cuenta en una sala todos terminan siendo una gran familia con lo que te identificas cuando acaba la película. Sientes que de alguna manera ellos han vivido los mismo que tu. En un bus o un camino las personas que llegan a tu vida maravillosamente. Sentarse en la banca y contarle tu vida al primer extraño me parece lo mejor que pudo dejarme Tom Hanks. No ignorarlos como un perro rabioso que quiere morderte. Es necesario dejar la puerta abierta. 

Yo confió en las caras de ángel. Siento que tienen alas aquellos que con una sola palabra hicieron que lance a kilómetros de distancia ese látigo con el que me flagelaba por mis travesuras. Y ahora como un huerto los tengo como macetas que riego a diario para que no olviden que salvaron una vida, la mía.  Mis amigos están ocupando un gran lote en mi propiedad privada. Una zona vip con derecho a todo. Recién ahora entiendo que sus semillas necesitan de mi agua.

El inicio de la vida es a los 23. La calle es una pista de baile, God is a DJ. Y  los danzantes somos una tribu global. De cada persona se desprende un atómico pedacillo de vida que puedes reciclar y del cual aprender. Porque todos somos una gran esponja, es preciso no dejar de aprender. Que siga lloviendo porque me encanta mojarme que siga soleando me encanta sentir que alguien camina junto a mí. Ya deje de ser mi propio talón de Aquiles, o la tachuela en mi zapato.

Después de tantas nubes negras la luz se escabulle por un agujero y te quema de su energía. Plutón podrá estar alejado de todos, solo, frio y pequeño pero creo yo que es un superviviente, aun con todas sus desventajas vive lejos con sus propios recursos. No necesita del sol ni de los otros planetas. Sabe que por sí mismo aun habita sin problemas un lugar en el cosmos y le pertenece solo a él y eso es lo que importa, soy Plutón, esa es mi respuesta.  Mazeltov.


#G
Anoche, Gercar lo dijo

LA RESPUESTA segunda parte


Si tienes un asesino por dentro es mejor que lo dejes salir antes que te degollé hasta saciar su sed vampiresa que no se acaba ni con el ajo más potente. El asesino es tu pasado, tu presente, tu futuro. Es como una saga de recortes de una vida que lleva tatuado en el alma la palabra secreto.

Ya tenía mi plan. Pero en el manual de instrucción decía claro que debo de devolver a la caja fuerte la soledad que necesita, es decir sacar todo lo que a muerde labios guardo celosamente. Y precisamente ahora estoy o podría decir estaba en una etapa de secret-ario, que en palabras torpes viene a decir que volver a tener secretos era el antídoto y freno necesario para dejar de hablar de mas. Cuando se trata de mis cosas me gusta abrir la boca y contar hasta el último detalle cada milímetro cada gramo cada litro de sangre que corre por mis cuerdas bocales está llena de ansias.

Es complicado y contradictorio porque son mas las veces en que me niego a soltar lo que a diario paso, trago pero no mastico. Vivo creyendo que el mundo será un lugar mejor si no se entera como me siento porque meto mis problemas en un frasco diminuto y los comparo con los grandes males que suceden a mi alrededor.  Y soy mi propio juez quien dicta sentencia condenándome yo mismo a un silencio. Porque se o quiero saber que son problemas tan tontos que no merecen la pena ser oídos.  Entonces marco mi terreno con una equis y me voy a jugar con el mundo, y hago creer que mi vida es un parque de diversiones donde no hay mas complicaciones que un globo que se escapo volando.

Pero no puedo seguir en Disneylandia mental toda la vida. Pisando tierra es una clave mágica. Vivir pisando tierra. En algún momento de nuestra vida ha existido una voz interna furiosa que toma forma en un amigo, un tío, un padre una madre o hermano que saco fuerzas de flaqueza y nos dijo nuestras cuatro verdades al viento. Y desde ese día nuestra forma de ver el mundo nuestro no volvió a ser el mismo.
Vivir en ilusiones, no sirve, no es real. En cualquier momento el carruaje se vuelve calabaza y todo vuelve a ser como era antes. Vivir en un mundo que no pertenecemos, inútil. A menos que siempre portes tu pasaporte y dejes en claro que no eras de aquí sino de un lugar mejor. Porque la igualdad es aburrida, es necesario diferenciarnos y conectarnos con la amistad. Ese es el vínculo.

Vivir una mentira, es medicamente peligroso. La intravenosa está plagada de falsedad, manipulación que cuando termine de recorrer por tu sistema y llegue a tu corazón lo hará explotar. Y nadie querrá si quiera hacerte la autopsia por el grado de descomposición que tienes como persona. Metafóricamente hablando.
Vivir una transición a veces conlleva a un desenlace triste o feliz. Yo recomiendo el triste porque cuando te caes tantas veces por culpa de una piedra la próxima la patearas tan lejos que ya no tendrás que curarte las rodillas. Evolucionar para mejorar la especie suena como una buena idea, pero a veces se estanca el proceso, y vuelves a la normalidad.

Vivir un viaje se empieza de cero, es la oportunidad perfecta para ser otro. Depende como quieras que te vean. Mira como hablas y te diré quien eres.  Vivir pisando tierra es la mejor idea. Pero cuidado una vez abajo el fuego de las piedras puede salir, y el infierno podría ser la próxima parada. Mientras llego a la otra estación dormiré la siesta. 


#G
Anoche, Gercar lo dijo

Fotografía: Gercar PhotograG https://www.facebook.com/gercarphotograg?ref=hl

LA RESPUESTA primera parte


Post  guerra todo está más claro, todo está tan dañado que ya nada puede ser más dañado. Ya no duele ni un solo hueso, están curtidos.  Así de repente  todo indicio de niñez se esfumo, porque no hay espacio para algodones de azúcar en un campo de batalla minado hasta la coronilla. Como aire fresco la cara se despeja de todas esas tonterías de cassette descompuesto que se repiten y traban una y otra vez sobre lo ya pensado. No es necesario hacer planes de cómo cambiar. Es mejor cambiar con el dolor de tu corazón, pensar dos veces antes decir algo, antes de hacer, antes de pensar algo. Sino la bomba te explota en la cara y regresas a casa con tus extremidades colgadas y sangrientas.

Cuando te mudas de tu hogar de siempre a una casa nueva. Aunque los muebles los traslades y la decores igual que la anterior, sigue siendo totalmente nueva. El proceso de acostumbrarse es lento pero si conlleva a un nivel de bienestar satisfactorio, vale la pena cada gota de sudor. Pero es la gota gorda, se me hace complicado seguir un plan. Es como hacer dieta los jueves  y comer pizza los viernes en la noche, totalmente absurdo.

Hace poco cumplí 23 años. Y cada año nuevo pienso que he cambiado, pero cuando cometo un nuevo error, me doy cuenta que es el mismo. Mi capacidad de enmendar las cosas funciona cuando le conviene, cuando teme al karma como una gran escoba a barrer los desechos de mí. En la víspera de mi cumpleaños pasado, eran las 11.20 pm, y como no había nadie en casa. Salí velozmente en busca de algo, pero en realidad no buscaba nada en concreto solo algo que llegara a mí como por arte de magia para despeinar mi supuesto mundo. Camine desde mi casa hasta el malecón de Miraflores y no había respuesta en la vereda ni en la precisa luna llena que me regalo por adelantado el cosmos, haciéndome sentir en niveles pequeños que soy especial.

Pensaba en todo lo grotesco que soy comparado a todo lo bueno. Y la balanza tenía su lado favorito. Era malo, soy malo. No pretendo ser bueno, santo, ángel. Pero solo quiero hacer las cosas que mis amigos hacen. No soy un buen amigo, soy el peor.  Ya se acababan los minutos para empezar mi cumpleaños y no encontraba respuestas ni cambios en función automático. Es más contribuí a mi maldad, le di la razón, le entendí por momentos. Los malos somos el balance perfecto, sin malos no habría buenos, porque si no hubiera malos, no sabríamos quienes son los buenos, no existiría lo bueno… quizás estaba perdiendo la razón. Quizás estaba a punto de cometer una locura quizás me negaba a seguir cumpliendo años, años en vano.
De repente se tropezó delante mío una respuesta como segundo regalo de cumpleaños, alguien que no era mi amigo pero actuó como uno, me lo encontré mientras caminaba y le dije que me acompañara a comer algo. Mientras al mismo tiempo para sentirme único ese día ordinario le mencione que mi cumple era dentro de 13 minutos y la cuenta regresiva empezaba, llegaron las doce y fue el único que me abrazo, porque nadie lo iba hacer, porque estaba deambulando solo por las calles esperando una respuesta a como debía seguir un plan para que todo marche bien. Pensé que las 12 la pasaría llorando bajo el puente había una serpiente… pero me ofrecieron a alguien para que me saque de los pelos de lado oscuro.

Luego fuimos al bar de siempre. Pusieron mi canción favorita, la baile como loco, tome un apple martini , era todo lo que quería en ese momento, tomar ese trago. Conocí gente, me olvide que minutos antes estaba llorando. Me olvide que todo lo malo se vuelve tan insignificante cuando estas rodeado de cosas que te gustan, y aunque no duran toda la vida son momentos. La felicidad esta en pedacitos y al final de todos los tiempos ensamblarlos te dan la respuesta. Hacer lo que quieres. Eso era. Nada más. Solo tenía que hacer lo quiero, no hacer lo que mama quiere ni lo que el jefe diga, sino lo que uno quiere. Tengo que moverme. Tengo que dejar mi sedentarismo y ejercitar todos mis músculos dormidos en un cardio de gimnasio sin break.

Evidentemente los momentos bonitos están de la mano de por vida, en un matrimonio insufrible con los malos momentos. Ambos son la vida misma. Ambos te ponen a prueba, odio esas pruebas, siempre repruebo como un burro. Pero cuando estudio y aprendo  la lección se siente como desde el fondo de tu diafragma exhala un aire reconfortante, que le quita todas las venitas rojas a los ojos, y los hace de diamante.
Desde el momento en que me conocí todo fue distinto. Antes yo era de una forma y nunca pensé que algo podría cambiar al punto de descomponerse tanto que ya no puede regresar a la forma original, como cubo de rubik, es sumamente difícil hallar la forma original nuevamente. Pero nos encanta destruir.  Soy masoquista, aun sabiendo que mis colores podrían no ser UNO nuevamente, seguí entreverándolos hasta perder el camino de regreso. Entonces era oficial, ya no sabía quién era. Me había perdido. Era un ser humano totalmente mutado y mutilado, un androide. Me programaba yo mismo para hacer ciertas cosas. Y me apaga cuando no sabia que hacer.  Volver a conocerme  fue la chamba mas hardcore.  Era el trabajo de un arqueólogo tomar una pala y un pico y escarbar en la antigüedad para buscar el origen. Era ese mi nuevo empleo, desempolvar mis reliquias que deje bajo mi tumba, bajo el lodo bajo y la tierra.  Y es que mí alrededor evoluciono por completo. Era un ovni,  que  orbita tierras nuevas y desconocidas, y no lo sabía. Hasta que años después recibí la llamada de mi cuartel, exigiendo ordenes de regresar a casa.  Y eso hice aquella noche de cuando empezaba mi cumpleaños número 23, regrese a casa, abrace a mi madre, ella olvido que era mi cumple ( no me deprimí) porque mi hermanos cayó en fiebre y existen prioridades, a la mañana siguiente me abrazo fuertemente y me dijo : “ojala esta vez sí madures” era todo lo que necesitaba escuchar. Y me regaló un perfume de Carolina Herrera que lo uso con recelo.  En el día me sentí hombre nuevo. Tenía un brunch envidiablemente delicioso esperando por mí. Para dos personas. La otra persona estaba pensada desde hace tiempo ser alguien especial… pero no lo fue, ese es otro cuento… se los contare después.

Acabó mi cumple luego de una fiesta, amigos cercanos solamente, fieles devotos de mis locuras y poliglotas al entender todos mis diferentes estados de ánimos repentinos que azoto sobre ellos. Excesos en alcohol me llevaron a lugares más picantes, pero salí ileso y realizado.  Los demás días pasaron como siempre, nada novedoso. Pero yo estaba con un plan, por fin había conseguido uno. Ya no era “cambiar” mi verbo favorito, ahora lo era HACER. Mis obras hablaran por sí mismas cuando estén terminadas. Mi lista mental de deseos de año nuevo se convirtió en propósitos y deudas por pagar, y las estoy asumiendo. Será arduamente trabajoso, pero madurar esta a la vuelta de la esquina esperando por mí. Y quiero que cuando pase deje rastro como pinturas rupestres en cavernas futuristas. Aun tengo más reliquias que desempolvar pero antes un comercial y regreso…

#G
Anoche, Gercar lo dijo

Fotografía: Gercar PhotograG https://www.facebook.com/gercarphotograg?ref=hl

sábado, 14 de enero de 2012

DÍA UNO


Medio inconsciente aun con las piernas destruidas las pupilas irritadas el cutis graso y mis pestañas cubriéndome de los primeros acordes cegadores del sol del primer día del último año del planeta tierra.  Así de perro me desperté en la habitación de un hotel. Pero no hay que alarmarse, no estaba en la tina calato ni mucho menos ésta estaba llena de hielos ni el espejo con lápiz labial dictando algo parecido a un epitafio, aun tenía mis riñones y estaba vestido.

Horas antes…

Las doce uvas esperaban pacientes y angustiadas en la canasta, los vasos olían a nuevo, las copas que estuvieron empolvadas durante 360 días, finalmente fueron profanadas de las alacenas para dar paso al brindis. Las calles estaban desnudas, todo el mundo estaba en sus casas o a cientos de kilómetros Lima a bajo, o en algún rincón del planeta preparando la lengua para el exceso del año.  La última fiesta estaba dictada en todo idioma en toda religión, no había cabida para la timidez. Era vivir o no vivir la noche.

El vapor de la ducha recibía mi cuerpo en toallas mientras en un mal ademan la navaja hizo un tajo casi quirúrgico al lunar de mi barbilla, ensangrentado aun termine de peinarme con kilos de gel en los cerquillos, la camisa estaba arrugas-free.  Los zapatos al pie de la cama, las joyas de la suerte sobre la mesa al lado del celular terminando de recargar energías para una noche larga y complicada.  La billetera también estaba bien alimentada. Pasaron mis amigos por mí a las 11.30 pm con treinta minutos de anticipación para el final de un 2011 que de lejos ha sido uno de los mejores años, ever.  Que puedo decir, hice amigos increíbles, hice un viaje sin precedentes, gané un premio (primer  lugar, bitches), termine mi carrera como administrador, tuve buenos polvos de diferentes colores y sabores; mis mejores amigos aun lo eran y mi familia aun estaba conmigo. Y quizás hay muchos más, y definitivamente hubo cosas total-masiva destructivas. Pero salte más alto que Mario Bross y llegue a la meta saliendo de esa isla plagada de fenómenos.

Era cuestión de minutos para repasar la lista mental de deseos inteligentes. Y digo así, porque en versiones anteriores de 31 de diciembres, pedí siempre la misma cojudez o cosas mundanas banales estúpidas, milagros que solo alimentaban mi sedentarismo de que me llegue todo a la mano.  Llegada la hora pretendo repetirme los 12 deseos (sin comer las uvas porque me parecen toxicas y puedo asfixiarme en mi afán de digerirlas todas mientras todos huyen de si para darse el saludo).

Proféticamente hablando sentía que aquella noche debí haberme quedado en casa. Lo oí en mis canciones y lo ví en las cosas diarias, algo iba a pasar. Bueno o malo, no lo sabía pero algo que me iba a dejar un sin sabor que se quemaría a fuego lento esa noche. Pero conociendo mis inhibiciones sabía que mi alma sublevada me torcería el brazo y me llevaría a patadas a esa fiesta. Y ahí estábamos mis amigos y yo,  nos recibieron con un proyecto de ángel caído partido en dos en la puerta que repartía a diestra y siniestra una leve dosis de veneno de víbora. Un shot en pequeñas porciones para asimilar la entrada al inframundo. El tema: “el final de los tiempos”.

La primera ronda a base de licores suaves. Luego fueron creciendo mis ánimos, después de todo fiesta es fiesta y aunque prefería estar en Montañitas, Cusco o (sin ser soñador) Ibiza, estaba ahí y ni modo, ahí me tengo que quedar. Faltaban segundos para la nueva vida, mi hígado se volvió reacio y huérfano, recibía las donaciones de champan que solidariamente puse en mi boca para aumentar las células entusiastas. Y llegó … 10, 9, 8, 7, 6 (There's a countdown waiting for me to erupt…) 5, 4, 3, 2, 1… its 2012 Bitch.

Nostradamus tenía razón, el mundo estará colapsando. Se corrían rumores que el todo llegaba a su fin en diciembre de este año nuevo. Pero nada más macabro  como apocalíptico que mi consciente extraviado. Ya no estaba ahí. Mi cuerpo se quedo de largo celebrando con desconocidos mientras que YO, no recordé nada excepto severos flashbacks que explotaban en mis ojos cuando los cerraba con fuerza la mañana siguiente…

Luego de las 12, las únicas palabra que repetí mil veces, fue “me trae más champan, por favor” y  cuando acabo no quedaba más remedio que acercarme al mozo, y pedir por un vodka, y estaba esta chica empujándome con su busto prologando, la arrime y pedí dos tragos uno para mí y el otro para ella. “Una chica tan linda no debe gritar para que se le complazca” le dije todo un galanaso… ( me rio).

Terminamos la ración  y reanudamos en una segunda ronda. Palabra tras palabras las mojábamos con la copa llena, nos reíamos y nos compadecíamos, de nuestras desdichas, sobre todo ella, que tenía una cruz en su hombro. Seguimos por la pista de baile, a viva voz competíamos por el maíz que el  DJ nos aventaba y recepcionamos todas. Seguidamente  salimos a la terraza con sus ferverosos amigos (los míos estaban a salvo por ahí en algún lado) no es que sea mal amigo, me gusta entablar contacto con nuevas especies fuera de este mundo, siempre he sabido que conocer personas para después no  volverlas a ver nunca más es la mejor medicina para una noche que necesita algún inyectable con alto contenido de emociones desconocidas, como archivar expedientes equis.  Su amiga me cayó súper duper, y sin acordarme como… estuvimos invocando a Janis Joplin tomando pedazos de su corazón en sus canciones, la conversación se torno artística, mas amigos seguían anclándose en nuestro puerto de mareas embriagantes, como reclutando adeptos en un círculo vicioso-conversador, risas  mucho alcohol. El orégano hidropónico* no era ajeno al festín, las sustancias psicoactivas hacían erupción y habían damnificados, everywhere.  Y yo tenía que ir al baño en algún momento de la noche y así lo hice…

“Está ocupado” escuché,  de este modo estuve paciente al lado de la puerta en una cola de a dos, y la otra persona me decía “hay un baño arriba” y yo “ok” ,subí. Tras de mí una sombra que no era mía se aproximaba y yo seguí. Encontré el baño de repuesto, cuando cerré la puerta éramos dos adentro, y sin saber cómo, ni porqué estábamos en la ducha sin agua mojados de unos besos desconocidos, con sabor a maracuyá, (sour, sin duda).

Mis amigos estaban barajeados y repartidos por todas lados, como juguetes en el cuarto de un niño. Muriendo de risa y de bebidos, bailando, conociendo, y yo bajaba las escaleras cauteloso de no ser sospechoso. Me estaba acercando a Dave, mi amigo pero unas uñas violeta-neón, se clavaron en mi brazo y me llevaron a la pista. La misma chica de horas antes seguía ahí tratando de hacerme sentir como el único chico en el mundo, y funcionaba; la pasaba bien con ella y sus amigos. Y el baño volvió a estar frente a mí, en la cola no había nadie solo yo y otro beso. Pero este beso me gusto, y lo mantuve cerca hasta lo último que recuerdo.

El nombre realmente no lo recuerdo, y me odio a mi mismo porque quisiera recordarlo. Solo tengo la sonrisa cada vez que me esfuerzo en traer algo de esa noche.  Bailamos hasta que el mundo se acabara, en este caso, la noche nueva la primera madrugada del año. Y lo había decido yo tenía que irme con esta persona a ver las primeras olas de la costa. Era un género de común denominador y sentía que por primera vez una good people, me había tocado. Terminamos la última pieza porque nuevamente el baño me llamaba, y sucedió, nuevamente me tomaron de la mano y al reaccionar estaba dentro de un taxi. Mis amigos se habían marchado con el viento, good people estaba adentro esperando por mi regreso. Me quede dormido levemente en un periodo corto de tiempo, abro los ojos y estaba frente a una asiática con  lentes y acento fuertaso que demandaba por mi documento… ¿estaba en la comisaria? Se lo enseñe como una evidencia o algo así y volví a cerrar los ojos, me faltaba el suelo y  tropezaba constantemente, me desordenaba los pasos yo mismo y de la otra persona podía oler su perfume pero no saber más. Subimos por el ascensor y penseque era el de mi edificio,  pero la puerta que abrí no era mi casa, era otro hogar, un hogar de nadie.

Plumas y plumas en el aire caliente, me causaban alergia, pero aun así me desvestí, la otra persona me sometió a sus caprichos y yo quería estar a sus pies. Pensé que tal vez era good people, going bad. Pero desde los primeros tiempos estaba escrito que no era good people era alguien totalmente diferente. De repente lo vi todo claro. Ese olor era el del baño al cual subí la primera vez que fui al baño, en la ducha sin agua, era la misma piel la que estaba rozando conmigo. Pero no discutí, bienvenido 2012, bienvenido con todo…

Era el inicio del fin. De regreso a mi casa estaba pegado a la ventanilla del taxi, los primeros rayos del sol parecían una sinfonía hermosa, y me quede ciego. Era el principio de algo que no se alcanzaba a ver en que terminaría.  Una palabra: excesos. Segunda palabra: besos anónimos y tercera : good people, quien eres… se te volverá a ver, solo recuerdo su sonrisa, solo eso , de la nariz para abajo y el cuello para arriba es lo único que viene a mi mente. Y lástima que no pueda volver a pasar, porque esa noche fue la última del mundo, no habrá otra a menos que el calendario Malla este equivocado, lo cual creo que es posible. No hay prisas, lo que abundaba antes eran profetas, y el final no está escrito al menos no en mi papel.

#G
Anoche, Gercar lo dijo