Febrero y yo nunca nos llevamos
bien. Es una historia real. Desde que
éramos un par de chiquillos en la secundaria andamos discutiendo. El más
popular sin duda, dejando corazones
partidos y otros sin cura.
Y no es nada personal. La verdad ni siquiera lo conozco. Febrero ha
sido mi vecino desde siempre y jamás hemos hablado. Le habla a mi vecina de al lado, pero Bitch
Please a esa cualquiera la ha usado. Y no soy un mal hablado, Febrero dime la
verdad ¿Con quién No has estado?
Febrero desaprueba mi presencia
cuando paso por su costado. Por los pasillos o en el ascensor hasta mi sombra le causa urticaria. ¿Te crees
dios griego o gladiador romano? Todos sabemos que la tienes corta, mas que los otros meses.
Todos hablan de él cuando está a
punto de llegar, trendy topic en twitter millones de likes en Facebook. Todos
lo esperan y el solo manda cupidos con defecto de fábrica, sin puntería, con
pañales sin cambiar y flechas descompuestas.
Hubo un tiempo en que yo corría detrás
de Febrero pero nunca se detuvo a esperarme. Tom y Jerry, coyote y correcaminos,
silvestre y el canario. Se escapaba a mis trampas, bateaba mis miradas que
esperaban su visita una vez al año.
Febrero es hábil para no comprometerse. Mientras tu esperas que todo tenga sentido solo una vez, por vez numero 1000 todo sigue siendo como era antes del 14.
Todo el mundo está loco por
Febrero, es que tiene algo que vuelve loco a cualquiera. Pero no es perfecto como todos creíamos,
Febrero miente vilmente dice que tiene 28 cuando en realidad tiene 29. No le
gusta la idea de llegar a los 30.
Nos hace creer muchas cosas pero
cuando viene se va a otros brazos. Febrero no es de una sola persona, le gusta
salir con varios a la vez, y aun si, todos lo esperan.
Conocí a febrero un día de junio
por primera vez, quiso bajarme la luna
con todo y bandera americana. Yo le creí, pero por ser primerizo, me la hizo. Caí en una ratonera sin queso esperando un
beso y no conseguí ni eso.
A pesar de todo, perdoné a
Febrero y quedamos en vernos una vez al año, y una vez más me ha dejado
plantado. Pero todo lo contrario a las
telenovelas, aprendí. Mis ojos no son dos caños, me queda solo sacudirme todo el
daño.
Después Febrero
y yo intentamos ser amigos. A
pesar de ser verano todo el tiempo fue frió.
Mis intenciones eran buenas pero cuando a alguien no le gustas, mejor te
vas por las buenas.
Incontables veces le pregunto a
una vidente margarita “¿Me quiere? ¿No me quiere?” Sus hojas no tienen la respuesta. Mis neuronas
se ponen histéricas y mis hormonas se irritan. Febrero conoce la manera de
hacernos esperar.
Pero ya no espero que me visites
Febrero. Te digo, eres algo pasajero. Todos
se acuerdan de ti una vez al año, recibe una cucharada de tu propia medicina,
eres la excusa perfecta para gastar en cualquier tontería.
Finalmente al verse efímero y
caducado, febrero decidió mudarse. Espero que le vaya bien. Seguramente
vendrá el próximo verano pero ya no estaré esperándolo como hasta ahora.
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