jueves, 31 de enero de 2013

MCTHRILLER, ME ENCANTA



Esta es una historia real. Le sucedió a la amiga de una amiga. Todo comenzó cuando Christina, repentinamente, terminó con quien, hasta ese entonces, pensó sería su futuro marido hasta que la muerte, la trampa y la quiebra los separe.  Ella cayó y de su depresión ahí abajo nadie la levanto.
Exageraba obviamente, parecía que puso cemento y agua en sus rodillas que suplicaban ser despegadas del suelo. Esta separación le afecto mas de lo que ella calculó.

Pobre mujer, pobre orgullo, pobre amor. Yo no conozco la historia de su tórrido romance, ni los inicios, ni los desenlaces. Lo que si sé es la versión de Christina después de superar esta decepción.

Consiguió un trabajo y una mejor amiga. Comenzó a despertar su lado más femenino y alimentar un hambre que ella desconocía. Dicen que el hombre descendió del mono, la mujer desciende del hombre mientras lo provoca con besos de sabor a labial rojo.

Ella cambio. Bajo de peso y tiñó sus cabellos al azabache más hermoso. Su ropa paso de ser inadvertida a un chic coqueto. Sus piernas tomaron formas de tijeras que cortaban miradas mientras pasaba; largas, esbeltas y bronceadas.  La actitud hizo posesión de su cuerpo inerte, y se volvió diabla. 

Sus noches se convirtieron en una dosis por día. Sus vestidos fueron disminuyen centímetros de la rodilla para arriba. Ya no usaba ropa interior. Aprendió a decir “si” a cualquier propuesta divertida y anuló su etapa de romanticismo. Adiós preppy girl.

En su oficina fue el look que todas querían imitar. Sus carteras de pieles y reptiles eran la sensación entre las rucas que solo conocían marcas locales y baratas. La hora del almuerzo era un espectáculo verla caminar de puntitas con solo un pequeño plato de ensaladas: almendras, nueces, lechugas, tomates entre otros, envueltos bajo la sal y pimienta. El tenedor se excitaba de tan solo rozar sus labios húmedos del aliño.

Ella siempre fue bonita, pero descuidada. su metamorfosis no paso desapercibida porque todos la adoraban. Ella tiene carisma. Y su estilo se volvió un icono, esos que mientras unos aman otros inevitablemente odian. No cabe duda que una decepción amoroso puede ser la puerta para iniciar un cambio que quizás no tiene vuelta atrás si te dejas que te defina.

La historia puede que comience recién ahora. cuando su mejor amiga del trabajo se encuentra con ella en la maquina de café. 

- Te he dicho que no te pongas esa blusa, te hace ver gorda y es horrenda-  Así es Christina ahora, una persona que no perdonaba crímenes de moda y tiene una actitud de perra. Su amiga le respondió: 

- Ay Christina no seas vanidosa. Me duele la cabeza, hace tres días que no como nada más que barras de cereal y leche descremada, estoy aburrida. 

- Tu crees que a mi me encanta privarme para disminuir el cinturón cada mes, ajustando un nuevo agujero. Me muero por comer pastas, pizzas, grasas y, sobre todo: papas fritas de Mcdonalds. Pero la belleza cuesta.

- No me hables papas fritas, ayer tuve que fingir que estaba llena cuando mi hermano trajo comida de ahí. Pero hoy podría hacer una excepción. Se me antoja una ensalada de Mc Mcdonalds

- No estarás hablando en serio, luego de tus pesadillas con hamburguesas gigantes persiguiéndote, no creo que después de tan arduo camino quieras comer grasas ricas en tallas L y XL.

- Dije que se me antoja una ensalada Cesar de Mcdonalds y solo la consigues en Mcdonalds, me acompañas?”

- Bueno, vamos. 

Caminaban y conversaban, ambas sonriendo y hablando de cosas de chicas. Coordinando el pie izquierdo después del derecho. Marchaban a paso lento. Llegaron al local del fast food e hicieron la cola para comprar. 

Sonó el celular.

- Oh no, es mi jefe. Me está llamando varias veces, no me había dado cuenta porque estaba en  modo silencio, tengo que volver. 

- Acabamos de llegar y yo ya ordené- Dijo Christina algo alterada. 

- Almuerza yo vuelvo en un rato.

- Bueno, ve.

Christina ordenó una ensalada y como ya estaba en un lugar de tentación para su dieta, decidió comprar una porción de papas. Cogió un par de servilleta y subió al segundo piso del local. 

Tomo asiento junto a las ventanas grandes y cortaba el pollo y las verduras con una paciencia envidiable en un mundo que se mueve a la velocidad de la luz.  El chico de la mesa del frente hablaba por teléfono en voz muy alta y la distraía, entonces ella uso su teléfono para mirar sus mensajes y abstraerse del exterior.

Miraba por la ventana, la gente se consumía entre sí misma, apresurados, lentos, contentos, serios, todos caminaban no había nadie quieto. Los buses pasaban por encima de todos, y todos por encima de los buses. El parque estaba lleno de globos. Los globos llenos de niños, los niños llenos de padres, los padres llenos de hijos. Era la hora del almuerzo en Lima, una gran migaja de pan llena de hormigas trabajadoras y explotadas.

Cuando Christina casi terminaba de comer, levantó la mirada y se percató que el chico que hablaba por teléfono detuvo su mirada en la de ella. Ambos tenían el bocado en la mano esperando y se miraban sin vergüenza alguna. La Christina de antes hubiera ignorado esa insinuación y se habría marchado. 

Ella soltó el tenedor, se limpio el aliño con la servilleta puso todo encima del plato, se puso de pie y se dirigió al baño pasando por el lado del chico misterioso. Ya dentro de los servicios, se lavó las manos y la cara, al levantar la mirada se miró al espejo y encontró otro reflejo ademas del suyo.  Y él entro, el chico del teléfono sin el teléfono. Había esperado que todos se marcharan del baño. Él había entrado detrás de ella y por ella.  Christina se sorprendió, sabia que no estaba bien lo que sucedía, pero no grito. El chico tenia la cabeza rapado y era muy guapo. El lunar en la mejilla lo hacía peculiar y fácil de recordar. Se metió en un cubilo como si fuera el baño de hombres.

Todo quedó en suspenso, como un thriller. ¿Es seguro? ¿Y si me hace daño? Hubo cierto peligro en el aire pero a ella le encantaba la idea de romper una regla o dos.

Christina no lo pensó demasiado, corrió hacia el cubilo y sin dudarlo, cerró la puerta y lo besó. El hombre extraño la cogió entre sus suaves brazos, sus manos calculaban unos 25 años no mas, y ella solo 24.

Intercambiaron ADN sin ni siquiera saber el nombre del otro. Siguieron así hasta que el morbo asomo sus garras, y le arranco la blusa y ella a él le partió la camisa. La mano de él resbaló hasta los orígenes de la humanidad, y las manos de ella escalaron hacia el pico más elevado.  No hubo tiempo de extremos pero los excesos se escurrían entre sus caderas ambos querían quitarse la ropa pero no funciona así. Llegaron a un acuerdo sin ni siquiera hablar. Era una película muda para ellos. Él tenia un mejor plan para terminar lo empezado. (¿Hay algo mejor que eso? Para mi es perfecto).

Pasó la tormenta y se vistieron nuevamente. Ella salió algo nerviosa y cuidadosa de que nadie se haya percató de tremenda escena en el baño de Mcdonalds. Bajo la escaleras y se detuvo en la puerta tratando de arreglar el cabello que él desordeno segundos antes.

Christina comenzó a dudar. Esperarlo o no. Él le dijo "Espérame en la entrada". Pero ella ya no estaba tan segura. Es mejor huir con una historia interesante o convertir el final en un desastre...

Ella se percató que él comenzaba a bajar al primer piso, y tomó una decisión: huyo. Christina se fue sin mirar atrás, sonriendo por la travesura y sabiendo que es mejor dejarlo con ganas de mas. Él no pudo siquiera preguntarle su nombre su número.

Ella tomó un taxi y desde la ventana del vehículo amarillo y los espejos retrovisores, vio como el extraño calvo y guapo la buscaba con la mirada. 

Es una historia real, le sucedió a la amiga de una amiga, Christina, que ahora padece de conductas sexuales y atracciones fatales con desconocidos en lugares publico y arriesgados que no puede controlar. Y jamas pero jamas se imaginó que habían cosas más ricas que las papas fritas en Mcdonalds.


#Gercarlodijo

domingo, 27 de enero de 2013

8VA PARADA :: CHARLAS Y LA FABRICA DE ILUSIONES - ILLUSIONS TOUR


Hablar con desconocidos a mí me funciona, porque es más fácil contarle a un extraño muchas cosas que no te atreves a contarles a tus amigos, o tu familia. Pues esa persona que nos escucha o lee no te va a juzgar pues no tiene antecedentes de ti para hacerlo. Por eso confié prácticamente el 95% de mis secretos a Maufer. Porque él se comporto como un hermano en aquellos años en que no tenía a nadie a quien contar, y nuestras mentes fabricando charlas interesantes era lo mas divertido que tenia. 

Fue en el 2008 en que la universidad tenía otro sentido para mí. Yo regresaba de USA con la mente totalmente abierta, a Maufer lo conocí en el 2007 por equivocación, una oportuna equivocación. Me agrego al Messenger. Y a pesar de que yo lo odie porque  no me gustaba conversar con desconocidos, este pata se gano mi confianza rápidamente solo charlando, quizás porque nuestras historias eran muy parecidas, igual de dolorosas.

Yo tenía la cancha clara, no mas ilusiones tontas que empolven mi cabeza. En mi cerebro la ciencia hizo avances tecnológicos. Pase de inocente a estar alerta, a defenderme, o peor, a estar a la defensiva “No mas niñito bueno y cojudo”. Ahora si alguien pretende gustarme pasara ciento y un filtros.  Pero bien saben todos que las reglas que uno mismo se impone se vienen abajo cuando una mirada de aquella persona te deja en ridículo frente a tus propias promesas, e inevitablemente rompemos nuestras mismas reglas, inconscientemente o bien conscientes.

Esos ojos chiquitos con un área sobre-poblada de pestañas, toda esa perfección visual bajo un techo lleno de rulos salvajes para indefensos. Capaces de atacar con solo mirarlos, eran sexys. Rulero era sexy, fue atracción pura sin filtros, sin restricciones, no había ningún letrero de peligro pero tuve la sensación de poner mi vida en riesgo cada vez que su mirada impactaba con la mía y era tan fuerte que yo la esquivaba.

Y apuesto all in a que no soy el único que ha pasado por esto, porque cada vez que tus ojos hacen falso contacto con otros ojos que parecen que se reflejan mutuamente, nos hacemos la misma pregunta “¿Me está mirando o me está diciendo con la mirada “porque me miras”? y lo peor es que queremos una respuesta, y la única forma es esperar. Esperar a conocerse, o esperar que un meteorito caiga del cielo destruya a todo ser viviente siendo solos dos personas los únicos sobrevivientes y recién poder atrevernos a hablarnos (Esta opción no está disponible en ninguna tienda lo siento, no seas BRRUTA).

De vuelta a casa, lo primero que hacía en aquel entonces era meterme a la laptop y después dentro de una burbuja y de ahí nadie me movía. Mis charlas clandestinas con Maufer, hora tenían un nombre o al menos un seudónimo, “Rulero”.   Protagonista de mis nuevos versos que fabricaba bajo la almohada.

--“Maufer he conocido a Rulero, y me gusta, pero solo eso un gusto ( Bitch Please)”
-- “Foto!, sin foto no podre darte mi aprobación” decía Maufer.

Yo no tenía ni foto, ni hi5, ni facebook, ni siquiera sabía el nombre solo sabía que tenía rulos, y lo peor… también sabía que era amigo de mi querida enemiga Maga, ¿Se acuerdan de ella? La bruja del instituto de verano del 2005 (Para mis información ingrese a la 5TA PARADA del ILLUSIONS TOUR) la que se hizo amiga de Gabriela la que me gustaba… pues bien Maga ingreso a la misma universidad que yo y resulta que estudia y al parecer es muy buena amiga de Rulero. Que experta en hacerse amiga de mis ilusiones y ponerlas en mi contra...

Maufer y yo teníamos estas charlas todas las noches sobre mis lamentos, yo le contaba todo, todos mis avistamientos interesantes pero mi favorito en ese momento era Rulero. Yo le hablaba a Maufer como si fuera mi subconsciente dándole explicaciones de por qué me gustaba Rulero.  Yo solo quería estar seguro esta vez antes de activar el botón “enamorarse”. Yo estrenaba mi nuevo cerebro, uno que me costó un deseo de año nuevo y bastante voluntad para poder salir de ese saco lleno de tarados y gente que se desvive por estar ilusionada.

El verano ya casi acababa, y la gente empezaba a reemplazar las sandalias y cortos por botas y jeans, casacas y chalinas. Y como la primera hoja de otoño que cae del árbol,  así de imprevista cayo su mirada frente a mis ojos después de casi un mes que no veía a Rulero por la universidad, yo pensaba que se había ido para siempre. Al volver a ver esos rulos, nuevamente mi maquina manufacturera de sentimientos diabéticos y empalagosos empezó a funcionar sus empolvados circuitos, una vez más algún tarado narrador de este cuento sin fin,  pintó en mi pupilas unos brillos de esos que recuerdan al sol. Su mirada era anónima aun no tenía ni una sola sigla de su nombre. Solo supe que aun me gustaba porque se rompió un botón de mi camisa cuando mi corazón salto sin mi permiso solo con verle.

Eran sus rulos, un narcótico que me adormecía todo. Como una selva de pelos que me perdían a propósito en un salvaje manglar. Si mirada era una fiera al acecho, y mi animal print deseaba estamparse en su piel. Subía y bajaba las escaleras y a cada lugar que yo volteaba, ahí estaba sus ojos, cubiertos camufladamente entre sus rulos, asaltaban a mano armada mi mirada. Y se creaba un imán en guerra a ver quien soportaba mas. Nos mirábamos por largo rato a ver quien cede primero, para saber a quién le pesa más la vista y se rinde ante la intimidación. Quedábamos empatados. Pero las miradas no son buenas parlantes, yo necesitaba palabras para saber si esas miradas tenían algún significado.

Aunque tonto, me encantaba eso. Habían días que lo único interesante que se podía hacer era esperar a encontrarme con rulero. Se volvió un pasatiempo, como jugar futbol o baseball. Pero yo tenía muy en claro las reglas del juego NUNCA MAS me sentiría como cachorro detrás de alguien.  Pero negarme que me encantaba, no podía. Y tampoco podía evitar mi dependencia a sus estupefacientes rulos. 

Maufer leía todo lo que yo le escribía y se reía de mi, pero deseaba que en verdad con todo el antecedente que tengo en perder la cabeza por una ilusión, que todo saliera como yo quería. Esa eran nuestras charlas de todas las noches, de eso trataba. Fabricando datos interesantes que me dieran alguna pista, ya se una mirada, o un gesto algo para descifrar si Rulero podria estar conmigo. Charlas donde fabricaba ilusiones sin fundamentos, innecesarias... 

Pero, el tiempo no tiene favoritos, poco a poco el gusto fue disminuyendo, al ver que los días pasaban y sus rulos y mis dedos jamás tuvieron contacto. Y así de lento pero seguro fue reaccionando algún musculo sin usar en mi cerebro, al parecer algo se activo por primera vez en mi cabeza y me di cuenta… que lo único que me gustaba eran sus rulos y sus ojos, porque no era posible que me gustara rulero porque nunca hemos hablado, no sé quién es, no sé qué piensa, no sé si le gusta la hamburguesas con o sin papas al hilo, no sé nada.

Mafer decía: “Bueno te doy la razón SOB (siglas de Sam Of Bitch, siempre me decía eso de cariño…), es difícil y te entiendo de hecho es muy maduro que pienses así. Si el destino quiere conocerás a rulero cuando menos lo  esperes.

El destino nunca quiso nada. Y aunque siempre me repetía frente al espejo que no me enamoraría al final termine ilusionado, porque trate de sabotear a mi mente, haciéndome creer que no sería un inmaduro diciendo que me gusta alguien solo porque nos miramos todo el tiempo, igual sucedió, solo que esta vez supe desde el inicio que no iba a funcionar porque nunca supe que pasaba detrás de esas miradas. No hace falta decir entonces que nunca conocí a rulero, nunca, ni siquiera hablamos ni nada.  Después de un año cuando ya no me gustaba y recién por esos meses me entere como se llamaba, pero yo le hubiera puesto un nombre mejor: Rulero.


#G
Anoche, Gercar lo dijo

Fotografía: Gercar PhotograG https://www.facebook.com/gercarphotograg?ref=hl

sábado, 26 de enero de 2013

LO QUE PASA EN EL BAÑO NO SE QUEDA EN EL BAÑO



Bitch Please, lo que pasa en el baño no se queda en el baño…Y no te hagas la novicia, que de eso solo tienes lo rebelde. No te hagas el que no mata ni una mosca porque en tu haber hay más baños que fests y rave playero. No lo niegues, todos te hemos sido testigos, a vista y paciencia. Hemos visto el génesis de esta comedia que de romántica no tiene nada, desde tu conversación en el rincón donde no quieres ser visto con ese alguien que generalmente “recién conoces”, hasta el encerron de 5, 10, 15, 20 , 30 minutos, llegando a intervalos de 1 hora y los más osados hasta el amanecer.

Pero tú que estás leyendo, no te sientas mal. A todos o en su mayoría casi todos nos ha pasado de que la única puerta que encontramos en medio de la borrachera es la del baño. Aquel lugar donde  yace el trono, el lavamanos, la ducha y el espejo que es el único testigo que graba aquellas imágenes para sí mismo. Aquel espacio de escasos metros cuadrados, el cual gracias una pócima compuesta de alcohol etílicos en cantidades industriales, dos masas físicas y muchas feromonas, hacen que ese cuartito se multiplique por harte de magia, y que de paso a la magia se produzca con “polvos” y trucos.

Nunca entiendes como paso. Solo sabes que al día siguiente, tu celular tiene más llamadas perdidas que el número de reclamos y denuncias de KFC. Los mensajes de texto terminan en “Huevon/Huevona que chucha tienes en la cabeza”.  Entonces te subes a tu nave espacial o maquina de tiempo y comienzas a construir la historia con los mensajes de textos y trozos de flashback a la vez que le pides a tu empleada que te compre una aspirina, agua con gas helada y harta sal de Andrews.

Cuenta la leyenda que si usas un baño para desatar tus bajos instintos y tu ropa interior, siempre habrá alguien que lo sabrá. Pero existe una garantía, la de la negación la cual pues usar hasta el tiempo que quieras. Pero no hay nada mejor que la negación para ser usada en tu contra como la mejor de las armas para que te molesten quizás de por vida. 

Existen diversos casos:
Están los que no se conocen, pero al tener contacto mínimo con esa persona nueva simplemente las  chispas leves hicieron un fuego sin precedentes, y ya sabes qué pasa con la flama si le echas un poco de alcohol, crece. Y pues si hay pelito no hay delito. Así que tu solo decides hacer de las tuyas, y como no es tu casa ni la de esa persona, solo hay un lugar a donde ir, y el único conjuro que funciona para abrir esa puerta y también tus piernas es  “Vamos al baño”.  Prendas van prendas vienen, algunas en el momento se pierden pero no importa, tu sales hecho un King, y ella simplemente usa el superávit de cabello para taparse la cara de vergüenza o de risa. (No hay derecho). A vista y paciencia del publico espectador que vio esta película esperando el gran final solo para los comentarios, como en el cine.

Están los que si se conocen, y tenían ese clavito incrustado en el fondo de sus ser, esperando el momento indicado (el baño indicado) para sacarlo. En su mayoría son amigos, o son conocidos o son exs. Están en una reunión de amigos en común. Y pues dentro de tus resoluciones de año nuevo no estaba escrito un baño, pero a falta de local, es mejor jalar la palanca para que no escuches tus gemidos, que créeme, siempre se escucharan. Nunca es bueno quedarse con la espina, hay que terminar lo que se empieza.

Los “D i G no s”. No importa cuánto lo niegues, no seas BRUTA, si están solo 10 personas en la terraza de la cada de tu amigo, y misteriosamente faltan dos, y precisamente esos dos que estuvieron más unidos que Chavez y el coma. No creerán que fuiste solo a conversar en un lugar más “privado”. No se ocurra hacerte el Digno (dijjjjno , yo soy soy diiijjjjjnooo con acento limeño). Digna mis pelotas y las tuyas en el baño (Bitch Please).

Es gracioso como los que se inDiijjjnan, son los que más habilidades bañescas poseen. El efecto chapulín colorado. Te vuelves mas ágil que una tortuga (ni cuando te mandan a limpiar el carro eres tan hábil, bitch please). Más fuerte que un ratón (fuerzas de flaqueza brotan de ti con el sudor del erotismo boudoir, trepas por las paredes del cuartito haces maniobras piruetas y descubres que en tu otra vida fuiste contorsionista de circo metiéndote en las cajas).  Más noble que una lechuga (sedes el primer contacto y luego te donas a ti mismo/misma y haces un deposito de tu cuerpo en el baño). La especialidad de esta ciencia del Toilette es perder la razón.

Y no faltan aquellos “Sprite: la verdad refresca” que no tienen problemas en admitir que son monotemáticos y cuentan cada detalle desde la decoración extra que acaban de hacerle en la pared (pintura blanca) hasta dejar la ducha abierta para engañar a los oídos al otro lado de la puerta. Se esmeran para que el secreto se haga más mediatico que la revocatoria de Susana Villaran. Y reparten la historia peor que volante de Claro. Orgullosos de lo que hicieron, pues no tiene nada de malo, lo malo es dejar que “el que diran” te devore con todo y prenda (la que perdiste probablemente en el baño, mi querida amiga).

No puedo olvidarme de las Brutas, que creen que el baño es el balcón de Rome y Julieta, que piensan que de verdad hay un “trono” con un rey o princesa esperando por las doce y salir huyendo para que te llamen al día siguiente, y contar a tus amigos “Fue romántico, aunque todo empezó así, yo creo que le gusto”. Amigo o amiga no seas BRUTA, el baño no es romántico. No pretendas que el jabón o las toallas sean las joyas de la corona, si alguien te lleva al baño en la primera cita o si alguien quería hacerte creer que tendrán un felices por siempre si cruzas la puerta al otro reino (la del baño) pues tendrás el final del “cuento” (cuentaso que te metieron para que regales el cupcake.) mucho más rápido.

Así es la nuez. El baño y tu, los mejores amigos, el guardara tus secretos, el no dirá nada, asi lo dejes destruido por tu candente encerron. Pero tus actos bajo efectos etílicos siempre te delataran con un gran cuchillo en la espalda.  No importa si fue con tu mejor amigo, o con tu ex, con el amigo de tu amigo que recién conoces o con un amigo de tu amigo que ya conocías y que le gustaba a tu amiga. No importa si el baño era caleta o a la vista y paciencia de todo la audiencia. Al final pasaste un buen rato, porque aunque hayan tenido la vergüenza del momento, se que en el fondo, salir diciendo “se atoro la puerta” es la mejor sonrisa que dibujaras en el rostro de los demás, y esas anécdotas son las que en algún momento contaras orgullosísimo y sobre todo Digno (diiiijjjjjjno).


#G
Anoche, Gercar lo dijo



domingo, 13 de enero de 2013

EL COCKCAKE NO SE REGALA, SE GANA


El cupcake, en esta historia es el protagonista, pero no es el postre que todos conocen es más bien parte de nuestra higiene intima (eso sonó no-bueno). Aun guarda relación a algo rico, dulce y al cual todos quieren meter mano… Sigue siendo postre pero para adultos… una delicia que se derrite en los pantalones de aquellos o aquellas que lo buscan, si señores el CockCake( Cupcacke reloaded) es tu miembro genital el cual debes cuidar bajo siete llaves en vez de andar haciendo degustación gratuita.

Así hemos rebautizado mis amigos y yo este término que suaviza la palabra sexo y poder hablarlo descaradamente delante de nuestros viejos o hermanos o cualquiera con mente cerrada, es palabra con clave. Medieval quedo el término  “Cuidar tu florcita”.

Se ha descubierto científicamente que la mayoría de relaciones amorosas duran lo que un estornudo porque el “cupcake” se otorgó tan fácil que una vez que comen el postre simplemente ya no quieren los vegetales ni menestras. Pues se cree que: “Para que aguantar semanas o meses en un relación cuando lo que buscas lo encuentras en la primera cita”. Suena fuerte y feo, pero es la verdad, muchas personas solo quieren morder el postre y luego irse sin pagar la cuenta. Una deuda que solo la paga la persona engañada con falsas promesas de una relación seria que jamás sucederá.
Y eso llena de rabia  a esas pobres incautas/os la sensación de burla es asquerosa un malestar tremendo. Es sentirse estafado, o decepcionado como cuando al llegar a un lugar con tu ipod touch y  que te digan no hay WIFI. Como cuando te bajas tu series favorita y de repente tienes que actualizar irremediablemente tu computadora, reiniciar el equipo #Hello,LlevoDescargandoEstaSerieDosHorasYTengoQueReiniciarJustoAhora.

Existen casos extraordinarios, en que se tiene un “casero o casera”, es como si tuvieras una panadería, y siempre viene la misma persona a la cual le otorgas el cupcake por voluntad propia. Lo llamados “amigos con beneficio” los cuales siempre comen hasta saciarse y después siguen de lo más normal. Eso es decisión de cada uno. Pero si después te enamoras ya es tu problema, es como la diabetes, sabes que no debes comer dulces sin embargo lo haces y te hace daño. Puedes terminar con la amputación de tu amigo para siempre.

Pero también seamos honestos, son ocasiones repetidas en que somos nosotros los que vamos en búsqueda del cupcake mortal, aquel por el cual nos arañamos y decimos “Una probadita mas y lo dejo”, pero sabes que es mas adictivo que la hierba y capaz de inyectarse a la vena para abastecernos sin cesar. Muchos son adictos a este postre,  son Cupcakefomanos (Version Sticky & Sweet de Ninfómano). La cura: auto control, o cinturón de castidad o bozal (Usa esa boca solo para hablar y reir… nada mas!)

Otros con poca materia gris en la cabeza, hacen trueques indignos. “Dame cupcake y te doy amor”… “OK”. Y sucede la catástrofe. Están dispuestos a tener una relación basada en sexo a estar solo, pues el amor ciega pero esto es ridículo, ahí solo hay uno que quiere, el otro simplemente come Cupcake, el tuyo, el que  regalas por algunas migajas de cariño y no te das cuenta y si te das cuenta entonces tienes un problema (love Yourself Bitch).

Eso pasa por ser tan dulces, brutas y nenas. Por creer que una One Night Stand es la primera cita de un amor eterno, eso solo pasa en las novelas de Thalia. La vida real es cruel, despiadada, pero porque uno mismo busca eso, inconscientemente tenemos un imán con esas personas. Cuando nos demos cuenta que eso es dañino empezaremos a buscar a las personas correctas.

Y cuidado con el alcohol, es el peor enemigo del cupcake, pues cabeza ebria cabeza suelta (ya sabes que cabeza es cual). El Cupcake queda expuesto a la lujuria y al Home Alone. Es dejar que el pisco y la chela decidan por tus piernas, si se destapan para brindar o si se vuelven herméticas.

Si tu caso es el de una relación recién en sus inicios, recuerda que a si lleven saliendo un mes, solo tú sabes cuándo es el momento ideal para entregar el postre. Si la cena te cayo saludable, fue excelente y con una conversación agradable, todo eso son indicadores de que la decisión será fácil.

Pero tampoco nos engañemos perris, cada uno sabe lo que hace. Hay que empezar el 2013 con buenas decisiones  Todo está en el amor propio y auto respeto, quererse más que un buen polvo. Si uno no se toma en serio como podemos esperar que alguien más lo haga. Por eso insisto y espero cumplirlo yo también: “El Cupcake no se regala, se gana”.


#G
Anoche, Gercar lo dijo