domingo, 29 de abril de 2012

LLAMAME CUANDO ESTE SOBRIO



Cuando me voy a la disco de siempre con la gente de siempre, pensamos que el final será el de siempre, es entonces cuando la noche te licua el cerebro y termina siendo la noche de nunca. Estábamos en Art Déco haciendo previos unos amigos. Tragos que van tragos que vienen. No nos veíamos desde hace buen tiempo así que empezamos con el “ponte al día”: Excesos en San Francisco, movimientos miraflorinos, el trabajo, los aviones, los hoteles, los sueldos, los puntos, los besos, los polvos,  french kiss, etc.

Cuatro veces cuatro dan ocho más, y las rondas interminables de tragos exóticos y de libido iban en un tráfico absoluto sobre la mesa del local. Los humos del cigarro se estacionaban a fuera; las risas en burla y la ausencia de silencios incómodos decoraban nuestro ánimo y era el visto bueno de la velada.
Después llegamos a la disco, ahí todo estaba en tonos neón y en efecto lupa volteada, no entendí nada. Estaba en un swing buenazo. Borracho mal, borracho como no lo estaba hace mucho tiempo cuando deje de fumar y tomar por culpa de unas pastillas para el control del hígado. Un tratamiento que me privó del que fue alguna vez mi mejor amigo el vodka y mis incondicionales Absolut, Carty, J.W., Peroni y derivados.

Salude a los conocidos, conocí a los desconocidos, abrace a las amigas, empuje a los enemigos y bese a las de carácter atrevido.  Era la noche de siempre, con la gente de siempre, en el lugar de siempre hasta que se convirtió en la noche extraña. Con caperucitas rojas pro todos lados, y nosotros cuatro unos lobos al acecho, inmorales.

De repente, conocí a esta persona por casualidad, como cuando pasas entre el tumulto para llegar a la barra. Me pedí una red bull, y mi pie piso otro pie. Luego cuando me alejaba del tumulto, hubieron dos ojos que se clavaron en los míos haciendo rayos laser entre ellos. Me quede hipnotizado porque la mirada era penetrante, intimidante, excitante, vacilante. No eran ojos bonitos ni de alguien bonito tampoco. Pero eran ojos que sabían lo que estaban mirando. Y yo tenía que escuchar lo que esos ojos tenían que decirme…

Me aproxime a la barra nuevamente a intentar hacer corta la distancia entre su mirada y la mía. Y me detuve. Y aprovechando que la noche estaba avanzada y que nadie distingue nada. Me presente como si fuera amo y señor, con rocheee. Respondió a mi saludo la persona dueña de esos ojos. Y la conversación tibia empezó a burbujearme, dijo su nombre seguido de un beso en el cachete. Felizmente me puse el 212VIP, le encanto desde que me acerque y no lo disimulaba. Mis amigos mientras tanto andaban por la pista de baile y haciendo sociales con las fotógrafas. En el segundo piso me encontraba yo con ese ser humano de los ojos insanos. En verdad tenía mirada profunda pero ahora estando frente a frente note que tenía una perdición de la razón única en esos sus dos ojos. Me daría cuenta poco después que me había topado con un ser de otro planeta o fuera de sí, pero entretenido.
 Le contaba sobre mi regreso a los vasos después de mi etapa candy y tranqui. Se reía y me pidió una chela, estábamos en una sala de al disco donde habían mesas para dos, y como quien se acomoda empezó a contarme sobre su vida, pero empezó por la parte que nunca debes contarle a alguien cuando conoces, por su forma de pensar…

“Yo soy así, todos creen que el ego se posesiona de mi como el demonio, pero en realidad no es así, sino que yo soy así. Creen que presumo, que distingo, que rechazo. Pero tengo mi razón…”.decía ella. “sabes.. a veces creo que no estoy bien. Creo que necesito momentos conmigo para poder entender la realidad de las cosas porque nadie me va a soportar así…”

En ese preciso instante sentí que me perdí en el bosque… y empecé a reprocharme porque siempre me toca gente loca, y si no están locos, son brutos, o huecas. Toda la vida. y a pesar que pude retirarme a tiempo decidí quedarme para intentar adivinar en qué momento dejaría de hablar para meterle cara,  estaba como para un one hit wonder

Mientras trataba de impactarle mi boca sobre la suya, su uni-conversacion se apodero de sí, pobre humano. Finalmente me decidí, decidí escuchar lo que tenía que decir, porque siempre he creído que nadie mejor que un extraño para contarle cosas que están en tu mente y que ni tus amigos ni nadie cercano deben escuchar… Yo hace un par de meses que estuve también en un locon dentro de mi cabeza que llena de grillos me sumergía a interrogantes y desafíos nefastos que solo querían cambiar mi naturaleza humana. Felizmente salí de ese túnel, escape sin antes advertirle a mi subconsciente de que si sigue mandándome voces diciéndome cosas feas y egoístas, yo le metería un balazo, ley del hielo y jamás le volvería  a hablar.

La persona de los ojos locos tenía nombre, pero para proteger su identidad le diremos “J”. La escuche, la trate de entender, y finalmente la entendí, estaba sola. Sola, con su ego, con sus conflictos de existencia. Como todos, pero J llevaba todo al límite. Y por eso estaba sola, porque sus amigos la habían dejado en la disco. No quería nada con nadie solo quería beber.

Trate de calmarle y me ofrecí de buena gente a llevarla a su casa que coincidentemente era cerca a la mía. Dijo “Oko”. Y yo “OK”. Pero insistió en quedarse un rato mas en al disco. Luego de superar su locura por unos momentos, hablamos de  otras cosas más cuerdas.

Trabajaba, había estudiado, se había enmaromado, la habían dejado. Casi como a cualquier mortal. Me encontré a mis amigos y les dije que ya me iba… acompañado. “bueeeeena , la hiciste” me decían. Peor yo sabía que lo único que había “hecho” era perder el tiempo.

Fuimos a comprar algo de comer, insistí en irnos, no podía dejarla sola me sentí mal, ajeno. J insistió en regresar a la disco, y por fuerzas cósmicas inexplicables, accedí. Ya dentro una vez más, bailamos un par de mezclas, pelamos un par de wiros y la noche ya quería madrugar. Entonces la insania locura le volvió a la mente, justo segundos antes cuando estaba a punto de chapármela, creyendo iluso que la paciencia había dado fruto…

Pero ella volteo la cara y empezó excusarse en un desfile de clichés: “No sorry, no puedo”, “No eres tu soy yo” (eso si era cierto, J estaba insane Literal), “Si fuera otra noche te juro que si la hacía” “En mi casa no se puede”…

A punto de tirar la toalla, yo, ella me dijo “vámonos”. Salimos, y paramos un taxi, en forma de hacer tiempo conversamos y le dije “Necesitas ayuda” se rio y me dijo “Ya lo sé, por eso no quiero hacerte perder el tiempo”.  “No es tu culpa “le dije. “Todos hemos tenido etapas de locura, pero tu les ganas a todos, con medalla de oro incluida” y se mato de risa.

Intercambiamos números, y entonces le mencione. “Para que me pides números si nunca me vas a llamar”. Y ella dijo “sí, bueno no sé, quien sabe”.

Finalmente le dije “Llámame cuando estés sin locuras” a lo que me respondió “Llámame cuando este sobrio”, y luego dijo “Aunque la única ebria soy yo”.  “Cuando estés sana, llámame quizás podamos conversar y tomar algo” (ya no café). Se rio y me dijo “Definitivamente lo hare”.

Insistió en pagarme el taxi hasta mi casa como agradecimiento a no haberla desamparado. Cuando me iba a despedir me metió boca, fue un pequeño pico.  Y se fue con el taxi. Y yo me fui a dormir con un número desconocido en mi haber. Borre su nombre “J” y puse “no contestar”. Seguro me llamara nunca, seguro me llamara pronto. Me llamara tal vez cuando este yo en la disco, o quizás me llame cuando este sobrio. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo


jueves, 19 de abril de 2012

7 PECADOS LITERALES...


Debo empezar diciendo que “Aquellos que entren aquí deben perder toda esperanza” o al menos toda consciencia, porque no hay lugar para el pecado con remordimiento en abril. Una vez más el año nos regala feriados para la posteridad que serán contados con tanta meticulosidad que pensaremos que nos transportamos, y vaya que lo hacemos. Evidentemente hay muchas versiones. En cada una de ellas la historia va evolucionando y nunca suena como a la primera vez que la contaste. Y por supuesto, también hay cosas que nunca contamos…

La denominada “semana diabla” empezó con el plan mas macabro que se le puede hacer a alguien. Pónganse cómodos y de rodillas, porque tenéis que confesar tus pecados como yo, en el nombre del raje, vino (o ron), espíritu inquieto y  padre he pecado:

Pecado 1: Falacias

Existen en un día 1440 minutos, y fue más o menos en el minuto número  666 (10 y algo de la mañana) en que le dije claramente al oído satánico matutino de mi progenitora que saldría con mis amigos a algún lugar de los balnearios sureños, aquella fue la falacia que me hizo la semana. Empaque no más de 9 artículos: un polo, un par de jeans, un perfume, cepillo, sandalias, bloqueador, iPod, blackberry y la palabra “pecado original” en mis sesos que pesaban más que una cruz en la espalda.

Pecado 2: Excesos

Ese día era jueves de abril, uno que dicen es “santo”. No es cierto. Ese día me escape de la casa con un rumbo en mente. No tuve que descender al infierno, pues apenas llegue a la casa de mi mejor amiga, la María Magdalena del alcohol, Rafaela. Sabía que toda esperanza de portarme bien se iría al cruzar el pórtico de su terraza. 
Destapamos el cuerpo con ron y latitas. Usamos humos para decorar el aire y bebimos como agua bendita el alcohol. Consumamos la ceremonia con los excesos de la risa. Empezamos siendo solamente cinco apóstoles, todos perfectamente bautizados. Por momentos fueron llegando las demás ovejas descarriadas. La visita no podría faltar, invitados de no-lujo pero divertidos. El hijo prodigo, un amigo que este caso representa a Judas. También llego tarde a pesar de que antes no saco la vuelta con sus amigos de la universidad. Finalmente éramos sin querer queriendo doce apóstoles y yo. Hicimos de la noche la primera cena versión toxica. Pero no era la última, esto apenas empezaba.

Pecado 3: Disfuerzos

No soy muy bromista. Pero aquella noche me sentí  la divina comedia personificada y me gustaba. Hasta que llegó el amigo de un amigo que no es mi amigo pero empezaba a serlo, el individuo salido de un éxodo hilarante, con mas disfuerzos que los míos me quería robar el show. En celos me vi. Pero fue divertido discutir mis bromas contras las suyas, siendo el ganado solamente yo, y en señal de disculpa el fulano me ofreció ofrendas. Tenía para elegir entre vino y carne (mas trago o algo mas) Así es. Cada vez mas descendíamos al mundo de Hades donde no recibiríamos castigo por ser malos, todo lo contrario, habría más pecados literales… y los demonios saltaban de contentos por nuestros arroches. Obviamente yo tenía que disforzar un poco para no caer en tentación tan rápido…

Pecado 4: Lujuria

En un abrir y cerrar los ojos, estábamos en el auto del amigo de Rafa, rumbo a la “tierra prometida”, donde las pirámides se vislumbraban desde la ventana pero en su forma urbana, edificios altos. Finalmente  llegaba la hora de la crucifixión. La victima trato de morir lo antes posible. Se sintió rey con la corona de espinas que solo lo hacían más tentador.  Poncio Pilatos tomo forma en el amigo de mi amiga y ofreció a la víctima, lavándose las manos por eso…
Entramos a la arquitectura de muchos pisos. En vez de látigos la víctima recibió vasos llenos. En vez de cargar una cruz, cargaba la lujuria más inadvertida. Exclamaba: “Oh Madre perdóname porque no sabes dónde estoy….”, “Tengo sed… me sirves más?”,  y a sus amigos les decia: “ No se preocupen que esta noche ustedes se irán y yo me quedare en el paraíso…”, “Madre he ahí tu hijo , hijo no le cuentes nada de esta noche a tu madre”. Cuando se fueron y la victima se quedo solo con el mismísimo Lucifer, exclamó: “Amigos, amigos porque me han desamparado”. Luego de varias palabras la víctima y su victimario, mordieron la manzana, y volvieron a la época donde la desnudez era de todos los días como en el Edén. Sudaron en silencio, hasta que el amanecer toco las primeras horas del llamado viernes santo. El “arca de Noe” que no era otra cosa más que el baño, se abrió como un sarcófago dejando salir a los dos animales que dieron rienda suelta a lo que sea que fue. La víctima en voz bajo y quizás en su twitter posteó: “Todo está consumado”. Mientras el cuerpo del victimario que más bien fue héroe, se recostó sobre el mueble y durmió para mí que el sueño eterno.  Finalmente la víctima salió de ese  lugar donde rebotaba el apocalipsis, sin nada más que el sol y la mañana sin rumbo ni lugar a donde ir solo podía decir su última frase:  “Calle, en tus manos encomiendo mi espíritu”.

Pecado 5: Intrigas

Llegue a casa de mi amigo, y recosté mis restos hasta el atardecer.  Era el viernes y no faltaba mucho para que la peste cayera sobre nosotros. La noche,  se asomo poco a poco y como el arbusto en llamas nos ordeno que fuéramos a chupar con los apóstoles sobrevivientes al lugar más remoto, cruzando el mar rojo que en esta ciudad viene a ser el tráfico infernal lleno de semáforos submarinos.  Mi cara dibujo una sonrisa de mona lisa cuando nos encontramos con nuevos testigos del diablo que estaban dispuestos a convidarnos de su cáliz etílico. A estas alturas ya estábamos más cerca  que nunca de la octava prisión del infierno de Dante tomamos todo el licor en medio del calor restante del verano que aun se resistía a abandonarnos. Quería salir, era mejor salir porque si no mi cuerpo haría combustión en cualquier momento. El amigo de mi amiga tuvo un plan y me gusto solo era cuestión de esperar que el trago se agote. Pero pronto quedaría helado cuando los planes tomaron otro rumbo. Usando las intrigas intente por todos los medios mover al pueblo pero nadie oyó. Todos bebían. Y mis conocimientos amateurs de titiritero no pudieron mover los hilos de nadie así que nadie obedeció mis dos únicos mandamientos “salgamos” “juergueemos”.
Rafaela, el amigo y los nuevos apóstoles, estaban en un plan bastante divertido. Charadas llenaron cada rincón de la habitación. Y cada uno de nosotros tenía escrito en su frente, su destino. Creí  yo que llegaría a la tierra prometida nuevamente, me di con la sorpresa que el faraón en forma del “aguafiestas” cambió los planes y nos retuvo en su Egipto que no estaba mal pero yo quería  ver el calvario nuevamente…

Pecado  6: Polémicas

Al día siguiente amanecía más que nunca el viernes con un sol que parecían dos, comparables a la luz de la creación. Era el amanecer de los lamentos para mí, un poco con efecto retardado, pues lo de la madrugada del viernes me había dejado un sinsabor que recién comprendí aquella mañana de sábado de gloria, donde el hechizo aun zumbaba como un mosquito y me dejaba una idea.
Regrese a mi casa para encontrarla vacía, perfectamente lista para la ultima cena versión 3.0. Así que mande a mis ángeles a que conciban el pecado a mis amigos apóstoles repartidos por toda Lima de Nazaret. Y ellos fueron llegando a mi última morada, el infierno más mortal, a Cositos, a mi hogar.  Todos los santos fueron tocando sus arpas llenas de rock. Y la ostia en mi ceremonia consistía en una letal jelly shoot de ron blanco, como bienvenida.  Si pasabas esa prueba podías entrar a mi paraíso.

Las ofrendas quedaban pendientes. Pero don diablo se ha escapado y estaba quemándonos con su trinche alcohólico, he hicimos de mi mesa un autentico becerro de oro que ofrecía todas las sustancias necesarias para pecar.  Pero como en el infierno no hay amigos todos empezaron a perder la cordura.  Empezaron las polémicas, primero sonsas. “Baja el volumen, los vecinos” “no hay trago se acabo” “yo no pongo mas” “tengo sueño” “ya no juego (charada)”.  Si bien es cierto el licor puede volver a dos extraños en dos buenos amigos, también puede volver a dos buenos amigos en enemigos, soltando todo eso que sobrios no decimos. Todos son unos falsos. Y fue empeorando, cuando quedamos solo 5 apóstoles sobrevivientes. Entonces en medio de mi desvarió solo había una forma de continuar…

Pecado 7: Poppers

Respire profundo para calmar. Tenía que salir de ahí, juerga externa.  Deje a mi amiga, mi amigo y el amigo en mi posada, mientras yo bajo efecto estupefacto me llene de disfuerzo y desenfado. Me sentí tan omnipotente que nuevamente quería besar la “tierra prometida”… el ultimo apóstol y yo subimos a su auto y fuimos al ataque. Pero no hubo batallas solo más muertes incluyendo la mía. Me rio en la situación.

Llegamos a la fiesta de un amigo de mi amigo. Desde que el auto doblo esa esquina que ya me parecía familiar, mi nariz saco la lengua para saborear el letal aroma one more time…. A escondidas. Me volvió a zombi, me volvió ido, me volvió un cordero.  Ya no la hacía a lo tipo nada mas. Sentí que la cara se me caería en cualquier momento. Estaba frente a los dos jueces del infierno en esa fiesta. Encontré la manzana de la discordia, pero podrida. Cuando salimos, mi apóstol se retiro a sus aposentos y yo a mi hogar que estaba hecho Sodoma y Gomorra.
En el camino me desvarié, llame a todos y nadie respondía. Me encontré con alguien en la calle, una vieja amistad. Pero no recuerdo nada con certeza quizás mas tarde lo haga. Aunque me vuelve a la cabeza un beso, de Judas, quizás… esto nadie lo sabe...eventualmente recordare a quien bese en mi regreso a casa.
...

 Cuando llegue a mi casa, mi mejor amigo dormía y otros dos andaban en la sala, caí directo a mi cama y me desprendí de mis ropas listo para dormir por la eternidad.  Pero el hedor del narcótico seguía en mi sangre. Escuchaba gritos de ultratumba (amigos necios) y flashes de cámaras indiscretas que colmaron el facebook con mi muerte sobre mi cama en bóxers mientras mis ronquidos daban los primeros acordes al domingo de mi resurrección…

Rafaela, mi amigo y yo los únicos santos sagrados sobrevivimos a la furia de la noche anterior como orden de los dioses olímpicos que intentaron hacernos migajas para su banquete de semana diabla.  Fueron excesos, disfuerzos, lujuria, intrigas, falacias, polémicas, poppers…  Pecados "literales", en realidad toque fondo. Los días santos fueron días de perro viéndolo con madurez. Fue un dulce infierno dantesco del cual ahora me encuentro purgando hasta alcanzar el cielo, "a la saga de Zeus" como me entenderán algunos. Es momento de terminar mi confesión:

“Esa selva oscura (jueves santo) me succiono toda la sangre, es necesaria una transfusión de buenos modales ahora. Me quedan muchas oportunidades para cambiar y arrepentirme de mi pecado, Padre. Sé que merezco todos los castigos sobre estos vuestros ojos. He vivido desde mi inicio, 8508 días y aun me quedan más para recibir mi lección. Ser bueno no significa ser aburrido, y si en algún momento mi cambio es sinónimo de recato, mesura y control… sepan que nadie me quitara lo bailado por los siglos de los siglos, Amen”. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo

martes, 10 de abril de 2012

CRÓNICAS DEL CAFE : EPISODIO VII FINAL :: EL RETORNO DEL TÉ

No hace mucho tiempo atrás, empece a segregar sentimientos light a la edad donde nace la adolescencia. Good feelings, eso eran. Podía gustarme alguien y sentir de todo menos deseos carnales. Yo era joven y mas que eso, niño. Donde ponía el ojo ponía  las ilusiones con un tour interminable. Me bastaba enamorarme y sentir que tenia cada pensamiento hacia ese alguien especial era noble.  Filtrado de obscenidades... como un té verde, cero grasas eróticas saturadas y bajo en cachondas calorías. No necesitaba nada. Hasta que los años pasaron y basto un sorbo de cafeína para volverme adicto al sexo café. Y ahora extraño mi faceta saludable, extraño el té, sentirme como té. Liviano, benévolo, fiel a la figura (que en este caso vendría a ser la persona que queremos).

El año pasado, el 2011 , ha sido uno de los mas excéntricos que he tenido en todos los aspectos. Pero finalizo, descubriendo que hubo un crimen contra mi mesura. Donde el asesino fue mi lascivia, el arma: un café, lugar: varios, #CLUE!.  Mi vida sexual fue un inacabable monopolio que terminó con la quiebra de mi paciencia, el remate de mis emociones y el alquiler de una mente On fire. He sosegado mi ser, y todo parece indicar que he escarmentado. Ahora solo es cuestión de poner en práctica lo aprendido. ¿Y cómo fue que finalmente aprendí a no recibir tacitas de café? … 

Laura es mi mejor amiga desde hace quien sabe cuántos remotos y distantes años. Se especializa en acabar con mi paciencia, pero sin duda es la única que sabe cosas que nadie podría siquiera digerir. Constantemente esta empujándome a la cornisa del malhumor cuando le permito decirme mis tres verdades en la cara, es la única que puede y la odio-amo por eso. Dese hace unos meses no sé cómo, empezamos a salir a fiestas apartadas del grupo. En su mayoria en terrazas de hoteles. La ultima fue en un edificio miraflorino que posee una serie de inquilinos bastante sacados de revistas glam. En uno de los pisos vivía una amiga de Laura. . 

Un buen sábado por la tarde había una reu #littlegettogether en ese lugar y decidió invitarme bajo una sola promesa de que yo me portara bien y no hiciera ningún exceso. El punto de encuentro era la azotea que poseía un lounge. Los invitados llegaban como a una alfombra roja, todo era A-1. Solo entraban amigos con invitación y confirmación de los propietarios del edificio. Llegada la noche las luces a colores daban una “Party-señal” que se dibujaba en el cielo. Y todos los mortales habitantes  de la ciudad Gótica-Gris-Limeña la veían desde sus hogares, sintiéndose excluidos >DolceVita

Estaba deprimido aquel día que me invito Laura y  no me "producí"  mucho que digamos, no me puse gel en el cabello, estuve solo medio minuto frente al espejo cepillandome los dientes [ya esta]. Llegue al edificio, el de seguridad me pregunto mil cosas, inclusive sentí la sensación que pasaba por migraciones con detector de metales incluido. Finalmente entre, todo era  light. Me di con la sorpresa que había gente que conocía de vista y otros pocos con lo que dirigía la palabra, encontré amigos lejanos que no salude, pero igual se acercaban con cierto grado de alcohol encima. Laura llegó con su amiga Sofia, la anfitriona, una rubia muy tierna y con coeficiente intelectual quizas un poco por debajo del promedio. Tuve una conversación nice-polite-hueca con ella. Sus anécdotas con una tal Francesca eran hilarantes y llenas de pies descalzos luego de un tono en Aura. Todo bien hasta que medí cuenta que los litros de pisco sour en mi organismo superaban a los litros de sangre. Y al parecer las venas de mis pies se enredaron. Me agote muy rápido, el sudor frió se hizo el mejor amigo de mi camisa. Deben saber que hace como un año que no tomo ni fumo por un tema de salud. Ahora que estoy algo mejor,  asimilar mi vida de antes (mucho antes de esa pausa etílica), no iba a ser fácil. Poco a poco he ido cogiendo el gusto por lo toxico nuevamente hasta poder adaptarme por completo, pero no lo logre...

Sofía reconoció el sonido que hace mi cabeza al chocar con el piso o algo así que acudió a mí . Enseguida al verme a la deriva o algo hipocondríaco, amablemente me ofreció su departamento para recostarme un rato de ese lapsus que no debería superar la media hora en la que podría volver a unirme a su fiesta. No eran ni las 8pm cuando baje al 6to piso del edificio de tan solo 12. Y me recibió en la puerta una llave que no funcionaba. Intente todos los trucos conocidos. Hasta soplar el picaporte. Nada funciono. El mareo hacia del pasillo un bote en altamar así que no resistí y me recosté de espalda sentado a la puerta y esta se abrió como burlándose de mí. Me reí tanto de mí. Entré y cerré la puerta, busque un nido donde empollarme hasta que me recupere (Que La fuerza me acompañe). Mis brazos se prestaron las paredes para poder caminar sosteniéndome de algo. Sin darme cuenta me apoye en algo así como una pared falsa, que en realidad era una puerta semi abierta y caí dentro de la habitación sobre una cama, y una voz me empujo la cara, diciéndome:  “Me aplastas las piernas”.

La dueña de esa voz serena y engreída, era una especie de criatura petite, sus ojos podrían ser suficientes. Se llamaba Francesca. Mi cabeza no podía mas pero ella seguía hablando: “Sofí es mi patasa, ahorita debe estar odiándome completa por quedarme dormida en su fiesta”. “Ayer ya tuve mucho excesos, hoy estoy flat”.  La escuchaba y quería darme la oportunidad de no pensar en ella como una máquina de deseo efervescente. Sus ojos verdes muertos en la oscuridad del rimel bastaba verlos para detectar rastros de crímenes sexuales. Bastaba escuchar una y otra vez esa voz para entablar una oración pidiendo pecar sin concebir. Esa conversación en la cama con ella parecía el inicio del fin, estamos previando.

No tardo o no tardamos mucho en manifestar nuestro animal nature. No haré argumentos. Paso lo que tuvo que pasar cuando dos cuerpos sobre una cama causan un corto circuito en el recato, el juicio y la cordura.  Dos completos extraños, sincronizados como un buen reloj suizo, donde cada pulsación estaba dictada por una mecánica detonación de TNT en ese espacio cubico.  Le arranqué el vestido lleno de glitter que se despilfarro haciendo un ruido en slow motion. Sus labios torturaban los míos haciéndome confesar mi delito, su sabor era a fruta fresca. Las lenguas se extraviaban en gargantas profundas, jugando como dos niños que pedían helados con cereza, lamiendo la fruta, limpiando nuestros labios con besos. Yo siempre he dicho que mi cama no es un parque de diversiones, nadie puede venir a hacer chistes ni hacerse el guasón. Sin embargo aquello era un carrusel que daba vueltas y de paso también le daba vuelta. Subia y bajaba, como caballo sobre ella. Su ruleta rusa estuvo a punto de sacarme varias balas, pero aun no era tiempo del golpe letal. Mis piernas eran toboganes que la deslizaron hasta una piscina llena solo de dos pelotas. Sus ojos podían causarme vértigo de altura en esa montaña que armamos sobre aquel colchón, cuajando su cuerpo al mío pude entender porque lo prohibido era tan rico…prohibido?...

El tiempo hizo lo suyo. Detuvimos la pasión, expulsando la culpa al mismo tiempo. Ahora si! era hora de conocernos, y surgieron las revelaciones. Francesca era joven, atractiva, sagitariana, me consta. Tenía mi edad, mi signo zodiacal, mi elixir en su ser, mi palabra, mi atención, mi interés  y sobretodo tenia esposo con anillo en dedo... No mentira, pero convivía con su novio por muchos años, bueno ex-novia segun afirma ella, pues hace semanas que no se hablaban...y parece el fin de su ex relacion. #BitchPlease.

Su confesión era digna de un número de aves marías y padres nuestros de castigo semejante a los años luz de duración.  Oh padre, he pecado. Pero ella más que yo. Yo por dejarme llevar por el vino y ella por la carne. Me sentí usado. Esta confesión la hizo minutos después de despedirme de ella. Y no lo hizo frente a frente sino que espero que yo me fuera a mi casa para mandarme un mensaje de texto porque le di mi numero y ella el suyo (por que lo hice?). Pensamos cuando estábamos en esa cama en el depa de Sofía que un polvo de fiesta de domingo podria convertirse en algo mas involucrado? Algo asi como la primera cuota para la firma de un TLC (Tratado de Libre Cafe Sex.)

Al día siguiente empecé a recordar all the things she said: una por una: Francesca me hablaba sobre  la siguiente semana...  “Laura, me propuso trabajar con ella por una semana como apoyo en el área de presupuestos”, “Yo trabajo allí” le dije, “Entonces te veré la próxima semana” dijo ella. “Así parece” le respondi. Era necesario volver a verla? Esto me olía a una vieja historia que se niega llegar al punto final.

El lunes (contraataca) llegó casi inmediato.  Dicho y hecho, ella estaba en la oficina laborando en la oficina de Laura en unos pitillos de infarto. Antes de que Laura llegara, conversamos sobre el issue del esposo. Ofreció las disculpas del caso, y afirmó con signos de exclamación “¡Estamos en un momento difícil de la convivencia, y hemos decidido darnos tiempo!”. Quizá para ella el significado de ese "acuerdo", era que cada uno podría salir con otra persona mientras la situación se regulariza…

Al segundo día (martes fue peor), su mirada tenía un brillo vampírico, y sus dientes filudos estaban listos para clavarse en mi cuello. Cuando yo estaba en el primer piso sacando copias, ella me mandaba sms a mi móvil, con señales de humo candente. A las cuales trataba yo de ponerle oídos sordos, pero todo esfuerzo era imposible. Admito que me gustaba la idea de morder esa manzana ya mordida y prohibida. 

(Miércoles #BreakMyHeart) Al tercer día baje del taxi y visualice una cortina de humo en la entrada de la empresa. Mi ojos hicieron dos manos en el aire y separaron el humo para dar paso al renacimiento mismo. Ella vestía de negro, gafas oscuras , cabello ensortijado. Y como si mis ojos se trataran de una filmadora ella actuó, sacándose los lentes a lo diva retro, movió su cabello como spot publicitario y la descubrí, la Venus renacía en pleno siglo XXI una vez más.

Al cuarto día (jueves, no me importa) llegue y la vi en la entrada, fumaba el cigarro como si se tratara de una profesión, en aros, en corazones, en flechas, en espadas, en cortina, en cascada, en leña a fuego lento dentro de una chimenea sexual; su boca estrambóticamente deliciosa emana esos síntomas dignos de un cáncer a los bronquios. Destilaba el perfume todo el camino hasta mi nariz. Y sus ojos, no eran ojos. Era la entrada a la lujuria en su estado más puro y bruto. Acabó el cigarro y a continuación dejo caer la colilla,  desintegró  hasta el último añico del tabaco bajo sus esbeltos zapatitos de tacón. Como una Penélope, tenía un bolso de piel marrón y meneando el abanico.  Permaneció sentada en la estación. Y definitivamente yo detuve mi reloj en esa tarde de verano.

Al quinto día (viernesFriday I'm not in love), los mensajes de texto eran mutuos. Llenos de propósitos e intenciones rojas.  “Que más da si están peleados y hacen de su vida cada uno lo que quiere” pensé yo. Pensé mal. Desde ese instante el hecho de estar cerca a ella era como ser un drug dealer, mirando a todos lados, cuidándome de que nadie viera la mercadería entregada: "besos clandestinos en el boudoir…" 

Al sexto día (sábado de fiebre por la noche), la cita era en su departamento de soltera. Un edificio cerca al de Sofia. Mientras el taxi me llevaba a la boca de la loba, mi pecho tenía los días contados. Los nervios enredaban mis dedos. Era un crimen, una fechoría ir a ese lugar pero la voluntad me desamparo esa tarde. No quería detener este tren, Dostoyevsky lo hubiera entendido mejor; y sin castigo.

Llegue al depa. Me vi desde arriba como un lector leyendo escenas dignas de Madame Bovary. Entré al edificio luego al depa, me recibió con una taza de té violeta y yo lleve un croissant de La Folie cafe. Noté que en una esquina había casi esperando un Dom Pérignon y supuse que habría consecuencias si bebíamos ese oro liquido.  Al intercambio de palabras le sumamos intercambio de saliva, y si lo multiplicamos por una cama al cuadrado por dos individuos entre una relación prohibida y le restábamos un ex novio ausente, el resultado es un sexo a la séptima potencia. Retomamos la conversación, una totalmente efímera, hueca sin profundidades marinas ni nada. Me sentí incomodo, ya no había cosas que decir o hacer...lo hicimos todo de nuevo. 

Pero me queda claro final esta vez, entonces: ¿Como hago una retirada limpia pero airosa? finalmente entendí porque lo del "café" era necesario decirse en este tipo de situaciones, en la que sabes que tienes que salir huyendo pero sin que sea obvio.

El verano ya había acabado oficialmente al igual que el juego sin reglas en el que estamos sumergidos. A los días caducó su divertida separación conyugal, como era de suponerse él volvió a la casa de ella y felices por siempre.  Mis planes de pascua, uno de los muchos con ella se fueron a la papelera de reciclaje. Y lo sentí correcto. 

Nos mensajeamos por última vez quedando como amigos. Antes de despedirme pasaron por mis ojos (como cuando dicen que si uno muere ve su vida en milisegundos) Pues yo vi a la pelirroja de fabiola con su novio en algún lugar de la residencial vecina. A Marisol con su novio a punto de dar el siguiente paso. A rose con su esposo rodeándolo de pétalos en una luna de miel macabra. A Helena con su novio en Madrid living la vida loca y olé!. A July y sus hombres en un banquete donde ella era el platillo principal. Vislumbre también a Georgina feliz con su ex que ahora es su novio donde Europa sirvió de antídoto para ese veneno llamado venganza que había succionado todo su ser. Y finalmente me vi a mí, frente a mi futura séptima taza de café, que también tenia novio  y yo :#ElNovioDeNadie

“Lo sé, es bueno que tu relación este bien. Ser amigos es una idea que nunca se descarta y a mi particularmente me suena bien, ¿A ti?”… le pregunte.  “Claro” me dijo Francesca. Y finalmente le dije…  “Bueno tengo que seguir trabajando te dejo un abrazo, cuando vengas de viaje no se vamos a conversar, comer helado o “TE INVITO UN CAFÉ”. Fueron mis palabras de aprendiz que aprendio la leccion : existen dos tipos de cafe, aquel que se invita para desahacerte de alguien, y aquel que se invita para volverlo a ver, a mi me toco la primera siempre. Pero ya no, ahora invite. El velorio del café  se había terminado. Todas esas tazas frías de cafeína se  marchitaron pronto. De ahora en adelante seré devoto al té verde, light & fresh. 

La piel muda, el cabello cae y la cara se arruga; la gravedad no perdona a nadie. Llegado el momento, mirar hacia atrás es el único consuelo para algunos, sonreír de costado en señal de “La pase bien”.   Reconozco que el café tiene su propia historia, es sabio y me incluyo en su desenlace. La lección (finalmente puedo decirlo tomándome hasta la última gota descafeinada) esta aprendida.  Y aunque es verdad que pueda recaer, he vuelto al té. Solo espero que no se convierta en una adicción. Equilibrio es la palabra. Ni muy mojigato ni muy pecador.  Así que con su permiso qué como el correcaminos, tengo un arduo recorrido que hacer. 

Esto es solo el fin que da inicio a otro  nuevo episodio.  Y si alguien pregunta "¿Por qué el cambio?", es porque me conoce de verdad. Y si nadie pregunta nada es porque resultó.  Son exactamente las 3.23 de la madrugada, tengo que trabajar en 4 horas. Y con el sueño acumulado de días de juerga será mejor que me vaya a dormir antes de hacerlo en la oficina, aunque bueno, eso tiene remedio. Solo es cuestión de pasar por el pasillo de la cafeteria  y preparar un delicioso, matutino, anti narcótico, verdadero y sobretodo un no-metafórico, CAFÉ. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo

FOTOGRAFÍA: DEVAN PLANTAMURA

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domingo, 1 de abril de 2012

CRÓNICAS DEL CAFE : EPISODIO VI :: LA VENGANZA DE LOS EX'S


Año nuevo, vida nueva y vida pasada acosando a los meses recién nacidos. Asi te opongas, cuando crees que se te acabaron las “primeras veces”, las fuerzas del universo te tiene preparado una secuencia de cosas que quizás a muchos otros ya no nos sorprenden. Es el circulo de la vida, que le da a las narices algo que huele a nuevo, recién envuelto y con la etiqueta por cortar. Pero lo extraño es que viene gratis, sin costo de envió sin repartidor por lo cual no das propinas, libre de impuestos. Viene y lo tomas, porque no cuesta nada tomarlo. pues bien, sepan siempre que nada es gratis en este mundo; y sí lo és, nunca recibes nada bueno. Es la primera vez que me sucede, la vez que me convertí en una especie de "plato que se come frió".

Aquella noche quedó, sin duda,  mordida en mi lengua dejándome una cicatriz incurable que me impedirá decir "si" mas seguido, enredara a mis cuerdas vocales para producirme sinsabores en mis papilas gustativas recordándome lo que debo o no decir. Pero somos jóvenes, salvajes y libres, nunca decimos NO a lo desconocido y peligrosamente atractivo. El fin de año siempre tiene algo que mostrarnos en sus viajes interminables, o si prefieres quedarte en la capital, “la fiesta” a la que acudas puede ser aquella gitana que jugara tu fortuna por el resto de meses con olor a incertidumbre. Un amigo me regalo una entrada para una fiesta, y era lo único improvisado y cercano que tenia , y no tenía nada que perder. Pero esta fiestita no era lo que tenia planeado.

Todo empezó con mis planes de año nuevo totalmente arrasados por los ecos de un “NO” que todos  mis supuestos mejores amigos empezaron a corear un par de días después de navidad. Mi plan original siempre fue viajar a Montañitas #WildOnBeach, un viaje que cancele el año anterior porque estuve viviendo en Manhattan. Mis amigos me tenian preparado el viaje para recibir el 2012, el plan de consolación era que volverían a ir pero conmigo. No pasaron ni dos semanas y una de ellas cancelo horrible a mi otro amigo  y a mí porque se iba a algún punto del Caribe a hacer “obra de caridad”.  Y este otro amigo simplemente no aceptaba dobles y se marcho a Cusco con algunos de sus amigos de la universidad.  Malas personas. Me quede planless.

Y abracadabra nada por aquí, nada por allá, cero absoluto.Me sentí como un edificio abandonado, mientras un Caterpillar con cara de malo dibujada en el motor, demolía mis columnas dejándome en escombros, los cuales fueron reciclados y reutilizados por un tercer amigo que de buena gana quería ayudarme a retomar la fé en las fiestas de año nuevo improvisadas y sin pensarlo dos veces le dije “OK, vamos” y acepte la invitación.

La noche llegó, el día uno esta a solo unas cuantas horas de la cuenta regresiva. Me envolví en una especie de grises y negros. El 31 estábamos en la casa del fulano que organizaba todo. Desde que puse un pie dentro no recuerdo que paso, ahí, en la fiesta de “solteros”. Pero tengo flashbacks que cada vez que intento hacer memoria, vuelven a mí pedazos de esa noche, con versiones 2.0 y remixes, cada una peor que la anterior.

11:59 p.m. (año viejo)

Darío y sus amigos, me trajeron una cesta de uvas. Yo solo cogí un chupetin colorado y lo vertí en la copa de champan. Llegaron las 11:59:50 hora del "countdown". Todos los deseos que había pedido en todos los meses anteriores, uno a uno fueron olvidado en ese momento. Lo único que pedí fue " Todo lo que me olvidado, deseo todo lo que me he olvidado!".

(año nuevo)

00:23 a.m.

Ya habían pasado las doce en punto. Y mi mano estaba convertida en una copa de champan y la otra en un cigarro, mis inseparables ladies de toda la noche. Me movía de un lado al otro como ratón blanco en laberinto de laboratorio, como si estuvieran haciendo un experimento conmigo. Y en cada parada había un test. Conocía la gente más  forastera e insólita.


01:09 a.m.

Me toca conocer mujeres guapas llenas de serpentina en el pelo y vasos tamaño jumbo de cerveza o chilcanos. Los hombres eran otro tema, todos en camisas gritando y saltando en circunferencias que no admitían a nadie que no sea del gremio. En mi travesía por la pista de baile me topaba con amigos conocidos y con todos corrí una suerte de 10 minutos actualizando datos, intercambiando números en el Smartphone y haciendo planes que jamás se cumplirían. 

01:57 a.m.
Luego de vaciar mi copa una vez más tuve que hacer el arduo esfuerzo de esquivar como obstáculos en video juegos a la personas para llegar a la barra donde los mozos te chorreaban el trago como manguera. Pedí otra copa de champan. La de mi costado pidió lo mismo, se llamaba Nicole, una chica guapa conversadora pero sobretodo sexy.  Tenía los labios con kilos de rouge y los ojos de mapache. Vestida de negro y como accesorio de la temporada  tenía a su mejor amiga. Los tres, gracias a que el alcohol convierte a la gente en tu prójimo nos reíamos de la situación de la fiesta de solteros, de cómo fulano de tal se besaba con fulana de tal y como la gente cedía al deseo cachondo sin discriminar. El baño era otra fiesta aparte, el olor a hierba se escurría por debajo de las puertas, en el jardín las personas enlodaban no solo sus stilettos y zapatos sino también su dignidad. Las intrigas jugaban un rol aparte como telón de fondo dibujaban comentarios entre ellos.


02:41 a.m.

En plena flor de excesos me tope con varias caras que preferiría no pintar en mi memoria. Esquivando saludos hipócritas, se convertía en un deporte. Y entonces las dos chicas y yo jugamos a contarnos secretos. Yo tenía muchos de donde escoger pero mantuve un perfil bajo. Una, me contaba que su ex era una pendeja mala persona que la tenía en ultimatum. La otra me contó una historia bastante melodramática sobre su amiga Georgina.


03:00 a.m.

"Georgina no tenía un novio, pero era muy feliz siendo amiga de su ex. Un buen día resulto ser el día del cumple de este chico…Mariano, al cual la historia terminaría llamándolo Marianito. Ella le preparó una fiesta de cumpleaños sorpresa con todas las de la ley. Había comprado tortas que a simple vista tenían esencia de lúcuma y de haber podido ella habría salido bailando sensualona y en calzon del pastel. Georgina era despreocupada por el drama, vivía sin problema, buena, sana, un poco algo panfila… pero buena al fin de cuentas.  Había gastado cerca de 300 dólares exagerando un poco en el catering, pie de limón, tartaleta de fresa, empanadas de tamaño tipo para un camionero, cientos de alfajores miniatura que vestían de polvo blanco dulce en los labios y globos inflados con gas helio besando el techo del depa. Vinos semi-secos, whiskey black label también había por ahí un par de baileys que nadie abrió en toda la noche y cantidades industriales de cervezas. Sin mencionar un viaje a París pagado por ella para llevar a Mariano a rozar con los residentes europeos y quizás, el viaje de su vida. 


03:25 a.m.

Estaba escrito en la biblia seguramente lo que iba a suceder. Georgina estaba entusiasmada, y no pudo más y lo vomito todo. Ella quería reconquistar a Mariano como dé lugar. Ella estaba recontra falling in love de él pero Mariano de ella jamás. Él le lanzaba sus redes siempre sin carnada y todos los peces de Georgina terminaban pescados.  Aquella noche ella había batido records con su master card en la fiesta sorpresa para él. Pero la sorpresa se la llevo ella cuando llego Mariano. Todos pagaron las luces y se escondieron, era un departamento en el segundo piso. La gente se asomaba por las ventanas tras las cortinas, Georgina se agacho tras el sillon esperando a su amado. El viaje a Paris era al día siguiente, así que esa noche tenía que ser memorable, y lo fue…

Se escribirán historias sobre lo que paso. Marianito bajo del auto, y del copiloto bajo una rubia despampanante en un vestido strapless, en tacos altos y el cabello despeinado. Se levantaba el pecho porque el vestido se le venía abajo como aluvión y las pantis bueno estaban algo más que huecas.  Y entonces sucedió lo previsible, Marianito se besó asfixiantemente con la rubia frente a los quince espectadores que se escondían tras las cortinas del depa con la palabra “sorpresa” atorada en la garganta. La rubia se marchó y Marianito subió como un campeón al depa de su amigo (el cual le prestó su casa a Georgina para la sorpresa). Marianito asumió que la fiesta la preparaba su amigo y en las escaleras se encuentra con Georgina........................... La quijada se le cayó hasta el subsuelo y ella a él ni lo miro continuo bajando y se fue. Marianito quedo como un patán, cuando Georgina minutos antes de la sorpresa les confesó a los invitados que ella y Marianito estaban intentándolo  nuevamente y el viaje a Paris seria la oportunidad que ella esperaba… Se dice que desde esa noche Georgina se volvió menos sonsa y mas suspicaz, mas usura, alerta, desconfiada y pendeja. Dejo de ser sana para ser perversa y cariñosamente vengativa."  Que tal chisme.

03:53 a.m.

Entre otras historias esa es la única que recuerdo. Luego de enrolar varios papeles y con las neuronas borrachas me levante de la silla. Y seguí deambulando por la fiesta de solteritos. El primer día del año era testigo secretario de la lujuria que corría en esa pista donde arde el baile y no solo ahí; los baños, las habitaciones de los pisos altos,  había harto material para un reality show pero sin cámaras ni panelistas. Todos sacándose la vuelta con todos. Mucha basura soltera junta. Eso pensé hasta que me encontré con la “chica enlutada”, en un little black dress, llevaba puesto un insinuante escote V que no dejaba nada a la imaginación. Zapatos con brillos y los ojos también. Cabello cuidadosamente despeinado por los excesos o por el baile.

04:15 a.m.

La chica enlutada se me hacia familiar, su nombre me lo dijo definitivamente, pero mi boca tenía superávit de tufo alcohólico y mi frente un termómetro con la capacidad llena. Solo recuerdo su voz decadente e inescrupulosa. Me hablaba y hablaba pero simplemente yo entendía lo quería entender. La fiesta de solteritos estaba en su punto máximo de decadencia humana y para no desentonar ante tanta falsedad y excitación le hice una propuesta indecente y ella no dudo. Tonteamos un rato intentando hablar pero era inútil no queríamos hablar solo actuar.  Hasta que me tomo de la mano y  subimos hasta el segundo piso de la casa. 

04:25 a.m.

Entramos a una habitación pero no estaba totalmente vacía; tenía al dueño en pleno enganche con otra persona y nos dijo: "Bajen carajo! la fiesta es abajo". Cerramos la puerta y golpeamos el piso fingiendo la  onomatopeya de que bajábamos las escaleras, pero en realidad corrimos hacia una especie de cuarto lavandería que tenía el piso hundido. Y convertimos la ropa sucia en una tontería en comparación de nuestras prendas que descendían a la vez todas juntas, en desesperación, en cautela de no ser descubiertos. Hicimos de los espacios manchas difíciles de sacar. Había una ventana que daba al jardín ya casi no había vida humana solo esperpentos y trozos de animales que copulaban entre ellos sin respeto. Ella mientras tanto insistía en humedecerse, sus labios mordían los míos convirtiéndolos en goma de mascar que ella reventaba a su gusto, su cuerpo encendió todos los pirotécnicos cohetecillos  y fuegos artificiales del año nuevo, aunque ya fueran las primeras horas de la madrugada del primero de enero. ¡Qué doce uvas ni que ocho cuartos! ¡No hay maratón a la manzana con maletas que valga! La mejor cábala era esa: La lavandería, sus piernas en pose de 180 grados y mi ángulo recto. Me comí sus doce recovecos sensibles y recorrí cada uno de los centímetros cuadrados de piel que conforman su espalda. Sus ojos me desafiaban y me daban órdenes que yo descifraba en una mirada lasciva y  lujuria extrema.

04: 41 a.m.

Justo antes de que empezara la mejor parte, poco a poco su expresión de fiera de la jungla fue cambiando al de un cachorro indefenso, en sus ojos empezaron a fluir ríos negros por el rímel, y su boca se volvió hermética al igual que sus piernas. Y desde el fondo de su cartera saco su teléfono y leyó un mensaje. Empezó a recolectar y buscar en la oscuridad del pequeño lugar sus prendas. “No puedo” “En verdad lo siento” decía.  Nos vestimos y trate de ser afable y benévolo. “Cuéntame” le dije. 

05:01 a.m.

Y después de 20 minutos me arrepentí de mis palabras. Entre lágrimas de cocodrilo promiscuo me contaba que se sentía mal de haberse convertido en la persona que era. Ella tenía novio y estaban peleados esa noche por culpa de una rubia. Llegó a la fiesta en busca de los hombros de sus amigas para que estos se conviertan en su columna vertebral por un momento porque no podía mas estar en pie. El mensaje decía “lo siento, te amo”. Ella no pudo ignorarlo y por eso detuvo la contienda entre nosotros. Le puse cara de intriga y le metí algo de leña a ese fuego “Ósea yo que soy?” “¿La venganza perfecta?”… me reí, y me miro con cara de monja, me dijo: “Lo quiero demasiado, pero igual hice lo que hice porque me gustaste”. “Fue mi primer enamorado, luego mi ex, luego mi amigo, luego la luche hard, para que volviéramos, nos fuimos de viaje y la hice. No puedo aventar por la borda algo que me costo” me dijo la hueca. 

05:21 a.m.

Ya pensaba mas de la cuenta, trate de animarla con pompones y todo, o al menos sentirme menso incomodo: “Pero no dices que se pelearon malaso por una chica” le respondí. “Si pero ósea no soy celosa, solo que a esa tipa ya la había visto antes, quizás mal interprete las cosas muy rápido”. Oh dios, llevatela por HUECA y cojuda reloaded.Pero al final me la lleve yo...

05: 41 a.m.

Se retoco el maquillaje y el cabello lo peino velozmente. Como fue una cábala para mi, trate de amenizarla un toque, le hice bromas, sobre ex’s que engañan a sus ex’s. “Sí ambos se quieren deberían intentarlo”. Se divirtió conmigo en esos escasos 20 minutos post fornicación. 

05:55 a.m.

Y se despidió de mí casi de prisa porque el novio que antes era su amigo y antes de eso era su ex, la esperaba abajo.  Cuando salió del cuartito donde estábamos me dijo “Nos veamos luego, yo también conozco a Nicole, te vi hablando con ella en la fiesta fácil un día vamos… no se… a juerguear o, a tomar un -wait for it-   CAFE!”…Cerró la puerta y me dejo en medio de las penumbras del detergente y calcetines de la lavandería. Parecía un ángel… pero era el diablo disfrazado. Y esto lo recordare por  el resto de los 364 días restantes. El tema del café nuevamente quiere desvelarme. Me quedo claro que lo que hagas la madrugada de ese día festivo marcara tu existencia por el resto del año hasta la próxima fiesta donde contaras esa anécdota y las que escuchaste como la de  “Marianito”. 

Good morning sunshine... 06:00 a.m.

Tiene mucha lógica lo que me paso en la fiesta de año nuevo cuando recibí el aun fresco 2012. Pero si hubo algo mas thriller que la invitación al café, fue que a los mini segundos ella regreso, abrió la puerta de la lavandería de la casa de la fiesta y me dijo “Ah! búscame en facebook, me llamo Georgina” Tic Toc Tic Toc Zzzz..... 
#G
Anoche, Gercar lo dijo

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