lunes, 5 de marzo de 2012

CRÓNICAS DEL CAFÉ : EPISODIO III :: EL ATAQUE DE LOS TATUAJES


Todos dicen que un rayo no cae en el mismo árbol dos veces. Eso es verdad solo si eres un rayo, de lo contrario esa teoría queda descartada. Se supone que las lecciones se hicieron para aprenderlas. En mi caso, puede que me haya tomado mas tiempo, quizás cometer errores dos o tres quizás siete veces, harían falta. 

Ya era octubre del 2011, cuando decidi darle una segunda oportunidad a grindr. Volvi a descargarme el app, sabiendo que, es probable encontrarme a fabrizzio nuevamente, pero ignorarlo seria suficiente. Fui descubriendo mas chicos y mas distancias. Y me senti maravillado cuando descubri la opcion de bloquear. 

Era mediados de primavera, pero aun no había calidez ni flores en Lima, lo único que florecía eran nuevos chicos y nuevos perfiles en el chat, y si hay algo que me llama la atención es la descripción de un perfil intrigante, misterioso e interesante. Así fue que conocí a la siguiente "Taza de café?". 

Rodrigo, me cito en el estacionamiento de un supermercado, según él, cerca de su casa. Era la primera vez que hablaba con él , y a diferencia de otros chicos, él prefería conocerme en persona antes de entablar cualquier tipo de conexión, sea amistad o una cita. Lo cual parecía razonable. Yo era inocente y creía todo. 

Lo espere, un tanto confundido. No sabia exactamente por donde aparecería y eso me asustaba. Decidí entrar al super mientras llegaba, no quise ser el primero en acudir,  y a través de la puerta de vidrio, aguarde que un chico con sus descripciones y vestimenta, apareciera. Tardaba mucho. 
Esta historia ya la había contado pero no fui honesto. Esta es la verdadera versión, sin censura ni pelos en la lengua (aun). 

Rodrigo llego luego de quince minutos cuando yo ya estaba a punto de irme. Pero al ver que el chico de pantalón blanco y camisa apretada se acercaba, no cabía duda que era él. Debo confesar que no lo reconocí por el rostro, solo por la ropa. 

Cuando hable con él por el chat, la única foto que se podía ver era la de su torso, y lo único visible era un tatuaje. No se veía su cara. Me dijo que si quería conocerlo debía ser en persona, era la única regla que tenia para los chicos de grindr. Nunca mandaba foto. Yo acepte, y a cambio tampoco le mande una foto mia. En el estacionamiento era la primera vez que nos veiamos. 

Aun era de día, cerca de las 5 de la tarde. Un viernes cualquiera, pero él se encargaría de hacerlo una fecha conmemorativa, o al menos difícil de olvidar. Hablamos solo unos momentos, al instante alzo la mano y detuvo un taxi, "sube" me invitó. 

Llámenme loco e inconsciente, pero no lo pensé dos veces y subí. Me expuse al irme con un desconocido, pero (díganme loco si gustan) sentí que no era mala persona y que no quería hacerme daño.  Ademas, hace dos días volví a ver a "él" y después de haber estado bien todos los meses sin él, tan solo verlo fue como una recaída a una adicción. Por ello volví a esta aplicación, con la esperanza de encontrar alguien que me haga olvidarle(No lo hagan).

Cuando estábamos en el taxi subiendo hacia los cerros de cemento que ahora rodean Lima, tuve la sensación de que el Olimpo no quedaba en Grecia, sino muchas más cerca de lo que los historiadores podrían creer. 
Me estoy adelantando. 

Rodrigo se veía un chico dulce y bueno. Me tocaba la mano y me decía "Tranquilo, no pasa nada". El taxi seguía subiendo por el cerro hasta que llego a un condominio de edificios. Ahí rodrigo pagó la carrera y me invito a entrar al departamento. 

Al abrir la puerta olía a rosas húmedas, me contaba que el departamento era de su primo, estaba viajando y él se encargaba de cuidarlo. Rodrigo no era muy guapo, pero DIOS, que sexy era. Tenia brazos y pecho en forma, se hinchaban que podrían romper su camisa. Nos sentamos a conversar pero a diferencia de otros chicos, no parecíamos tener mucho en común. Salvo las ganas. 

Rodrigo empezaba a hablarme en voz baja, y se acercaba mas hacia mi lado del sofá donde estábamos sentados. Sin temor ni reparo, se abrió dos botones de su camisa y pude vislumbrar el tatuaje de la foto. 

Mi piel estaba excitada. Sus cabellos ensortijados poco a poco me parecían los de medusa a punto de convertirme en piedra o al fierro.  Sus ojos eran aceitunas bañadas en zarza, brillaban como zapatos con betún recién lustrados, eran lindos y oscuros. 

Rodrigo, iba poniendo leña a la fogata. Basto una distracción, al querer revisar la hora en mi celular, cuando se abalanzó encima de mi y nos besamos. En segundos corrompió mi recato y lo puso bajo sus órdenes. Su perfume penetraba mi nariz y me paralizaba. Termino de romper los botones sobrantes en su camisa y pude ver un dios griego. 

Llegamos hasta su cama, y en segundos no teníamos nada puesto encima. Agarró mi cuerpo desnudo como quien ofrece un cordero a los dioses, y lo mezclo con sus curvas. Sus tatuajes bajo mis besos tenían sabores. Usando su cama a modo de mesa de repostería me hizo masa con sus rodillos, me dio las formas que quiso. 

Fue un pedazo de realidad elevada a la octava potencia,y con velocidades nunca antes vistas, Rodrigo era una maquina sexual y yo estaba en pleno proceso de ensamblaje. Encontró cada uno de mis puntos débiles, y los beso todos. Me exprimió hasta la religión y me sumergió en su fe, hasta invocar al mismo Dios de la tierra del tío Sam. Llegamos al cielo Empíreo sin necesidad de purgatorio. Nunca me había sometido de la manera que el lo hizo. Para mi fue el mejor sexo de toda mi vida. 

Luego en la ducha, él no desperdicio la oportunidad de poner en practica algunas maniobras. Y yo estuve dispuesto a ser su cuerpo y que experimente lo que quiera. Lo que me volvía loco eran sus tatuajes, por esa tinta me deje llevar hasta donde el quisiera. Era mi punto débil. 

Fue la primera vez que pensé que el amor puede nacer con un encuentro casual como ese. Regresamos a su casa y pudimos conversar un poco mas. Entonces la verdadera historia de terror estaba por comenzar. Tuve la sensación de pánico como cuando el asesino en serie esta a punto de clavar el hacha en el cráneo de su victima. Algo así, fue lo que experimente cuando comenzó a hablar de su vida personal“Estamos peleados, pero lo quiero mucho".

Rodrigo tenia novio. 

¿Por que siempre me pasa lo mismo? Lo peor de todo es que siempre me entero cuando ya paso lo irreparable. Ya me estaba dando cuenta poco a poco, el mundo al que me metía, y no me gusta ser esa persona. 

Pónganse en mis calcetines. ¿Que hace en un chat de citas si tiene novio? Pudo decirme la verdad, inclusive antes de Cristo. Y parecía un chico bueno, esos que no abundan. Me deje engañar por su mirada y su ternura. Era un nuevo ataque, y yo la misma victima. Un ataque lleno de mentiras, sexo y tatuajes. 

Entonces me fui y decidí no volver a hablarle. No quiero karmas ni me gustaría que me hicieran lo mismo si fuera el novio. 

Sin embargo, mi vida transcurrió como un libro de aventuras y de eventos desafortunados y aburridos. Pensaba en rodrigo, lo recordaba, lo olía, lo sentía. Sus tatuajes aparecían como sombras en mi sueños mas húmedos. Me arrepentí de deshacerme de él, pero luego recordaba que era lo correcto.  

Paso un poco mas de dos meses para volverlo, casi 80 días ( como si hubiera recorrido el mundo y aterrizara por mis lados)Yo estaba trabajando en mi oficina, cuando entra por la puerta. Tenia dudas, si era realmente Rodrigo o no, hasta que reconocí cada partícula atómica del perfume que empezó a filtrarse por el aire acondicionado, y la mayor prueba era la camisa que se puso, color blanco y semi transparente que dejaba ver el tatuaje del pecho... ya era mediados de diciembre y el verano comenzaba, y me acorde de lo que dijo mi amigo "No importa el sol, siempre llegara alguien que te dejara frío"

Vino a una entrevista y pude ver cuando salia, y no me pude contener. Al salir me vio y me guiño un ojo. Yo pense que no me habia reconocido. Sali tras de él que me esperaba fuera del edifcio, fumando un cigarro. Me invito uno. 

Caminamos y me contaba sobre la entrevista que tuvo. Le conté que trabaja hace un año en esa empresa. Él se mostraba interesado en mi conversación. Entonces me di cuenta de sus intenciones. Yo soy un aprendiz, él es un maestro. Empezó a seducirme como cuando estuvimos en el depa de su primo, y me hablaba de lo bien que la pasamos, y que una buena historia estaba destinada a repetirse. Intercalaba su invitación sexual con un favor, quería que yo intercediera por él para que entre a trabajar a la misma empresa. No dolo dijo textualmente, pero sus indirectas eran fáciles de descifrar. 

Era una tentación grande y mas aun, cuando abrió un botón de su camisa,y sentí  como se destapa un perfume y todos los aromas afrodisíacos salieron.  Una vez más me paralizaron sus tatuajes. Tuve que armarme de valor, y negarme a su proposición.  

Nos despedimos, sin darle ni un tipo de esperanza sobre el trabajo. Su ego parecía herido, pero aun así tratando de hacer un ultimo intento, me dijo “Nos veremos de nuevo? Tengo novio pero podemos ser amigos y tomarnos un café

Era tan idiota, que no me había percatado. Y esa fue la ultima vez que supe de él. 

Parece ser que "quedar en tomarnos el café" era un código en la genética de los descarados, para limpiar su culpa.  

Que eche sus aromas en otros jardines, tengo fumigado el césped y el corazón espinado, para que nadie me ilusione o me engañe otra vez

Los tatuajes son mi debilidad, al igual que las pecas. "Él" no tiene tatuajes, debería ser fácil olvidarlo. 


#Gercarlodijo

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